sábado, 21 de marzo de 2020

De Rerum Natura.


LA HISTORIA NO HACE CONCESIONES. LO QUE SOMOS HOY SE PUEDE CONSTRUIR SOLAMENTE CON PACIENCIA
Tullio Campagnolo.


 He perdido diez minutos de  valioso tiempo vital ( valioso porque es mío) escuchando el insustancial monólogo interior de un soberbio. Ninguna sorpresa.
La abyección del personaje es abisal, su amoralidad posee la densidad  de la pez, su capacidad política para resolver problemas, al margen de su Don natural  para la intriga, nula: Es un botarate, un botarate peligroso. Vive al margen de cualquier tipo de virtud. No obstante, ¿a quién cojones le puede importar lo que siente o deja de sentir Pablo Iglesias?, ¿ quién, en sus cabales, puede valorar en algo su opinión, darle el más mínimo crédito? Estamos saturados de discursos. Basta ya. 
Repentinamente hemos abandonado el lenguaje inclusivo. Contamos infectados, muertos, desatendidos. De manera natural , los políticos utilizan el masculino genérico "para designar la clase que corresponde a todos los individuos de la especie sin distinción de sexos". Gramática, RAE. 
¿Estará inoculando el virus cierto grado  de inteligencia en las reblandecidas meninges de quienes  ( valga la ironía ) nos dirigen?.
En un sentido político, Aristóteles define sociedad como "una agrupación de individuos humanos constituida sobre un territorio-nación que participando de una cultura común y de las mismas instituciones sociales, se relacionan entre sí para el desarrollo de sus intereses comunes y la consecución de sus fines".
 Necesitamos decisiones concretas, los Seminarios están vacíos, los locales  sindicales cerrados: qué buenos espacios para improvisados hospitales. Obispos y  marxistas del mundo, arrimen el hombro- no les pido que rompan  el metro de distancia, abandonen la cuarentena, o se salten a la torera, sin más, ningún Real Decreto ley-, les pido que aporten algo, que sean por una vez útiles a la sociedad que los mantiene: venga anímense, unidos podemos.
En el año 1707, en su carta sobre el entusiasmo ( libro de cabecera) Shaftesbury describió de forma precisa la naturaleza de la mezquindad inscrita en el alma de  ciertos hombres en párrafos como el que sigue: " La solemnidad está hecha de la misma esencia que la impostura: no solo nos lleva a engañarnos sobre otras cosas, sino que es propensa a engañarse a sí misma."
Sin embargo, (dejando a un lado la Hez  de la tierra) hoy realmente quiero acordarme de un visionario, de un espíritu audaz, intrépido , de un gentilhombre, que desarrolló piezas de ingeniería precisas y eficaces. Un hombre a quien debo horas de absoluta felicidad, de goce pleno, pues, cada vez  que monto en bicicleta, sé, con absoluta certeza que ninguno de los componentes fruto de su ingenio fallará. 
Pedalear, respirar el paisaje, disfrutar de la compañía de mis amigos, mirar, sentir el latido del mundo( del mío) sin preocupación . A todo ello ha contribuido y en no poca medida  Tullio : soy deudor de su ingenio. Y es que no hay nada más fiable, que el mecanismo de precisión de un cambio Campagnolo.
El 11 de noviembre de 1927,Tullio Campagnolo, en plena ascensión de la Croce d’Aune,se vio en problemas. Sus manos ateridas no tenían fuerza para  aflojar las tuercas de mariposa de la rueda trasera de su bicicleta y darle la vuelta a un piñón diferente.
Ocurrió en el transcurso del Gran Premio Della Vittoria, y debido a este percance, quedó cuarto. Lejos de refugiarse, amedrentado, en un discurso, Tullio buscó soluciones, y en el año 1930 creó el cierre rápido ( mecanismo que sujeta una rueda a una bicicleta de manera rápida, sencilla, y sin necesidad de herramientas.). Fue la primera  de las 135 patentes con su nombre. 
Del bronce cromado al titanio, todos y cada uno de los componentes Campagnolo son extraordinarios.
No menos extraordinarios resultan sus nombres, desde el humilde Centauro al sofisticado Super Récord ( EPE).
 De Bartali a Nibali, no son pocos los campeonisimos que han optado por Campganolo para montar sus bicicletas. Campagnolo nace de la competición, desarrolla el ciclismo, lo lleva a su pura expresión. 
 Cada vez que mis  dedos acarician una maneta Campagnolo, lo hacen de forma  intuitiva, rápida, y decidida. Cada vez que al activar el cambio suena ese click inconfundible, cada vez que percibo el  susurro único de una cadena Campagnolo, me llena con su plenitud una de las formas más elevadas del goce. Sé que es así porque me rio y advierto  la risa de quien pedalea mi lado ( conmigo), la complicidad de quien habla mí mismo idioma.
Le debo a la vieja Italia muchas cosas, le debo el civilizador  Derecho, le debo los versos de Virgilio, le debo a Buonarotti, a Leonardo a Mantenga, y a tantos otros, inabarcables, pues son legión; le debo la exquisitez  de los tercetos de Dante y su Comedia, le debo a Petrarca, le debo las leyendas forjadas en el otoño Lombardo de hojas muertas, y las sobremesas de Dolomitica emoción ante la televisión. Le debo  también la elegancia de Del Piero con un balón en los pies, y la fascinación ante la historia  de la rivalidad Copi- Bartali. Le debo ciertos planos de Visconti, los sueños surgidos de Cinecittà, le debo a Lucrecio, y todas las posibles fugas contenidas en las Metamorfosis de Ovidio. Le debo la belleza hipnótica de Sophia Loren,el temblor de Verdi, la demora del tiempo delante de un café, las curvas del circuito imaginado por Baricco en  Questa Storia. 
Le debo muchas cosas porque gran parte de mi universo estético y filosófico tiene su origen en Italia. Entre todas ellas, hoy  he querido rescatar a Tullio Campagnolo.









