viernes, 29 de noviembre de 2019

Espacio Sombrìo.

 
El fin último de todo arte es el edificio! En otro tiempo, su decoración fue la más noble tarea de las artes plásticas, las cuales eran imprescindibles para la gran arquitectura. Hoy en día permanecen en un satisfecho aislamiento, del cual sólo podrán ser redimidas a través de la cooperación consciente de todos los artesanos. Arquitectos, pintores y escultores deben conocer y comprender de nuevo la naturaleza compleja de un edificio, en cuanto totalidad y también en sus partes. Así, su trabajo se llenará por sí mismo de aquel espíritu arquitectónico que ha perdido en el “arte de salón”.
Las viejas escuelas de arte eran incapaces de generar esta unidad. Y desde luego, ¿cómo lo iban a conseguir, si el arte no puede ser enseñado? Se debe regresar al taller. Aquel mundo apenas pintado y diseñado de los dibujantes y artesanos debe por fin, una vez más, convertirse en un mundo donde se construyan cosas. Si el joven que siente amor por la actividad plástica vuelve a iniciar su profesión, como en los viejos tiempos, aprendiendo una artesanía, entonces el “artista” improductivo no estará más condenado a practicar un talento artístico imperfecto, ya que sus habilidades estarán conservadas en los oficios artesanales, donde puede alcanzar grandes logros.
Arquitectos, pintores, escultores: ¡debemos volver a la artesanía! Pues no existe el tal “arte profesional”. No existe una diferencia esencial entre el artista y el artesano. El artista es un artesano exaltado. Por gracia divina y en raros momentos de inspiración que superan a su voluntad, el arte florece inconscientemente del trabajo de sus manos, pero una base en artesanía es fundamental para cada artista. Allí reside la fuente original del diseño creativo.
¡Construyamos pues un nuevo gremio de artesanos sin la distinción de clases que levanta un muro de arrogancia entre artesanos y artistas! Permitámonos todos juntos desear, concebir y crear el nuevo edificio del futuro, que combinará todo en una única forma: arquitectura, escultura y pintura, y que un día se alzará hacia el cielo de la mano de un millón de artesanos como símbolo cristalino de una nueva fe.
Weimar abril,1919


 Rocìo Soto. Bauhaus.Dibujo original a tinta y acrílico.
                         Colecciòn particular.


La Bauhaus fue la escuela de artesanía, diseño, arte y arquitectura surgida de la unión de la Escuela de Bellas Artes con la escuela de Artes y Oficios por medio del arquitecto Walter Gropius en Weimar (Alemania) y conocida oficialmente como la Staatliches Bauhaus («Casa de la Construcción Estatal»).
El objetivo de la escuela, encabezado por Gropius, era reformar la enseñanza de las artes para lograr una transformación de la sociedad burguesa.
En 1922, tras la experiencia curricular desarrollada en los años anteriores, queda recogida la estructura de la formación que se llevará a cabo en la Bauhaus. Si bien en el programa de 1919 la división de la enseñanza ya fue estructura (curso para aprendices, curso para oficiales y curso para maestros y oficiales), por el contrario, en 1922 quedan explicadas las características de cada etapa formativa, donde ya podemos observar que el curso completo estaba compuesto por tres periodos bien diferenciados en su programa
:“Instrucción de preparación”, que duraría seis meses y donde se entrenaría en cuestiones de diseño básico y experimentación con los distintos materiales. “Instrucción técnica”, donde se avanzará en formación sobre el diseño, y los talleres cobran especial importancia. Tendría una duración de tres años, y a su finalización el alumno recibía la certificación de estudios de la Bauhaus. “Instrucción estructural para alumnos destacados”, dedicada a aquellos alumnos destacados, consistiría en la práctica de trabajo en edificios de ese momento a la par que entrenarían sus destrezas en el departamento de investigaciones de la escuela. Al finalizar esta etapa el alumno obtenía el título de maestro constructor. Entre la nutrida nómina de profesores, destacaremos los siguientes:
- Johannes Itten (1988-1967). Es sin duda uno de los profesores más destacados de la Bauhaus debido a que fue el creador del curso inicial, que vertebrará la estrategia pedagógica de la escuela en todas sus fases. “El principio pedagógico de ltten puede describirse con parejas de opuestos: intuición y método, o también capacidad de vivencia subjetiva y capacidad de reconocimiento objetivo. Ejercicios de movimiento y respiración iniciaban con frecuencia la clase. Los alumnos tenían que relajarse; sólo entonces podía Itten conseguir dirección y orden en el flujo. El encontrar el ritmo y a continuación la creación armónica de ritmos diferentes ocupaba, como un leitmotiv, las horas de clase estructuradas en torno a tres puntos centrales: los bocetos de la naturaleza y la materia; el análisis de viejos maestros y la clase de desnudo” .

