jueves, 28 de mayo de 2020

Punto de fuga.


Las palabras llegan a través del tiempo, evolucionando, tejiendo su camino. Sus significados se deslizan como peces, se despojan de corsés  y añaden sutilezas y matices. 


Siento verdadera fascinación por los diccionarios.Tal hechizo, arranca del hecho concreto de que en  los diccionarios, se encuentran las palabras. Me gustan todos, sin excepción, aunque , como es lógico, sienta un interés mayor por unos que por otros.
En especial, encuentro un placer inmenso en la lectura de los diccionarios del uso de la lengua,( como el María Moliner o el Manuel Seco) verdaderas muestras de la labor bien hecha y paciente bajo las directrices de un plan, en la atención requerida por ese activador de evocaciones que es el diccionario etimológico de Joan   Corominas, y como no, los de sinónimos y antónimos, amplificadores del sonido del mundo. 
Por otro lado, todos ellos son  el fruto de una empresa colosal, de un acto de amor impagable.
Para trazar el mapa de cada palabra es necesario documentar su nacimiento, cuándo fue escrita por primera vez. Las palabras llegan a través del tiempo, evolucionando, tejiendo su camino. Sus significados se deslizan como peces, se despojan de corsés  y añaden sutilezas y matices. Las palabras dejan una huella. Las palabras cobran vida en quien las pronuncia o las escribe. Nos alertan, nos ponen en órbita hacia lo mejor y lo peor de nosotros mismos, dibujan puntos de fuga, remueven la hojarasca del mundo. 
Asimismo, pueden convertirse en simbólicos aceros , y también en mortíferas armas de destrucción masiva si caen en manos o brotan de la boca de la infame chusma ; a veces, basta una mirada, un gesto en falso  para desentramar la mentira urdida en el laberinto de su sintaxis,para desvelar  la verdadera intención del tirano, otras veces surgen, primigenias, como un amanecer de otoño. En el principio fue la palabra dice el evangelio de Juan y con eso queda dicho casi todo. 
Las palabras concentran lo singular, lo general, lo peculiar y lo cotidiano; sopesadas, abren grietas en  la perplejidad de quienes no desean comulgar con ruedas de molino.
Las palabras nos liberan de las ligaduras invisibles que nos convierten en esclavos del punto de vista de los otros, propician escaramuzas, y en ocasiones, entre caballeros, sellan pactos.
Cuando, en el devenir  del tiempo inmemorial, coagulan en el silencio de un encuentro, las palabras, entonces,  enraizan en el instante del que brota  el tiempo que permanece, es decir en el tiempo de la  vida plena.  

Let's be careful out there.

martes, 26 de mayo de 2020

Tiempos desesperados.