jueves, 19 de marzo de 2020

Yo sé quién soy.

(Represéntase la brevedad de lo que se vive y cuán nada parece lo que se vivió)
Ah de la vida!»... ¿Nadie me responde?
Aquí, de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde.
¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la Salud y la Edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; Mañana no ha llegado;
Hoy se está yendo sin parar un punto:
soy un fue, y un será, y un es cansado.
En el Hoy y Mañana y Ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.
 Quevedo, Parnaso español


Lo contemplo Yo, no tengo la menor idea de si lo  contemplamos, ni me importa. Mejor dicho me importa, me preocupa y me indigna. 
Me entristece que lo contemplemos  y que lo consintamos, y que encontremos refugio y esperanza en el hecho de que hay que estar tranquilos porque solo se están muriendo ellos, nuestros mayores ( estúpida expresión). 
Lo contemplo Yo, y por eso, Yo, lo denuncio. 
Según la estadísticas, podemos respirar  tranquilos porque la pandemia sólo acabará  con los viejos, lo cual, además de falso, es nauseabundo.
Lo contemplo Yo, sí, Yo, quién si no. Un Yo  que crece y envejece , como todos, cada día que pasa,  un Yo, que se consume luchando (viviendo), un Yo deudor , como todos, del  esfuerzo de sus padres y sus abuelos, un Yo, si, un Yo que se avergüenza de formar parte de una sociedad moralmente infecta  y miserable, un Yo,  que se responsabiliza y acusa, (por acción u omisión), de negar la desgracia, que se sonroja por haber creado una estructura social alrededor de un repugnante  pantanal rebosante de  mierda, de tolerar un sistema al que no le importa sacrificar a los viejos, los mismos que nos salvaron con su sacrificio y resistencia a costa de guerras ,hambres, cárceles  y exilios. Esos a los que sepultamos bajo la pesada losa del desprecio, del abandonado , de la soledad, y del olvido: viejos instrumentos que solo afinamos para sacarles la pensión, a los que acariciamos con gestos trémulos,  a los que esclavizamos a conveniencia como canguros. 
Somos un lodazal moral que ha engañado a una generación entera  con los señuelos de la libertad y los derechos fundamentales a cualquier precio. Hemos aprobado leyes de memoria histórica, desenterrado odios, exhumado momias , malgastado nuestro tiempo  y recursos en fuegos fatuos que sólo han servido para enriquecer a unas élites políticas repletas de paniaguados e irresponsables hijos de la gran puta. 
Desde lo alto de nuestro soberbio y débil andamiaje de Exin Castillo, como ciegos gigantes, hemos  destruido a martillazos la memoria de nuestros padres, el único y verdadero patrimonio que deberíamos proteger conservar y transmitir.Aunque solo fuera por egoísmo, porque nos va la vida en ello.

Cuando pase la peste, quienes queden, si queda alguien, entre el escombro  moral de nuestra especie tendrán que recoger su corazón, y con inéditas manos,   repletas de noche ,como si fuese la primera vez, darle un  nuevo Lum Dum .


Ahora ,valor, inteligencia, y audacia.



miércoles, 18 de marzo de 2020

Amanece, que no es poco.

