viernes, 28 de febrero de 2020

La Table.

"... La mesa has preparado para mí frente a mis adversarios, con aceites perfumas mi cabeza y rellenas mi copa…"Salmo 23.


Vuelve acribillado por las balas de un tenebroso fusil, amor yo coseré tus heridas y te daré mi boca. 

Landay de una mujer afgana.

En Francia, el concepto de égalité,comenzó a formarse en la mesa antes incluso que en los círculos filosóficos de la época de la Ilustración. Se reconoció a todos el derecho a comer y a beber bien.
Me atraen las mesas, madera y mármol. Preparar una mesa es signo de civilidad, implica ideas básicas, despliega  todo un abanico de posibilidades de generoso intercambio. 
Desde Homero hasta nuestros días una mesa implica respeto por el huésped, propicia la  demora juiciosa que dilata expectativas ,el disfrute intelligente de la plática, el fraterno deleite, el acceso al abismo de una mirada, el ágape. También puede ser antesala de disputas, lugar  para la firma de acuerdos , adquisición de compromisos, de pactos sellados con un apretón de manos.
 Acata formalidades, asume protocolos, involucra consideración aunque tras las viandas tengas que" matar "a tu anfitrión o" morir" a sus manos. 
Una  mesa faculta un banquete donde se pueden dirimir problemas con argumentos, ejercer cierta mayéutica .En una mesa "blancas y negras empiezan una trama", se triunfa en copas, bastos, oros y espadas o pueden hacerse solitarios. En una mesa se tiran pulsos y cervezas, se firman tratados y contratos, en una mesa se puede morir desventrado, se puede  diseccionar a un hombre, a una sociedad. En fin una mesa educa.
 Pero hay una mesa que me repugna : la Mesa de Negociación, la mesa fruto de la mentira reiterada, de intereses espúreos, de infidelidades consentidas, de la violencia permitida, de la extorsión,  la manipulación del lenguaje, de conductas al margen de la ley; una mesa de Casino bananero  con  cartas marcadas ,un desatino. 
La mesa  de ayer, no tuvo lugar en la Moncloa sino en  la impostura levantada sobre la ciénaga inmunda  de la Oligarquía de Partidos en la que hemos convertido España.
No nos toman en serio,  se mofan de nosotros, han creado un discurso vacío que tragamos y damos por bueno sin someterlo a ningún tipo de prueba.
Diálogo, autodeterminación, amnistía, desjuicializar la  política, venga conceptos y discursos, horas y más horas incubando jerga para terminar poniendo, estreñidos,  un huevo huero.
Cuando dos grandes sistemas de mentira y fraude ( PSOE y Nacionalismo Catalán ) se sientan a una mesa para dialogar , para resolver un problema político causado por" agravios históricos" y deudas sin saldar ( después de  libar, los agraviados, miles de millones del erario público , y pasarse por el forro de los huevos todo tipo de ley que no los beneficie ,con dos cojones) ,cuando en representación del gobierno de España, por un lado, y con calzón rojo- morado,  tenemos a un doctor fraudulento y varios bachilleres iletrados ,y por el lado catalán, con calzón estelado, se presenta un inhabilitado con varios palmeros siniestros, (testaferros de un prófugo de la justicia y varios políticos condenados por sedición y malversación de fondos públicos ) ,esa mesa es una mesa de embaucadores y cobardes. El cobarde  utiliza el poder para trajinar intereses bastardos sin responsabilidad alguna, sin renunciar a nada ni poner nada en juego pues las consecuencias de sus actos las pagan otros, es decir nosotros.
Se crea una realidad paralela que no existe, pero que acaba por convertirse en cierta,; se intenta confundir  la ley y la Constitución, de matute , con términos inhabitados, así, marco legal, causa general ( Lo habrán copiado de Franco?), persecución política…,se intenta cuadrar el círculo, se buscan soluciones imaginativas  como la Audiencia Nacional busca forajidos ( de manera infructuosa ), mientras el grueso de nuestros jóvenes busca empleo ( en Alemania, o Inglaterra) porque aquí no lo hay.
 Mientras tanto en mesas de bares y cafeterías, el pueblo español harto de la situación, entre cañas y raciones de calamares, se agolpa  unido para cantar goles del Barça o del Atleti, con desatendido arrobo. 
Por mi parte , en unas horas " La Walkyria" en el Real.

miércoles, 26 de febrero de 2020

Preludio sobre ruedas.