Acabáramos, adiós al virus, adiós al cierre numantino de fuertes y fronteras, adiós al turismo como  actividad productiva de segundo orden."Hemos salido más fuertes e iniciamos con pie firme la nueva normalidad". Así lo ha anunciado Pedro Sánchez " O Milagreiro”. El virus retrocede y nuestras perspectivas se amplían como nunca.
Hasta hace unos días, como quien dice ayer, era imprescindible, se antojaba crucial prolongar el estado de alarma  un mes más. Ahora, se acortan los plazos para cambiar de fase, se apura la desescalada y se anuncia que la alarma se dará por finiquitada en algunos territorios en los próximos días. Como es fácil colegir, todo muy científico, sujeto a un plan férreo
Acabáramos, adiós al virus, adiós al cierre numantino de fuertes y fronteras, adiós al turismo como  actividad productiva de segundo orden."Hemos salido más fuertes e iniciamos con pie firme la nueva normalidad". Así lo ha anunciado Pedro Sánchez " O Milagreiro”. El virus retrocede y nuestras perspectivas se amplían como nunca. 
De nuevo el milagro socialista, en las bodas de Caná:" Haced lo que él os diga".
Sin embargo, es otro el desarrollo de los hechos, y no seremos conscientes de la situación en la que nos encontramos a menos que creamos que los altos cargos y demás mandarines del gobierno están de acuerdo para llevarnos al desastre. 
Todo sirve al único objetivo real concebido, planificado y desarrollado:  apuntalar el poder de Sánchez, al precio que sea.
 Mientras, en su España fortalecida  han muerto, siempre según los datos del gobierno, 30.000  personas , el Ministerio del Interior socava los cimientos de la separación de poderes con la destitución del coronel Pérez de los Cobos ( para Unidas Podencos, es higiene democrática), Arnaldo Otegi se jacta de supuestos logros en la conquista de derechos sociales para los trabajadores españoles, miles de ciudadanos forman largas colas a las puertas de  los bancos de alimentos, y se han contaminado 50.000 sanitarios, la mayor tasa del mundo. 
 Sucintamente, un estado fallido incapaz de dar respuestas coherentes, caracterizado por la información errónea, la mala gestión y la incompetencia de unos presidentes ( alguna excepción hay) autonómicos más  preocupados en sacar tajada política del virus que en afrontarlo con el rigor y la responsabilidad política debida. No obstante, es de esperar que Pedro diga , vuelva a decirse y desdecirse y saque  al tiempo  de una chistera, con la misma caradura, conejos blancos y ratas de alcantarilla  mientras  nos intenta convencer con la emoción falsa de los sátrapas de que ambos son uno y el mismo animal. 
Su rúbrica es la mentira, cualquier paso próximo  es previsible dentro de  su improvisación constante. Además, de la mezcla de incompetencia gubernamental con el irresponsable paisanaje español, cabe esperar del experimento el peor de los desenlaces, ojalá me equivoque.
Por otro lado, tengo los cojones pelados de estar sentado a la espera de una verdad, una sola, que salga de su boca,  o de una promesa cumplida, y no tengo mayor interés en ningún tipo de  fase y variantes derivadas ni en los encuentros que de  ellas se desprendan, así procediesen , no es el caso, de Spielberg, salvo el que se deriva en  confirmar  mi desprecio.
 Aquellos de quien deseo rodearme  y compartir emociones ( partir  con)  han cuajado en mi vida antes de cualquier sucedánea fase vital que este  gobierno tenga a bien o a mal  proponerme. 
Sean Jarret y Charlie Haden, Goodbye. 

Let's be careful out there


lunes, 25 de mayo de 2020

Por que la esposa duerma más seguro


A ver si nos enteramos de una vez por todas: ningún futuro post- algo existe, tampoco el post- pandemia, sólo existirá, si acaso, un tal vez después de que lo hayamos construido. Lo único relevante sobre el futuro es preguntarnos qué queremos que suceda y cómo hacer que suceda, dado un presente y unos hechos.

Sé que nadie sabe lo que sucederá, que todos ansiamos certezas, que nos aseguren  cómo prepararnos, que nos cuesta vivir la incertidumbre que habitamos y que nos habita, que deseamos oír que pese a todo, todo irá bien. 
La historia de la humanidad es la historia de la impaciencia. No sólo ansiamos cosas sino que las ansiamos ahora porque nos han educado en una incapacidad para el aplazamiento. Soplamos con celeridad sobre el capullo  de la oruga y la mariposa nace muerta. Es uno de los signos de nuestro tiempo.
 No porfiamos en sacar agua de las piedras, y tentamos  nuestra suerte, de manera  equivocada, a los auspicios de la baraja del tarot, a la disposición de las estrellas en el cielo, o al hígado de las ocas. Por eso, cuando, víctimas de nuestro error, nos damos de bruces contra la monda realidad de los hechos, le hincamos el diente al primer  tierno incauto que tengamos a mano, lo utilizamos, impúdicos,  como chivo expiatorio al que atribuir una culpa exclusiva de nuestra incompetencia, y lo arrojamos salivando, a los pies del amo de turno, da igual el que sea.
Entregado el chivo, a falta de reflexión ( lo que la modernidad llama repensar) planificamos batallas o prevenimos pandemias sobrevenidas, del mismo modo ineficaz, ya se sabe que  cada  quien  es cada cual y baja las escaleras como quiere que diría Serrat, por eso siempre llegamos tarde adonde ya no pasa nada.
 A ver si nos enteramos de una vez por todas: ningún futuro post- algo existe, tampoco el post- pandemia, sólo existirá, si acaso, un tal vez después de que lo hayamos construido. Lo único relevante sobre el futuro es preguntarnos qué queremos que suceda y cómo hacer que suceda, dado un presente y unos hechos. No esperemos nada de nadie,y menos de quienes nos gobiernan.
Ni oráculos, ni profetas ni expertos comités sin preparación ni plan de ninguna clase, que más que ciencia practican el pensamiento mágico, nos llevarán  a lugar alguno ; tendremos que luchar porque serán ellos o nosotros. De lo contrario, nos lo arrebataràn todo sin apenas encontrar oposición, sin  dificultad alguna, de tal forma indigna habremos  allanado  su camino, de tal forma ignominiosa habremos  desbrozado la selva y urbanizado la jungla funcionarial tras la que, embozados, se ocultan.
 Ahora bien, no olvidemos, que son nuestras ínfulas sin sustancia,  nuestra inane  opulencia, y nuestra incuria de plomo las que facilitan  el despliegue paulatino de un ejército de canallas al que hemos surtido de unidades.
 Avezados maestros del expolio a discreción, bajo el mando de un tirano codicioso, mendaz y abandonado, arrasarán todo a su paso dejando una tierra inculta sin reparar en nada (non reputans nihil).
 Por lo que a mí respecta, sé lo que hacer, y antes de que mi alma oscurezca , antes de dejarme acuchillar por la espalda  durante cualquier toque de queda, partiré, hato ligero, temperado aplomo, a su encuentro. " Ni cogeré las flores, ni temeré las fieras ,y pasaré los fuertes y fronteras".  Eso sí, iré armado: un guijarro y una honda.
Tanhausser. Wagner. Ricardo Chailly.