Antes vivían sobre la tierra las tribus de hombres sin males,
sin arduo trabajo y sin peligrosas enfermedades…
Pero, Pandora quitando con las manos la tapa de la caja,
los espació y ocasionó penosas preocupaciones a los hombres.
Solo allí permaneció la esperanza, en infrangible prisión, bajo los bordes de la caja…
(Hesiodo, Los trabajos y los días)



 Mientras aguardaba el borboteo del café, frente  al ventanal de la cocina, un nuevo amanecer extendía su espacio  sobre el perfil del horizonte. La luz se fue dilatando, de forma paulatina adquirió cuerpo, impuso su latido  ajena a la tristeza y la felicidad de los hombres, ajena a mi. Cabalgando la noche, dibujó un borrador sobre el perfil de los edificios, fijó con  breve trazo, como en escorzo, la posibilidad de un nuevo tal vez. 
Absorto, me demoré en la contemplación de su alucinación  de acero, en sus matices de presagio, y enredado entre su nebulosa,  dejé que me poseyera, fascinado, la visión de una escuadrilla de Migs-21 que en perfecta formación en V se desplegaba  delante de mis ojos.

 La estela de los aviones generaba un espacio blanquísimo, un lugar previo a todo, un hueco en el que se escondía la promesa de una forja. ( Una forja tiene una fragua  que calienta el metal, un yunque, y un recipiente en el que se enfrían las piezas forjadas para templarlas ). Entonces, imaginé que èramos capaces de forjar y templar  un anillo poderoso que nos hacía invencibles al desánimo, que nos volvía más solidarios, más conscientes del valor de los pequeños detalles con los que la vida nos alerta de su frágil belleza, que nos advertía  de la poderosa hermandad que se oculta entre la risa y el llanto, del valor incalculable de cada beso, de cada caricia, de cada abrazo que nos damos. Un anillo que nos enseñara, de una vez por todas, la importancia de todo aquello que merece realmente la pena, de que no" hay nada regalado"( Walter Bonatti)  y de que a la hora de tomar decisiones o calcular riesgos ,la razón se impone siempre al desatino purulento que supuran las ideologías. Un anillo forjado con el dolor y el grito de un planeta que se agota y quiere respirar. Un anillo cuyo precio no es la renuncia al amor, exigido al nibelungo Alberich, sino el compromiso, la responsabilidad y el goce inteligente con lo que nos hace disfrutar. Es decir un anillo ético y estético templado con el corazón, la cabeza, y con las manos que nos humanizan. Los Migs que he visto no surcan ningún cielo, atraviesan nuestro corazón y lo devoran. En la estela que dejan está el misterio , nuestra oportunidad, y  nuestra esperanza.


jueves, 12 de marzo de 2020

Ècrasez l' infâme

¿A qué espera la  Conferencia Episcopal Española para suspender todas las procesiones  y celebraciones de semana Santa? Tendrá que hacerlo, debería de hacerlo ya, sin más demora. De lo contrario, habrá contribuido no solo a la propagación de la pandemia sino que será culpable directo del contagio de miles de personas ( como ya lo son todos los ministros/as que asistieron y consintieron las manifestaciones del domingo) que movidos por su fe ciega y analfabeta asistan a cualesquiera de las celebraciones.
Asimismo, deberían cancelarse las misas diarias y demás oficios. Es un imperativo moral que cabe exigir a quienes  tienen las riendas de la Iglesia y cuyos mandatos, recomendaciones , y normas influyen de forma tan poderosa en el comportamiento de sus feligreses. Además, puesto que la edad entre los habituales suele ser avanzada, el imperativo es exigible a fortiori.
 Las recomendaciones, hasta el día de hoy, son ridículas.  Cuesta imaginar ,que se encuentre entre los sapiens el tiñalpa  ( adjetivo revertiano)  que ha propuesto medidas como las que siguen: ( transcribo de forma aproximada) "La conveniencia de retirar el agua bendecida de la entrada de las iglesias.
Ni besos ni estrechar las manos en la paz. “En el momento de ofrecer el signo de paz, puede utilizarse otro gesto más reverencial de inclinación de unos a otros”. Besapiés y besamanos, en cuarentena. “Los gestos de devoción a las imágenes pueden realizarse de distintas maneras. Por ejemplo, que tome protagonismo la mirada a la talla o la inclinación del cuerpo.Higiene en las manos antes y después de misa, especialmente los sacerdotes. “Los ministros que distribuimos la comunión, hemos de lavarnos las manos antes y después de distribuir la comunión”.
Después de esta lista  de pautas incongruentes, Monseñor se se ha quedado de una pieza, como si nada. No  ha descompuesto su gesto tras haber defendido, de manera criminal, "mantener las iglesias abiertas y echar mano de la fe para combatir el virus del miedo". No  los tiene más grandes el caballo del General Espartero. Pero el irredento Monseñor se viene arriba y continúa diciendo: 
 “Nos parece importante mantener los templos abiertos. Quizá este virus mundial nos sorprende y genera situaciones de preocupación y angustia”. “Ha aparecido el virus de los miedos, de las falsas noticias”, por lo que considera necesario “mantener abierto un lugar donde la confianza y el significado de la fragilidad”.
En la última época de su vida, Voltaire (1694-1778),  solía terminar sus cartas con la consigna Écrasez l’infâme, nunca una consigna ha sido tan necesaria. En una sociedad abierta y libre Monseñor Argüelles estaría en prisión preventiva (con una camisa de fuerza ) por atentar contra la salud pública.
SIC TRANSIT GLORIA MUNDI.

miércoles, 11 de marzo de 2020

La tormenta perfecta.