-Paul Klee (1879-1940).
“Las prácticas de composición tenían para Klee la ventaja de permitirle abordar detalladamente la composición pictórica y sus elementos concretos a partir de sus propios trabajos, sin verse obligado a ofrecer un curso teórico riguroso en un plazo de tiempo muy breve” La forma de enfocar los talleres que impartió en la Bauhaus dio lugar a una nueva metodología diseñada por él mismo que, según Droste, “transformó el aprendizaje de la forma (…) en un aprendizaje pictórico de la forma” . A partir de 1923 amplió la oferta didáctica al incluir el color en su docencia, ahondando en las tonalidades existentes entre dos colores, donde estudió los cromatismos existentes entre el blanco y el negro, y diseñó un cronograma cromático a raíz del estudio de los colores existentes en el arcoíris.


-Laszlo Moholy-Nagy (1895-1946)
Se encargará del curso preliminar tras la marcha de Itten, por lo cual ocupará un papel importante dada la relevancia de dicha formación. Frente a la etapa anterior, marcó distancia con el expresionismo al implantar algunas de las bases del constructivismo, buscando dar al curso inicial un enfoque más práctico y cercano a la producción en serie, acogiendo el racionalismo entre sus principios. Prieto alude a ello con las siguientes palabras: “El cambio de orientación quedó resumido en el lema Arte y Técnica, una nueva unidad que supuso el abandono del Expresionismo, el simbolismo y la espiritualidad, dejando paso a una mayor presencia de la máquina en sus múltiples manifestaciones: abstracción, industrialización, dinamismo, mecanización, nuevos materiales y todo aquello que el progreso mecánico y científico traían asociado. Así, los talleres que Moholy-Nagy dirigía buscaban nuevas composiciones, efectos y una expresión formal próxima a la producción industrial, de la mano del Constructivismo Dinámico y una incesante experimentación” .

Wassily Kandinsky (1866-1944). Kandinsky sustituyó a Schlemmer como maestro de la forma en el taller de pintura mural desde el año 1922. Junto con esto, colaboró con Klee en el curso de diseño básico, pasando a convertirse en uno de los maestros del color, que, tal y como él lo concebía, pasaba a ocupar un importante vacío. Kandinsky partía de los colores primarios (rojo, amarillo y azul) y las formas básicas (círculos, triángulos y cuadrados, estudiando la relación entre color-forma desarrollará lo que formará parte de su método pedagógico. Una de sus técnicas docentes más destacada es la conocida como el “dibujo analítico”, recogida por Droste: “los alumnos tenían que copiar, en diferentes etapas, las líneas principales y la tensión compositiva de una naturaleza muerta, hasta obtener la estructura de un cuadro abstracto coherente” . 

-Josef Albers (1888-1976).
Albers se convertirá en el sucesor de Moholy-Nagy tras su abandono, haciéndose cargo del curso preparatorio y rediseñando el mismo. Si bien mantiene los principios de eliminación de la formación que las academias del arte habían mantenido promoviendo la libertad creativa, innovó en aspectos metodológicos y didácticos, centrados en la relación de los alumnos con los materiales, de forma que al dominar sus distintos usos pudiesen escoger aquel material más adecuado para la creación que tenían en mente.
 

La pedagogía de la Bauhaus tuvo un gran impacto en la formación arquitectónica del siglo XX, pero, además, ha influido en muchas de las academias de arte y diseño. El proceso de difusión de su modelo formativo tuvo un primer impacto durante la vigencia de la escuela en la República de Weimar, ya que muchas entidades mostraron interés por lo que se estaba haciendo en la Bauhaus. En este sentido Wick afirma que no es algo que tiene sólo lugar tras su exilio: “La influencia de la pedagogía de la Bauhaus no se inicia en modo alguno tras el cierre definitivo del instituto en 1933 y la consiguiente emigración de sus profesores y alumnos (…), sino que se aprecia ya en la República de Weimar en la formación de artistas profesionales y en la educación estética en las escuelas”. El principal país de exilio para los maestros de la Bauhaus fue EEUU, convirtiéndose en centro de recepción de su actividad profesional y en muchos casos de sus métodos docentes a través de distintas universidades. Para Wittenberg el “renacimiento” de los principios arquitectónicos de la escuela alemana tuvo lugar en la Exposición Internacional de Arquitectura Moderna que tuvo lugar en el Museum of Modern Art en Nueva York en el año 1932. Se trasladan así a un contexto social en el que no tuvieron que preocuparse por la persecución política o las necesidades económicas, pudiendo dirigir sus conocimientos arquitectónicos a través de universidades o cursos especializados de arquitectura interesados por el conocimiento del oficio.