La filosofía  es una disciplina que nos incita  a pensar, a discernir, a cribar, a sostener  y enfrentar argumentos. Es una práctica cotidiana que nos libera del yugo del Patrón despótico y burlón de lo lineal  y nos mueve a roturar la tierra con nuestros propios utensilios.
Estoicos, epicúreos , socráticos  platónicos y aristotélicos enseñaban una doctrina, una vía luminosa,  una "forma de curarse": "El intento de encontrarse con uno mismo, el equilibrio justo que te protege del dolor y del miedo. "
Se trata de esculpir nuestra propia estatua. Se trata del arte de la sustracción, la habilidad manual para extraer una figura de un bloque de piedra mediante sucesivas detracciones. Entonces, la posibilidad de un mundo nuevo, explota con  cada esquirla que salta .
Una de esas posibilidades afloró  el 7 de Noviembre de 1869 cuando Richard Lesclide, futuro secretario de Víctor Hugo, creó la París - Rouen, inaugurando una nueva forma de tragedia deportiva moderna: las grandes clásicas del ciclismo
En el origen de la causa estaba la difusión de su periódico Le Vélocipède  Illustré y la venta de un velocipedo dotado de pedales.
Escribía Marinetti en el manifiesto futurista publicado  en Le Figaro en 1909:
“…afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido de una belleza nueva: la belleza de la velocidad. Un automóvil de carreras, con su radiador adornado de gruesos tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo… un automóvil que ruge, que parece correr sobre metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia”
Bien, para mí lo que puede correr y rugir sobre metralla y ser más bello que la Victoria de Samotracia no es un automóvil, sino un hombre montado en  bicicleta.

Las clásicas ciclistas surgen del espíritu ilustrado, de la imaginación de periodistas para abarcar nuevos lectores,( Eugenio Camillo  Costamagna y Emilio Colombo de la Gazzeta dello Sport, crearon la Milán- San Remo y el tour de Lombardía en 1905 y 1907 respectivamente,y Karel Streyaert  del Sportwereld idea el Tour de Flandes en 1913 ) , del desarrollo de la apología del esfuerzo deportivo surgido en los velódromos, ( Paris- Roubaix en 1896) de nuevos y desafiantes imperativos comerciales. Del nacionalismo y revanchismo que brotó tras la  pérdida de Lorena y Alsacia, se inició la París- Brest- París que pasaba por la línea azul horizonte de los Vosgos, de la necesidad de afirmación lingüística la Flecha-Valona en 1936 se afirma frente a la Gante- Wevelgem de 1934.
Todo en ellas remite a momentos  y lugares arrebatadores, a la Belle Èpoque, al romanticismo épico, a "París cuando era una fiesta".

Las Clàsicas huelen a camino,a fango, a polvo, a piedra, arena y barro. Son masculinas y proteicas . Son espacio, horizonte y aventura. Son un escenario para  Mavericks, extensiones para pistoleros que experimentan su némesis tras jornadas extenuantes de sacrificio; territorio que no sólo mide la valía de los discos  y la resistencia de los cuadros .( La Paris- Clermont - Ferrand de 1892 la organizó Michelin para para probar la resistencia a los pinchazos de sus neumáticos ) sino que vertebra  además la audacia de los héroes.
El próximo fin de semana, entre los intersticios del tiempo secular irrumpe la circularidad litúrgica de la epopeya ciclista: Omloop Het Nieuwsblad, Kuurne-Brusseles- Kuurne, Le Samyn, y Strade Bianche ( pura orgía agónica sobre el polvo), preludios sinfónicos  de la Tetralogía de Primavera.
Escribió Serge  Laget en L' Equipe" La Milán - San Remo y el Tour de Lombardía, tienen un alma y son las perfectas garantes, los pilares del universo clásico inventado a lo largo de los años: abren y cierran la temporada. La primera se dirige a un Campeón en forma precoz, a un Sprinter, a un cortador de hilo; la segunda a un hombre en forma tardía, bastante fuerte para dirigir una larga escapada en un entorno sublime."
Para forjar el anillo con el oro del Rin, el enano Alberich debe de renunciar al amor,  en el ciclismo se necesita mucho más que una renuncia para forjar una leyenda.