San Roque en el  Hospital. Tintoretto.

"Tenemos mucha prisa para construir un telégrafo magnético desde Maine hasta Texas, pero puede ser que Maine y Texas no tengan nada importante que comunicar".
Thoreau,1854.
Tras escuchar con atención la rueda de prensa de Pedro Sánchez comprendí, sin el menor atisbo de duda, la dimensión realmente ignominiosa  del personaje. "Haremos lo que haga falta, como haga falta y cuando haga falta "repetía impertérrito cual Winston Churchill redivivo. Podemos/as respirar tranquilos:  Pedro " la farsa" Sánchez regresa de su cuarentena y cabalga de nuevo. Un discurso repleto de retórica infantil, de palabras mendaces, de excusas para justificar el retraso de la puesta en marcha de medidas verdaderas y serias ( criterios científicos), de promesas y soluciones basadas en el dinero. 
Ahora bien, lo más difícil de digerir entre los detritus que los periódicos  han generado,  al margen de Sánchez, es la certeza de que nos toman por imbéciles. La  mayoría de los editoriales y artículos de opinión reflejan la complicidad servil, sin apenas fisuras, de los Medios con el Poder, ( el gobierno anuncia, trabaja, adopta medidas ) ensalzando  la las soluciones adoptadas, cuando lo cierto es que no ha hecho nada, hasta ahora, salvo autorizar manifestaciones y mítines que deberían haber sido aplazados.
El coronavirus es un sólido problema en una sociedad líquida que se extiende alrededor de nosotros como un alboroto inoportuno, con la insaciable hostilidad de una mosca cojonera.
Escribió Thoreau en Walden:
"¿Qué es un curso de historia, filosofía o poesía, por bien elegido que esté, o la mejor compañía, o la más admirable rutina de la vida, comparados con la disciplina de mirar siempre lo que hay que ver?"
El ministro de sanidad declaró hace unos días, con criterios científicos se supone, que  " esperamos que no haya transmisión local, y si la hay será limitada y controlada; nos mantenemos en situación de contención, no es necesario elevar el nivel de alerta, si mi hijo me pregunta si puede ir a la manifestación le voy a decir que haga lo que quiera... "sin embargo, una vez tuvieron lugar   las manifestaciones del 8 M, y apenas los últimos  operarios limpiaban los  residuos de cháchara vacua del Palacio de Vista Alegre, a lo largo de la profunda madrugada del Domingo, se gestó la supertormenta, la tierra tembló, se rasgó el cielo , y la epidemia, mostrando su verdadero rostro, se convirtió en una una pandemia de colosales proporciones. 
Ahora, se nos reclama responsabilidad por quienes han sido  unos absolutos irresponsables.
Nos dicen que confiemos en ellos, que lo tienen todo previsto, que se están tomando las medidas necesarias. Nos piden que seamos solidarios, que en momentos críticos como este, es necesario mantener la calma y mostrarnos firmes y unidos/as, pero nos  educan en la postergación infinita de nuestras responsabilidades , en la reticencia al esfuerzo, en el consumo inmediato de realidades paralelas, de ahí que seamos incapaces de afrontar lo imprevisto, porque nos han enseñado a vivir en el acomodo, porque nos prefieren ciegos, irreflexivos, y a merced de 17 gobiernos que tejen  y destejen madejas de planes por separado. 
Decía Woody Allen( otro genio víctima del oprobio y los juicios sumarísimos) que "la vida es como ese chiste de las dos señoras que están en un balneario y una dice — ¡La comida de este sitio es realmente repugnante! y le contesta la otra — Sí, y además qué raciones más pequeñas".
Estamos a merced de mandatarios  que se amparan en los errores de los otros para justificar  y extender sus desmanes, de élites de poder a las que solo importa el rédito político de sus actos. Servimos a  cantamañanas peligrosos que han convertido las instituciones en una cueva de Ali- Baba
¿Qué nos cabe esperar? . De ellos, Nada.
Desdeñemos sus cuitas y fiémonos de las pautas científicas, son sencillas, eficaces, y cumplirlas, depende de nosotros. Aprovechemos el marco que nos oprime para ,como Sherezade, contarnos historias.
Desde el espacio, un satélite recoge imágenes de China con un cielo más limpio, tal vez no sea aún demasiado tarde.





lunes, 9 de marzo de 2020

Reflexión obsidional

Un día decidí llevar una vida un poco menos lineal –un poco más aventurera, más agujereada, un poco más inexpresable, un poco más salvaje, un poco más real”. Porque “vivere non est necesse navigare necesse est”
Pascal Quignard. 
La salida de los Argonautas. Giorgio De Chirico.