Let's be careful out there

jueves, 21 de mayo de 2020

El perfume eterno del 23.

Èl mismo declaró que el  baloncesto era su refugio y el lugar adonde iba cuando esperaba paz y consuelo. Fue el mejor en la inmensa mayoría de los aspectos del juego, tenía metida en su cabeza una cancha de baloncesto, poseía una mente capaz de anticipar  movimientos, encuadrar ángulos, generar perspectivas ,y por más añadidura gozaba de swing. 
Prohibidas las intenciones. Así, tal cual, esta es la primera y principal norma que debe regir, inalterable, para quien escribe sobre la actualidad y procura realizarlo con una mínima honestidad. Es una máxima que defiende Arcadi Espada en "periodismo práctico" en  donde advierte del error de abaratar  lo que está pasando y a la que me adhiero.
El presente abraza un acto, desvanece la intención, el presente es tozudo, se impone. En esa continuidad se encierra todo lo que fue y la potencia de lo que será. 
Y hablando de presente, pandemia aparte,  nada tan vigente como la figura de  Michael Jordan, actualidad que se ve reflejada en la magnífica entrevista que el escritor  Isaac Chotiner mantiene con Bomani Jones( presentador del podcast de ESPN " The right time") a propósito del documental The last dance que emite Netflix sobre el genio neoyorquino, publicada en The  New Yorker.
El  mayor valor de la conversación  radica en la visión panorámica que aporta Jones del deporte profesional americano desde principios de los  80 hasta finales de los 90, y en concreto  sobre la cuestión moral de la implicación de los deportistas negros en causas políticas y sociales. Bomani Jones  recurre a la comparación  con el objetivo de  sopesar  la actitud de  Muhammad Ali con la causa de los derechos civiles, el gesto de  Evans con el  puño enguantado en el podio de las Olimpiadas de México 68, e intentar encontrar una explicación a  la postura  de  Jordan  de eludir su apoyo a la candidatura de Harvey Gantt  al Senado, algo que parecía  inexcusable siendo el candidato negro y el Estado Carolina  del Norte. Bomani toma partido por aquellos rebeldes que se implican en una causa. Ahora bien, lo hace  ponderando las circunstancias de cada personaje y de  cada época y sin dejar que traspase, si la hubiere, intención alguna.
En cuanto al documental, es una bella exégesis de todo lo que rodeó la temporada de su último anillo, que además sirve para hilvanar con un excelente montaje de saltos hacia delante y hacia atrás, un completo panegírico del genio de Brooklyn. 
 El deporte es una industria cultural de primer orden en USA, pero en ese momento estaba lejos de alcanzar el impacto que tiene hoy en día en el mundo.
 En lo que atañe al baloncesto norteamericano y su dimensión universal, todo se originó con el Dream Team de la Olimpiada de Barcelona, equipo creado en torno a un puñado de figuras irrepetibles ( primera Olimpiada con jugadores profesionales) Magic, Bird,Malone,  ensambladas  en la enormidad de Jordan. La fama mundial adquirida por  esos jugadores sirvió para que multitud de  injusticias sociales  relacionadas con el hecho de ser negro se conocieran mejor y fueran denunciadas, pero, regresemos al juego.
 El 23 tenía un cuerpo perfecto  para jugar al baloncesto: extremidades largas y delgadas, fuerza, potencia, coordinación, equilibrio,  además,  era capaz de levitar mientras tiraba a canasta , elevarse por encima de la gravedad, de girar sobre la ingravidez del aire; transmitía levedad  hasta en la forma de aterrizar en el parquet. Asimismo,  tenía carisma, cualquier negocio que emprendía lo convertía en oro, cualquier opinión que daba sobre cualquier tema que fuese se convertía en trending topic ( como se dice ahora), y lo sabía.
Jordan era egoísta, soberbio, exigente consigo mismo y con los demás, y por si eso  fuera poco, era intransigente con la derrota. Jordan solo jugaba para ganar.
 Cuando en uno de los capítulos de la serie  trata  del asesinato de su padre ( todavìa no aclarado) no le tiembla la voz, en cambio, comienza a llorar cuando habla de su impulso competitivo. Toda su vida giraba  en torno a esa pulsión, se movía en torno a ese  universo cerrado.
Èl mismo declaró que el  baloncesto era su refugio y el lugar adonde iba cuando esperaba paz y consuelo. Fue el mejor en la inmensa mayoría de los aspectos del juego,tenía metida en su cabeza una cancha de baloncesto, poseía una mente capaz de anticipar  movimientos, encuadrar ángulos, generar perspectivas ,y por más añadidura gozaba de swing. 
 En Jordan  no se  entremezclaban indecisiones en un intención, porque solo se puede estar indeciso cuando se tienen varias  opciones para elegir, y  Michael jordan solo tenía una. Es algo más que anecdótico que su película favorita sea Sin Perdón.