El 11 de abril de 1933 el partido nazi clausurò la sede de la Bauhaus en berlín;19 dìas después de la aprobacòn de la Ley Habilitante con la que Hitler y su gabinete asumìan el poder absoluto para la aprobación de leyes sin la necesidad de conformidad con el parlamento. El argumento esgrimido para su cierre no fue de orden estètico( sin ir más lejos algunos de los paràmetros como lo ortogonal, lo desnudo, y lo contundente que estaban en el programa de edificación de la Bauhaus , fueron asumidos por el nacionalsocialismo) , sino de orden ideològico, acusando a la escuela de ser un centro de de bolchevismo cultural.
El real decreto ley 14/ 2019 redactado por el gobierno de España es una prueba irrefutable, de la utilización del poder con fines bastardos y un ejemplo de cómo hacer saltar por los aires el Estado Social y democrático de Derecho ,evitando el camino parlamentario, que la Constitituciòn contempla para una ley orgánica ( Art 81) y transitar por las arenas movedizas del Decreto Ley, injustificable al no darse ninguna de las condiciones exigidas para el mismo ( art 86).
El Real Decreto-ley tiene por objeto regular un marco normativo que comprende medidas urgentes relativas a la documentación nacional de identidad; a la identificación electrónica ante las Administraciones públicas; a los datos que obran en poder de las mismas; a la contratación pública; y al sector de las telecomunicaciones.
. El fundamento principal de la reforma es sin duda la preocupación por el hecho de que el desarrollo tecnológico implica una mayor exposición a nuevas amenazas, especialmente las asociadas al ciberespacio, tales como el robo de datos e información, el hackeo de dispositivos móviles y sistemas industriales, o los ciberataques contra infraestructuras lícitas (“Se hace notar que La hiperconectividad actual agudiza algunas de las vulnerabilidades de la seguridad pública y exige una mejor protección de redes y sistemas, así como de la privacidad y los derechos digitales del ciudadano”). Todo ello en la línea ya expresada por la Ley 36/2015, de 28 de septiembre, de Seguridad Nacional, que describe los riesgos asociados a las nuevas tecnologías como uno de los principales desafíos de la sociedad actual, y por la propia Estrategia de Seguridad Nacional 2017, aprobada mediante Real Decreto 1008/2017, de 1 de diciembre, que identifica a las ciberamenazas y al espionaje como una de las amenazas que comprometen o socavan la Seguridad Nacional y, en coherencia con ello, identifica también la ciberseguridad como uno de sus ámbitos prioritarios de actuación…): Y todo ello ,con el fin ùltimo de proteger los derechos y libertades constitucionalmente reconocidos y garantizar la seguridad pùblica de todos los ciudadanos….

El aburrimiento es el protagonista de el Rey Pálido de Foster Wallace. A lo largo de sus pàginas somos testigos de conversaciones intrascendentes con mujeres hermosísimas e insoportables pelmazos, descripciones exhaustivas de procedimientos fiscales; una galería de personajes cuya mediocridad solo es equiparable al trabajo que despliegan y que solo la escritura de Foster Wallace es capaz de redimir para convertirlos en seres maravillosos, equiparables a superhéroes que exhiben, en lugar de superpoderes, taras físicas y mentales capaces de marcar a fuego una vida y, de paso, la mente del lector. Digresión sobre digresión, acumulación neurótica de detalles y más detalles, cada uno de los personajes que pueblan esta novela es dueño de una herida a través de la cual fluyen de modo incansable las palabras. Todo es intrascendente y maravilloso al mismo tiempo.
Cerrado el libro y, trazando una línea que nos une con nuestro Aquí y Ahora, todo este aburrimiento sobrevenido, toda la dejadez consciente y amarga de una sociedad varada en el más absoluto de los desatinos, es aprovechado por el poder político para desangrar la libertad de expresión y, bajo el pretexto de la defensa de las amenazas a la seguridad nacional, amordazar nuestra libertad y observar como exangües nos postramos ante la tiranía de un Estado social y democrático de derecho " bajo cuyos ropajes democráticos se oculta el despotismo de un atajo de mendrugos sin escrúpulos ante los que nos allanamos y consentimos.