En  marzo de 1348 la peste invadió la ciudad de Florencia. La epidemia venía del Sur en la panza de los barcos que hacían la ruta de las especias. No había por qué alarmarse. Las ratas la empujaron hacia la Toscana.
En estos días de marzo de 2020, otra epidemia de impredecibles consecuencias, cabalga a lomos de la  soberbia extendiéndose como mantequilla caliente sobre nuestra opulenta fragilidad.
  Habitamos  geometrías seguras, espacios lógicos en los que creemos que cada causa tiene su efecto, olvidando que los espacios tienen también  sus antípodas. Basta con cambiar de lugar, desenroscarse a la plácida cotidianidad de nuestros refugios para sentir el escalofrío que precede al miedo. La orfandad  invade nuestro ciego racionalismo material, prueba la fortaleza de nuestro instinto solidario ante las amenazas.
 Se prohíben las aglomeraciones de más de mil personas (no todas), se cierran universidades y colegios, nos aconsejan  que evitemos besarnos ,nos advierten del peligro de abrazarnos, nos conminan a mantener  una distancia  de seguridad de un metro en las barras de los bares, a no limpiar de nuestros labios la espuma de la cerveza, el virus nos asedia, hay que enfrentarlo por tierra, mar y aire ,sin tregua Sea pues.  Esta vez, no serán las ratas quienes lo empujen sino la indecisión y la división, el acomodo burgués, y la prepotencia que reside en nosotros.
"Jamás se vio en parte algún azote semejante y víctimas tan numerosas; los médicos nada podían hacer, pues de principio desconocían la naturaleza de la enfermedad. Además, fueron los primeros en tener contacto con los pacientes y morían en primer lugar». Así describía Tucídides en su 'Historia de la guerra del Peloponeso' la plaga que asoló Atenas desde el 430 hasta el 426 a.C. No había por qué alarmarse.
 Hacia finales de Diciembre nos llegaron las primeras noticias de un brote vírico que se iba cobrando vidas, y por muy abyecto que nos parezca, nos importaba una mierda. Había ocurrido otra veces en Arabia, en China , en cualquier caso, lejos de nosotros. Desde el margen de seguridad que otorga la distancia cierta, con el desdén de los que se sienten protegidos, desde toda nuestra arrogancia ignorante, nos hemos convertido  en Intocables; incluso algunos jainistas cretinos ,ven en el virus un castigo divino por comer perros y gatos. 
Lo imprevisto, ( una mutación vírica  lo es) corroe las estructuras sociales, trae la devastación moral , acelera  el colapso de las instituciones.
 Tiempos recios asoman en el horizonte, una nueva  ocasión para expandir la responsabilidad individual, la solidaridad, el conocimiento, y el espacio crítico. Contaremos los  muertos  por decenas de miles, la especie saldrá fortalecida. Entretanto, como Bocaccio en Villa Palmieri, derramémonos en el placer de contarnos historias. Disfrutemos de la vida.  No dejemos que nos manipulen . Solo amasando nos convertimos en hogaza.
Stairway to Heaven. Led Zeppelin.


sábado, 7 de marzo de 2020

la memoria de las sardinas

...es alboroto, podredumbre, rutina, es una cierta irisación de la luz, una vibración particular, es nostalgia, es sueño. La Calle de la Sardina, es el caos. Caos de hierro, de estaño, de óxido, de trozos de madera, de pedazos de adoquines, de zarza, de hierbas locas, de cajas de desecho, de restaurantes, de malos lugares, abarrotado de tiendas de comestibles y de laboratorios. Sus habitantes, dijo alguien: “son chicas, chulos, jugadores de cartas e hijos de prostitutas”; ese alguien hubiese podido decir: “son santos, ángeles y mártires”, hubiese sido lo mismo.”
 John Steinbeck