Regresemos al año 1998  a Utah: todo lo que sucedió después del triple de John  Stockton a 41 segundos del final se mece en un eterno  estremecimiento mágico. Cada vez que alguno de los mejores jugadores de la historia despierta de su sueño de grandeza, Jordan todavía está ahí.

 Let's be careful out there.


domingo, 17 de mayo de 2020

Hombre con paisaje al fondo.

Desprecio sus limosnas y su mundo feliz de jaulas y alpiste, y  declino la humillante oferta de un nuevo parnaso.

Una lúgubre penumbra se cierne sobre el mundo, sin resquicio. No consentiré que la extiendan sobre mi vida, no les daré facilidades.

Reclamo la devolución de mi memoria, de mi propio dolor, de mi alegría. No comparto el desconsuelo del Mundo porque  no puedo sentirlo, ofrezco, si acaso, mi congoja.
 Los inquisidores Pedro y Pablo saben muy bien que el desasosiego desarma nuestra voluntad, por eso nos quieren intimidados. 
Nos invitan  a reinventarnos en su nueva normalidad. ¿Qué significa reinventarse ? ¿Es cambiar la forma en que te comportas o las cosas que haces o, acaso, aceptar la coacción de cierta radicalidad ajena y hacerse cargo de ella? No, gracias. Que se reinvente su madre. 
Demando recobrar mi libertad conquistada palmo a palmo. Solicito  el juicio de los impostores y sus secuaces y escupo sobre su miedo. 
Yo  elijo reverdecer, ese verbo intransitivo que se conjuga como agradecer y lo hago porque  reverdecer es renovarse, tomar nuevo vigor, no adaptarse o morir. 
Rechazo sus limosnas y su mundo feliz de jaulas y alpiste, y declino la humillante oferta de un nuevo parnaso.
¿Reinventarse?: preferiría no hacerlo. Todavía quedan cosmos- cosmo significa buen orden- en los que reconocer el pulso mágico y sentimental  del mundo, todavía hay muchos pasos, muchos pedales que dar sobre la piel de la tierra  que respira, mucho café  que beber en tazas surgidas de la fortaleza de unas  manos, muchas caricias aplazadas, muchos besos.
Los hombres se revelan en un paisaje. Tiremos los dados.

Let's be careful out there


viernes, 15 de mayo de 2020

Una liebre.

Que nos  hemos dejado confinar en su estrechez, que servimos como gleba a sus intereses, que  nuestro rasgo cultural es el miedo y la cobardía, y que hemos asumido sus preceptos sin más, así como así, que nos han  pegado a una cinta de obediencia que conduce al olvido.