lunes, 24 de febrero de 2020

Inho

Cada coisa a seu tempo tem seu tempo.
Não florescem no inverno os arvoredos,
Nem pela primavera
Têm branco frio os campos.

À noite, que entra, não pertence, Lídia,
O mesmo ardor que o dia nos pedia.
Com mais sossego amemos
Almada Negreiros. Retrato de Pessoa
A nossa incerta vida.

À lareira, cansados não da obra
Mas porque a hora é a hora dos cansaços,
Não puxemos a voz
Acima de um segredo,

E casuais, interrompidas, sejam
Nossas palavras de reminiscência
(Não para mais nos serve
A negra ida do Sol) —

Pouco a pouco o passado recordemos
E as histórias contadas no passado
Agora duas vezes
Histórias, que nos falem

Das flores que na nossa infância ida
Com outra consciência nós colhíamos
E sob uma outra espécie
De olhar lançado ao mundo.

E assim, Lídia, à lareira, como estando,
Deuses lares, ali na eternidade,
Como quem compõe roupas
O outrora compúnhamos

Nesse desassossego que o descanso
Nos traz às vidas quando só pensamos
Naquilo que já fomos,
E há só noite lá fora.

Odas de Ricardo Reis.



Cuando  en una vieja fotografía colocada sobre el recibidor del piso de mis padres, me encontré de nuevo con su rostro,una luz antigua se encendió en mi estómago y seguí su rastro hasta el verano del 84, nuestro primer verano lejos de la Mariña lucense.
Praia de Buarcos
Había concluido el bachillerato con más pena que gloria  cerrándose así la posibilidad de entrar en la Complutense para  hacer periodismo. Yo quería hablar en la radio y escribir sobre deportes. Me encontraba frustrado, me sentía culpable  por no haberme esforzado más- a buenas horas- y,  la idea de alejarme de lo conocido me confortaba. Necesitaba, o al menos lo creía,  poner tierra de por medio, reflexionar y tomar decisiones - largo me lo fiáis- , por eso, cuando mi padre tomó la iniciativa de ir de veraneo  a Figueira Da Foz,  la recibí con entusiasmo, como la  ocasión que  propiciaría la  catarsis .
 Alquilamos una casa amplia y confortable, no muy lejos da  Praia da Figueira cercana al adosado donde vivían mis tíos, Umberto y Maruja,( hipocorístico gallego de una mujer portuguesa). Mi tía Maruja, todo un carácter, con el mismo  mentón marcado de mi padre, distintivo de los  Ferreira Lisboa. Sin embargo todos mis problemas se oscurecieron cuando apareció, de forma inesperada, la tormenta de mi prima Inho.
Pensar, recapacitar, decidir, ¿ en qué clase de  estúpido me había convertido?
Coimbra.