Buscaba un quita grasas cuando entre los aerosoles de limpiar alfombras y los botes de lejía que se encontraban en la despensa, encontré una lata de sardinas. No sabía quién la había olvidado ni cómo había llegado hasta allí. Regresé a la cocina, la miré, y arrojé con desprecio la lata a la basura, sin embargo, una fecha, una inscripción grabada, me llevó a revolver en el cubo y recuperarla. Pese a lo descolorido de la caja, podía leerse  con claridad : Consumir preferentemente antes del 05/ 03/ 2019: llevaban un año caducadas.
Preferentemente, a diferencia de consumir antes de, otorga la posibilidad de elegir más allá del imperativo categórico de un plazo fijo e inamovible. Ni las  manchas de óxido en la hojalata, ni la resistencia del metal al abrelatas,  ni mis dedos pringados de aceite, impidieron que la abriera.
Las sardinas lucían maderadas en un espejismo oleaginoso pidiendo  a gritos un plato, una pieza de pan, un vaso de vino y quizá un lienzo y una mano delicada. 
Cuando las probé, como un ejército preciso de ideas, comenzaron a desplegarse  amaneceres antiguos en el Puerto de Foz, la memoria es caprichosa, en los que esperaba,en compañía de mi abuelo la llegada de los barcos. Naves y hombres, una simbiosis misteriosa de acerados antebrazos acarreando redes, de escamas de sardina pegadas en las manos, de los trabajos y los  días sustentados en su propio derroche.
Existen expertos que sostienen la tesis de que las sardinas en conserva necesitan un periodo de maderación, como la caza. Conserveras prestigiosas como la Belle-iloise, registran en sus latas el nombre del barco que capturó las sardinas, el punto del  Océano Atlántico donde tuvo lugar la captura, y el arte de pesca empleado. En Francia no se tiran las conservas caducadas pues cobran valor con el tiempo. Quizá también con el el tiempo en el mar corran las liebres y en el monte las sardinas.


viernes, 6 de marzo de 2020

la Doma social

Di quella pira l'orrendo foco
Tutte le fibre m'arse avvampò!...
Empi spegnetela, o ch'io tra poco
Col sangue vostro la spegnerò...
Era già figlio prima d'amarti
Non può frenarmi il tuo martir.
Madre infelice, corro a salvarti,
O teco almeno corro a morir!


Il Trovatore. Giuseppe Verdi

 La falacia de Eludir la carga de la prueba consiste en no aportar razones que fundamenten la conclusión de un razonamiento o juicio, en pretender, si acaso, que las aporte el oponente o el acusado, y en sostener algo sin probarlo. Con ella  construimos  el alpendre en el que acumulamos  la leña seca de la infamia en  espera de la hoguera, de la barahúnda en donde arden los señalados con el dedo.
Uno de los últimos  señalados es el tenor español Plácido Domingo. 
Desconozco si Plácido Domingo es un acosador o un depredador sexual , si se ha valido de  su prestigio, o empleado su poder para extorsionar a mujeres. No dudo de que  las denuncias y los testimonios, como los aportados por Patricia Wulf, sean veraces; aliento la investigación de los hechos denunciados, apruebo la acción de la justicia sin dilaciones y la condena , si procede . 



Lo que no puedo admitir, es que lo hayamos  quemado en la pira del oprobio, difamado, y desprestigiado, sin haber sido declarado culpable por ningún Tribunal competente, y contemplemos  con regocijado éxtasis las pavesas desprendidas de las flamígeras torres da la opinión pública, almenas del poder desde las que nos pretenden convencer de que Todos sabemos a ciencia cierta, Todos sabemos a grandes rasgos, al dedillo, al detalle, al milímetro, Todos sabemos con certeza, de buena tinta, fehacientemente, profunda y sobradamente, Todos conocemos detalladamente, en líneas generales y punto por punto. Donde Todos, tragamos montañas de mierda hasta la saciedad.
Vivimos en una colectividad pastueña,  agradecida y arrogante, en un sistema que teme al disidente, que recela del desafecto,  que rehuye al instruido; vegetamos  en una  democracia impostada que aísla al oponente y lo deporta al silencio esclavo del Gulag.
Exigimos garantías jurídicas plenas, en función de quién  sea el supuesto delincuente, a qué actividad se dedique, o qué cargo político ocupe. ¿ Quién tiene el derecho a ser inocente mientras no se demuestre lo contrario?
En los frontispicios de los Tribunales de la democracia de hombres y mujeres libres e iguales en la que aspiro a vivir,  esculpo a sangre y fuego, cincel  en mano, el  viejo e irrenunciable brocardo :
PROBAT QUI DICIT NON QUI NEGAT, 
Dicho de otro modo:
Quien sostiene algo debe probarlo más  allá de toda duda razonable.






martes, 3 de marzo de 2020

Medida por Medida

Nacht Der Langen Messer.
"Si, al igual que la verdad, no tuviese la mentira sino una cara, mejor nos iría. Pues consideraríamos cierto lo opuesto a lo que el mentiroso dijera. Mas el reverso de la verdad tiene  cien mil caras y un campo infinito".
Montaigne, ensayos completos, libro I, CAP IX.
 El salario.(
O.M. 27-XII.1994)(Ley 35/2010)(Ley 3/2012)(O.ESS/2098/2014)(R.D.LG. 2/2015, arts. 26 al 31 y 84.2)(R.D.LG. 8/2015, art. 142.2)(R.D.L. 28/2018)(R.D.L. 6/2019) 
Abono del salario:El trabajador tiene derecho:
A la percepción del salario en la fecha y lugar convenido o conforme a los usos y costumbres.
A la entrega de un recibo individual y justificativo del pago del salario.
A que el abono de las retribuciones periódicas y regulares no se efectúe por períodos de tiempo superiores al mes.
A percibir él o sus representantes legales, con su autorización, anticipos a cuenta del trabajo ya realizado.
A percibir un interés del 10 por 100 anual por mora sobre el importe del salario, en caso de retraso en el pago.