El silencio atravesado a ratos por el rugido  de un coche, es una densidad pesada que contiene el trino de los pájaros. Contra el borde de esa densidad  de confinamiento, un huevo fresco espuma  borbotones en la sartén, mientras el aroma del café se extiende ,entre la discreta luz de la cocina, como el trazo preciso en la superficie de un lienzo. Son las 5 y 27 de una mañana limítrofe  con  un horizonte del que me han despojado, otra más. Enciendo el ordenador, y a los pocos minutos,  la imagen del Conejo (Rabbit) en acero inoxidable más caro de la historia continúa donde la dejè ayer noche prendida a un interrogante.¿ Què circunstancias conducen  a un hombre a entrar en Christie's, una  mañana neoyorquina, y desembolsar  90 millones de dólares  por un un  metro de conejo de acero inoxidable?
Hay que hacer notar que me refiero a un sujeto multimillonario, a un coleccionista sagaz y de gusto educado, a un individuo difícil de engañar.
Pero, el arte, como la política, tiene cierta inclinación por personajes fraudulentos que, amparados por curadores  oportunistas y asesores  entregados en no pocas ocasiones a un golpe de suerte, emergen desde un fondo de reptiles creando  banalidades sin sustancia. Con temeridad y sin sonrojo alguno, crean obras absurdas sin el más mínimo valor artístico  que llenan de una densidad narcótica para que, a golpe de macillo, un marchante sin escrupúlos  las  venda por millones de dólares.
 La habilidad para la  fusión del valor simbólico y el económico se encarga de hacer el resto de un trabajo, a consecuencia del cual, hasta los más sagaces coleccionistas caen en la trampa  del  acceso a una nueva categoría del prestigio.
 Uno de esos personajes es Jeff Koons, el pintor  post- pop para quien el objeto artístico no tiene valor más allá de enfrentar al espectador con sus posibilidades, pero sí un coste, claro.  El artista de minneapolis es una creación de los 90, años en los que  fluía el dinero de nuevos ricos,  la edad de oro de la bolsa americana,  para hacer pasar por arte verdaderas atrocidades que no son más que una montaña de basura.
  Otro, para nuestra desgracia, es el  político madrileño Pedro Sánchez, mezcla de chabacanerìa de barrio y mercachifles bien vestido cuyo único mérito, pero qué  mérito, es tener un carcaj repleto con las  flechas  afiladas del odio, del rencor y la venganza, y estar dispuesto a dar en el blanco con todas y cada una de ellas.
La apropiación y el expolio son algunas de las  comunes señas de identidad que han sabido convertir en ventajas.
 En cierto modo emplean tácticas similares basadas  en la supervisión al detalle de una organización fordista del trabajo, y ambos se rodean de una troupe de aduladores que resaltan  la originalidad  de unas ideas hurtadas , como son entre otras : “sentir las posibilidades de la transformación en busca de una conciencia mayor, enfrentarse al fetiche para crear una experiencia absoluta y una suspensión del juicio,crear un lugar metafísico en el que el espacio y el tiempo se expande en el eres capaz de conectar con otra dimensión  en el que evitar los juicios segregados y alienado,  en el que todo es perfecto tal cual es" y un largo etcétera.
Todo en  Koons y en Sánchez  es fraudulento. Uno y otro  carecen de la más  mínima  grandeza, uno y otro son codependientes de sus potenciales compradores, pero ambos, son el el fiel reflejo de la cultura que los sustenta y que los ha creado. Representan el Zeitgeist, el espíritu de un tiempo, de eso que Hegel denominaba astucia de la razón, es decir, de la forma en la que los eventos aparentemente aleatorios o anómalos se convierten en piezas de un diseño histórico más amplio. 
Son la sal de la tierra de un clima cultural y económico  devastado por la mentira, el síntoma  de una era definida por el plagio y la parodia. 
 Mientras desayuno, pienso que nos  hemos dejado confinar en su estrechez, que servimos como gleba a sus intereses, que  nuestro rasgo cultural es el miedo y la cobardía, y que hemos asumido sus preceptos sin más, así como así, que nos  han  pegado a una cinta de obediencia que conduce al olvido. 
La  imagen del conejo se desvanece en un click de ratón. En otro, leo al profesor Stephen Greenblatt, que escribe que Shakespeare era pesimista acerca de la solución médica a la plaga de peste que asoló su tiempo y,  que debido a ello, centró su atención en una plaga diferente:” He focussed his attention instead on a different plague, the plague of being governed by a mendacious, morally bankrupt, incompetent, blood-soaked, and ultimately self-destructive leader", es decir,
" la plaga de ser gobernado por un líder mendaz, moralmente en bancarrota, incompetente, empapado de sangre y,  en última instancia autodestructivo"
 A eso nos enfrentamos. No nos rindamos sin luchar. No dejemos de mirar: Hay otros trazos, entre otros muchos, el que  ha gestado la belleza de la liebre de Durero.
Pasará. Javier Ruibal.