El uso moderno del término izquierda, proviene de los Estados Generales de 1789, cuando la nobleza se sentó a la derecha del rey, y el “tercer estado” a la izquierda. Y, en realidad, fue al revés para todos menos para el rey" nos dice Roger Scruton . 
"Sin embargo, los términos “derecha” e “izquierda” siguen aún vigentes entre nosotros, y se aplican hoy a facciones y doctrinas en el seno de todo orden político."
Viene a cuento el exordio pues da la impresión de  que las opiniones políticas, se extienden a una sola dimensión, que nos estabulan en un corral o en el otro obligandonos a responder según roles sobreentendidos y líneas de pensamiento pautadas para nosotros. Cualquier cosa menos la libertad.
Y la libertad, es el  acto responsable de elegir,  tomar decisiones y asumir las consecuencias de las mismas. Yo hablo desde mi libertad. Mi libertad es una actitud  ética, una mirada que, puesto que me incumbe, es también política, que atañe a mi persona y a mi modo de analizar, entender, y  estar en el mundo. Es un cierto Spleen asumido como condición propia después de años de brega, tras horas, días, y estaciones de libros  y bares y calles. Mi libertad es la esquina en la que me detengo desde mi condición de Flaneur.
Desde esa libertad quiero denunciar con imperiosa  indignación, la situación de absoluto abandono en la que se encuentra un colectivo de trabajadores a los que conozco desde hace muchos años. Gente de la que te puedes fiar y a la que puedes  recurrir si te encuentras en problemas, que se viste por los pies ,y para quienes los contratos se sellan con un apretón de manos.
No piden ninguna dignidad especial por pertenecer a un colectivo supuestamente marginado, no demandan ningún derecho a la autodeterminación , no solicitan asilo político, no exigen que se respete su idiosincrasia especial por ser parte de algún grupo inadaptado o extravagante, no buscan medrar al amparo de  las múltiples administraciones ineficaces que fagocitan nuestros recursos,encubren malversaciones, amparan a caciques, y fomentan el tráfico de influencias. No, lo único que exigen es percibir en forma y en tiempo el salario que les corresponde por desempeñar su trabajo. Parece justo.
Son Técnicos de Transporte Sanitario,  trabajadores cualificados, honrados profesionales  que llevan meses sin cobrar o en el mejor de los casos cobran a destiempo, y a los que se les" amedrenta, desestabiliza,  y castiga con rotaciones " entre las ambulancias de SVB y SVA ( acrónimos que hacen referencia a ambulancias de soporte vital básico y avanzado respectivamente) con la pobre excusa de " mantener   un nivel de igualdad en el personal". Es una lástima que tan noble y loable filosofía igualitaria no se aplique con los mismos escrúpulos a la hora de pagar salarios por un trabajo realizado en toda regla, y cumplir con los convenios y acuerdos firmados con su Empresa . Por otra parte,sería  deseable una Administración  pública más eficiente y transparente, que exija a las Empresas contratadas la suficiente solvencia para hacer frente a sus obligaciones - pagar a los trabajadores debería ser la primera - y que los pliegos se cumplan tanto en su parte administrativa como en su parte técnica. 
 La justa causa de estos infatigables compañeros que, sin menoscabo de su voluntad, continúan en la brecha pese a todo, es la causa de todos aquellos que  como ellos, somos asalariados y no consideramos excepcional que nos paguen por nuestro trabajo.
No son marcianos, sus nombres son Ivàn, Javier, Emilio, Rafa, Dani, Oscar, Moncho , y tutti quanti. Además, estos en concreto, son mis amigos.
El oro del Rin. Richard Wagner. Escena II. Motivos de la fragua y de la esclavitud



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domingo, 1 de marzo de 2020

Melodía Infinita

Die Walküre.