Let's be careful out there.

  





sábado, 9 de mayo de 2020

Una langosta pendiente.

Pero, qué le vamos a hacer, somos súbditos de unos malandrines que viven apartados del librepensamiento, cómplices del dramático  dinamismo  de una sistema  de partidos políticos de estructura vertical y obediencia al líder: una democracia conceptual que se desangra sobre una piel de toro. Y estamos  encantados.

Tranquiliza saber que tu abuelo, por establecer un nexo emocional sólido libre de  controversia, es un incremento estadístico de la mortalidad y no una de las miles de víctimas que el Covid-19 se ha cobrado en tu país. Solo por el empleo de esta  expresión grotesca referida a la contabilidad de los muertos, Fernando Simón, merece un puesto sobresaliente  en la historia de la infamia.
Por desgracia, España es un país repleto de políticos execrables que se replican a lo largo de generaciones sin encontrar oposición alguna, como las medusas, cuyos principales depredadores son otras especies de medusas. 
Así, cómo no emparentar, en su canallesca mentira, esta expresión ignominiosa, con aquella otra prosa poética empleada por  Mariano Rajoy en el año 2002 que hablaba de "cuatro pequeños regueros solidificados con  aspecto de plastilina en estiramiento vertical", para aludir a  la mancha de petróleo que se extendía sobre nuestro nuestro balcón Atlántico. 
Pero, qué le vamos a hacer, somos súbditos de unos malandrines que viven apartados del librepensamiento, cómplices del dramático  dinamismo  de una sistema  de partidos políticos de estructura vertical y obediencia al líder: una democracia conceptual que se desangra sobre una piel de toro. Y estamos  encantados.
La misma España caprina y taimada, católica y miserable de siempre, que participa en otra farsa más, vírica esta vez, pero  farsa al fin y al cabo. Qué más da, el virus, como el mar, lo limpiará todo.  
Cuando las medusas ocupan algún territorio, es poco probable que los peces se restablezcan allí, pues las medusas se alimentan de sus huevos y larvas.
Es por eso, y por  cierta predisposición a no dejarme apresar con facilidad, que no  pienso rendir mi territorio abisal  sin pelear. Además, he dejado asuntos pendientes que atender, entre otros, volver a las Odas de Horacio, una langosta en  la Tira do Cordel con unos amigos, y ,todavía no he perdido  la memoria de mi abuelo, como casi todo el mundo.


Let's be careful out there.

viernes, 8 de mayo de 2020

El fulero sastrecillo


52.500 metros, son muchos metros, y muchos cadáveres, demasiada tela que cortar para un número reducido de enterradores. Se necesita mentir mucho para ocultarlos, se necesita mucho cuajo para convertirlos a diario  en el descenso o repunte de una cifra en el periódico y mirar hacia otro lado.
El dia  31 de mayo  Clint Eastwood cumple años y por tal efemérides, el canal TCM emite, a lo largo de este mes,  un ciclo con algunas de sus mejores  películas. Soy un devoto admirador del nonagenario cineasta californiano tanto en su faceta de actor, como, y de manera singular, en la de creador y director. En ambas  ha conseguido firmar unos trabajos de una peculiaridad inimitable.
Debido a ello, recuerdo como en uno de sus filmes, el protagonista invita  al enterrador del pueblo a tomar las medidas de los dos hombres a los que se va a cargar en  un duelo. Dicho y hecho,  el "hombre sin nombre " es un hombre de palabra. A los pocos minutos, dos cadáveres yacen en el suelo.
Ahora bien, cuando se trata de medidas, nadie ha tomado tantas y con más imprecisión , no será por falta de cadáveres, como el gobierno de  Pedro Sánchez. Su ineficacia está a  la altura de la falacia de de sus discursos, y se aproxima a su talento innato para la mentira. El hombre con nombre es también fiel, aunque en su caso, no precisamente a la verdad.
Soy consciente de que no es inteligente esperar de un patán ni  la lucidez ni el conocimiento cuando pintan bastos, ni  tampoco, el oficio de un sastre de Savile Row a la hora de medir, pero, tragar cual comesables los embustes de un fulero contumaz ,que tiene como divisa la mentira , es más  de lo asumible por cualquier ciudadano decente, entendiendo como decente aquel que está al dia en el pago de sus impuestos aunque no dé, necesariamente,  de comer a las palomas.
 Ahora que se han puesto de moda las líneas rojas, procuro alejarme  de ciertos márgenes. 
El presidente es alérgico a la verdad, solo de pensar en ella, su glotis se cierra, su rostro enrojece, sus gestos anticipan  los primeros síntomas de asfixia. No me refiero a lo que sea la  verdad, que es una cuestión  metafísica sino a lo que es verdad, que es algo epistemológico y que requiere de la teoría de la conformidad, no de la del Ser; y así, la verdad puede tener muchos sentidos, pero siempre habrá en ellos algo común: la existencia de una relación sujeta a leyes entre la expresión verdadera y la situación a la cual se refiere.
Pero vivimos en pleno postmodernismo gelatinoso ,y como dijo Claudio magris, la morralla de las misas negras tiene el mismo valor que el pensamiento de San Agustín. Nos imponen una realidad en la que todo es igual, nada es mejor; nos idiotizan, nos conducen desbocados hacia un culo  de saco.
  Desde el poder se fomenta  la  anomia social, se ensalza una igualdad de redil, se pondera el uso de los conceptos, se desprecian las palabras claras  y distintas que aspiran a lo que es verdad. Se mezclan campos y valores y la mentira resultante es la peor de las mentiras. No son las grandes cuestiones de la ciencia las que llevan al enfrentamiento sino aquellas relativas a cuestiones morales. Las manifestaciones y piquetes no suelen formarse por matemáticos que discuten sobre la validez de algún teorema,  de ahí la importancia de la exigencia de una búsqueda de soluciones verdaderas.  
Así pues, es necesario advertir que existe un mundo de realidades en el  que precisamos indagar para conocer, y que, nuestros sentidos, decantados a través del  proceso biológico e histórico que llamamos evolución, son la mejor prueba de ello. Es nuestra obligación moral repudiar, hoy más  que nunca, a  la mentira y a los mentirosos." La mentira, escribió Fernando savater, nos acerca a la muerte porque falsea los precarios remedios que podríamos buscar para enfrentar los peligros que nos acechan [...] Las mentiras son siempre, más bien antes que después, el sello antivital de nuestra destrucción".
Sea el fenotipo de español velazqueño: enjuto, correoso, de metro setenta y cinco y sean, hasta la  fecha, 30.00 los muertos. Sea una multiplicación:
 52.500 metros, son muchos metros, y muchos cadáveres, demasiada tela que cortar para un número reducido de enterradores. Se necesita mentir mucho para ocultarlos, se necesita mucho cuajo para convertirlos a diario  en el descenso o repunte de una cifra en el periódico y mirar hacia otro lado. En el dominio de nadie, nadie mejor que Pedro Sánchez. Para desenmarañar la mentira, nadie mejor que Harry Callahan.


Let's be careful out there
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miércoles, 6 de mayo de 2020