"Me atrae de Wagner lo que me atrae de Schopenhauer, la atmósfera ética, el aroma fáustico, la cruz, la muerte y la tumba"
Nietzsche a Rhode.
"Sólo el consagrado a la muerte puede verme. Extínguese  la luz de la vida a quien me contempla. En el campo de batalla me aparezco ante los heroes. Elijo al que me percibe.
Die Walküre, acto II escena IV ( Brünnhilde)

A veces, la vida nos regala momentos extraordinarios, instantes errantes que colisionan con  nuestra alma ligando sus heridas. La belleza repara.El viernes pasado,en el Teatro Real de Madrid, asistí a uno de esos momentos en los que lo asombroso sucede.  En la tarima del coliseo madrileño flotó, literalmente la fuerza armónica de Wagner expandiendo su melodía Infinita. 
Desde el estreno  de " la Forza del destino" de Verdi en 1860 habrán sido muchas las oportunidades para el pasmo , así lo refleja  Rubén Amón en su libro" Sangre, poesía y pasión" haciendo referencia a la Trinidad Verdiana. Pero el viernes era Wagner, el Anillo, La Valquiria. 
La puesta en escena de Robert Carsen ( a destacar la exquisita sutilidad en la expresión de la idea de abandono  cuando Wotan y Sigmund cubren con su chaqueta a Brunilda y Sieglinde respectivamente, en un gesto común ,y la metáfora visual del rencor y  la cólera cuando Wotan tira la bandeja de manzanas al suelo, arrojando el amor y la felicidad de Freia-) ubica la acción en una tundra inhóspita, un refugio desventurado, entre  cajas de munición y un fuego mísero, en una época de guerra e infortunio cuya rueda no deja de girar impelida por el corazón lleno de tinieblas, en el que, víctima de su incontenible ansia de poder, se ha convertido el hombre.
Podríamos reconocer el paisaje gélido de Stalingrado plagado  de cadáveres en el invierno de 1943, o la escena del lienzo en el que se refleja la  retirada del Mariscal Ney al frente de La Grande Armée pintada en 1856 por Adolphe Yvon. Una panorámica de la  devastación.
Si a ello añadimos el frío  salón central de la (Kehlsteinhaus) residencia de Wotan   tenemos un cuadro completo de los lugares en donde se desarrolla la trama, una red tejida en torno a cuatro pares de parejas cuyas desavenencias se imbrican anudadas  en un fuego cruzado.
Wotan- Fricka: egoísmo y rencor.
Sieglinde- Hunding: Imposición y maltrato.
Wotan- Brunilda :  relación paterno- filial  con complejas tensiones no resueltas, verdadero motor de la acción.
Siegmund- Sieglinde: relación incestuosa, de cuyo encuentro amoroso nacerá Sigfrido.
Teatro Real. Madrid.28/02/2020

De la fuerza de la Naturaleza del Oro del Rin pasamos ahora en la Walkiria, al mundo de las  vocaciones pasionales de los hombres, siempre sobre un trasfondo de seres fabulosos y prodigiosos acontecimientos. Un entramado de presiones  destiladas en torno al eje de la relaciones de poder que se precipitan en el instante anagnórico en el que los gemelos se reconocen, se quiebra el Status Quo, y se alza el verdadero héroe de la Tetralogía que no es otro que Siegmund.Todo el andamiaje Wagneriano se sostiene en la idea de que música y acción son una sola cosa. Las pautas dramáticas están en la música ,de ella procede cada escena, cada gesto, todo regresa a ella. Es la música quién ejecuta  la voluntad de los personajes , la que describe los sucesos; de ahí toda su riqueza de efectos aislados, su colorido su extraordinaria fuerza. En este sentido el trabajo de la Sinfónica de Madrid y del maestro Pablo Heras- Casado es un ejercicio de equilibrio gozoso, más brillante y musculado en los momentos atemperados y algo más desbocado en las pasajes impetuosos.
 Tomasz  Konieczny exhibe una voz brillante, quizá un tanto monótona en algunos pasajes  que le impiden mostrar el egoísmo de Wotan. 
La Fricka de Daniela Sindram resulta convincente en su  desabrido carácter, en su particular idiosincrasia de Diosa de la maternidad, la fertilidad y las artes domésticas. Ricarda Merbeth expresa de manera notable la enorme dimensión vocal que exige  Brunilda.
René Pape hila  el malvado carácter de Hunding con timbre atinado, y Adrianne Pieczonka , difusa al principio, se afianza en el acto segundo como una Sieglinde notable. Sobre todos ellos destaca Stuart Skelton que ofrece un registro de agudos fuertes y generosos: enorme su Siegmund.
La esencia del drama  en el Anillo es el enfrentamiento entre el poder y el amor.
En un mundo sin amor, toda injusticia emana del enorme error que supone la persecución egoísta y soberbia  del Dominio que otorga el poder.
En todo momento y lugar se hace imprescindible la búsqueda irrefrenable del amor que nos libera de la insufrible soberanía de la sinrazón abyecta y esclavizante de los poderosos.
Mantengámonos activos y alerta  mientras esperamos la llegada de Sigfrido.