Liberté



Por eso, entre otras cosas, guardarè en mi memoria los nombres de los municipios  entre cuyos límites me confinan y así no olvidar el rostro de quien me desposeyó de la libertad, de quien me quiso someter y confinar, de quien me intentó imponer su  raya, y el de sus adláteres.
Tengo querencia por el ciclismo. A lo largo de muchos años he atravesado paisajes, bordeado cercos, y contemplado muchos rostros. Mi corazón se ha  acostumbrado a manejar ritmos distintos, mis piernas habituado a exigencias dispares, mis ojos han escrutado multitud de horizontes, y en ocasiones, sufrido el polvo. 
He guardado en mi memoria nombres de lugares olvidando otros. Sin embargo ayer sentí , por  primera vez, que el camino tomado no era fruto de mi voluntad resuelta, de una decisión abortada por la aparición del  aguacero repentino, del relámpago que anticipa la tormenta, o del empeño feliz por demorar la jornada, sino de la imposición abusiva  de una ley que me obliga a pedalear por caminos pautados durante el tiempo, pautado también, en el que se permite la práctica deportiva. El ciclismo, un suponer.
El gobierno, al amparo del  declarado estado de alarma prohíbe  aventurarse fuera de los límites de cada respectivo  ayuntamiento. Una medida que es parte de un plan que, lo confieso con franqueza, no soy capaz de comprender  sin cierto repudio. Por eso, entre otras cosas, guardarè en mi memoria los nombres de los municipios entre cuyos límites me  confinan y así no olvidar el rostro de quien me desposeyó de la libertad, de quien me quiso someter y confinar, de quien me intentó imponer su  raya, y el de sus adláteres. 


En un Estado de derecho democrático desposeer o limitar la libertad de los ciudadanos, aun cuando se den unas circunstancias excepcionales como las que nos toca vivir, no es algo que se pueda tomar a la ligera, pasar por alto y mucho menos consentir, sin más.
Por todo ello  siento la obligación de plantear las siguientes y necesarias preguntas, cuya respuesta dejo a criterio de cada cual:
 ¿cuál ha sido el espíritu del legislador?,¿cuál es su objetivo?, y sobre todo, ¿a quién beneficia? 
Decía Juan de Mariana que: "A medida que crecía la maldad de los hombres, creció la multitud de las leyes, de tal forma que hoy nos preocupan más las leyes que los propios vicios que reprimen, sin que baste ya el esfuerzo y el trabajo de Hércules para limpiar los establos de leguleyos".
Ahora bien, estas  juiciosas palabras no pueden servir de subterfugio  para escurrir el bulto y evitar la reflexión sobre el problema de la conciencia moral, lo verdaderamente sustancial en este asunto.
Siguiendo el principio de la epiqueya, "las leyes han de interpretarse de acuerdo con el sentido, y no a tenor de la letra, y ha de evitarse el rígido enfoque legalista de cada caso particular"
Aun esgrimiendo la utilidad pública y el interés general como pretextos, un Gobierno debe de poner un especial cuidado cuando asume el manejo de las riendas de la libertad de sus ciudadanos.   Debe de examinarse con detalle la situación y tenerse en cuenta una pluralidad de circunstancias, consecuencias y alternativas de la acción. Asimismo, debe de contrapesarse la aplicación de  normas de preferencia y principios de ponderación de bienes.
Con todo, no olvidemos que cuando el fondo de la conciencia moral es inauténtico puede ser desenmascarada tan pronto pierden vigencia las conveniencias sociales que la sostienen, y que Pedro Sánchez es un personaje amoral. Ahí lo dejo.
Ahora bien la libertad es exigente; requiere de una conciencia no embridada que  apele a la prudencia. Esa virtud tan aristotélica, que en cualquier asunto público está por encima de la ley,  exige cierto grado de madurez y una responsabilidad que no todos tenemos.
En su magistral ensayo "el Enjambre" Byung- Chul Han escribe lo siguiente: " la actual multitud indignada es muy fugaz y dispersa. Le falta toda masa, toda gravitación, que es necesaria para acciones. No engendra ningún futuro."
Allá cada uno.


Let's be careful out there.


martes, 5 de mayo de 2020

Fantasía y fuga


  
El instante es la  inaprensible fugacidad de lo decisivo. Cuanto más lo ansiamos más se nos escapa.

El  instante no tiene historia ni proyecto.
El instante es  percatarse del destello  que es duración, pero que al mismo tiempo es transcendencia y eternidad.
 El instante es inaccesible, no podemos atraparlo ni perderlo. El instante es la  inaprensible fugacidad de lo decisivo. Cuanto más lo ansiamos más se nos escapa. En el instante no hay dentro ni fuera. El instante es una experiencia poética del mundo, la intersección de la belleza reducida a un punto sin coordenadas. El instante es refractario a la fiscalidad del valor, pues es inconmensurable. El instante no tiene conciencia pero perdura. Ahí, sin saber cómo ni porqué. En ese ahí, somos una inmensidad.

Fantasía y fuga. Bach. Glenn Gould

Let's be careful out there.