La vida volvió a mostrarme su pleno pulso el indeleble  mediodía que vino a buscarme para dar una vuelta por la Serra da Boa Viagem, y contemplar  las soberbias vistas de la Bahía, próximas al Cabo Mondego. Todas las respuestas estaban en los paseos por el parque de Las Abadías, en donde a veces , observábamos las evoluciones de los futbolistas do Ginasio, entre los que  destacaban unos angoleños de físico portentoso. Todas las respuestas estaban en la forma en la que Paulo, cadete de las fuerzas aéreas " o meu namorado" decía ella , tenía de mirarme ,condescendiente , de soslayo: desde el principio intuí  que no era trigo limpio, que la acabaría maltratando,como  
 así fue, lo supe años más tarde. Todas las respuestas estaban en mis carreras matutinas en la playa de Buarcos, luminoso arenal, en el que  una mañana compartí entrenamiento con Joao, aquel atleta  de ricitos y poderosos abdominales que le tiraba los tejos a mi hermana. Todas las respuestas estaban  en las bellísimas filigranas de los azulejos de la Casa do Paço, en las visitas al mercado rebosante de mariscos, en la noche en la que mi padre en el Casino- con un par- ,acompañado al piano por el hijo del Señor Jolí, imbécil profesional que se había hecho rico con la industria del vidrio, improvisó un fado de Coimbra  ante la estupefacción de los presentes. Todas las respuestas estaban en el día que  me guió en la Universidad de Coimbra, donde estudiaba matemáticas, por el múltiple tañido de las campanas de la torre do Paço das Escolas , preciso como un libro de horas «nã podia aver boa ordem sem relógio» (no podía existir un orden adecuado sin reloj ), por el eco intemporal de los primeros versos de la Eneida en via Latina, Arma virumque cano, Troiae qui primus ab oris Italiam, fato profugus, Laviniaque venit ( Canto las armas y a ese hombre que de las costas de Troya
llegó el primero a Italia prófugo por el hado y a las playas lavinias),  por  los delicados azulejos de la capilla de San Miguel, en el brillo mudo de los volúmenes de la fastuosa biblioteca Joanina donde se conserva la primera edición de Los  Lusíadas. 
Torre de Belem

Todas las respuestas estaban en nuestra  visita a Lisboa, en la brisa arremolinada en su pelo cerca de  la torre de Belém, en la lección de historia de Portugal con que me obsequió en el claustro del  Monasterio de los Jerónimos, en la inolvidable visita a la librería Bertrand  donde me regaló un ejemplar del libro del desasosiego de Fernando Pessoa,, en el  inefable silencio que se apoderó de mí ante el Tríptico de las tentaciones del Bosco en el Museo Nacional de Arte Antigua, en el café A Brasileira donde al salir me cogió de la mano.
Todas las respuestas estaban  en la exquisita lubina a la brasa (róbalo na brasa)  con patatas y judías verdes, que compartimos en el Caçarola, cerca del Casino. Deliciosa. En su punto. Verdaderamente jugosa por dentro y un pelín tostada por fuera, abierta ( se sirve en escalado) en una fuente que ocupaba toda la mesa.
Todas las respuestas anclaron  en ella, y en ella, gastadas  por el tiempo,  transmutaron en pecio. Sin embargo, en el tiempo mítico no existe un verdadero antes o después, y todo es eternamente presente. Seguimos el rastro de las cosas , tomamos decisiones. Un toma y daca. No  hay respuestas definitivas.
A Brasileira


Johnny be good.

miércoles, 19 de febrero de 2020

Tempus Fugit.

Soy la copa de Néstor, buena para beber, el que bebe de ella inmediatamente es poseído por el deseo de la hermosa Afrodita…"
Copa de Néstor.

Estaba incorporado en la cama  con el estupor propio de los que no saben qué pasó. Su compañero, angustiado, nos mostró la carta. En ella,le  echaba en cara la falta de atención durante los últimos años, las más que escasas caricias, la frialdad de su roce. Decía que se tiraba por la ventana porque la vida  ya no valía la pena, sin embargo, el amplio ventanal estaba sobre su hoja, las cortinas corridas y en el entorno imperaba el orden; no había en la estancia ninguna prueba capaz de anticipar el fatal  desenlace. No obstante, los indicios de lo inexorable  se encontraban en el intenso gradiente de la niebla que se extendía lentamente en el interior de su mente como una inmensa marea de pez. En sus ojos glaucos anidaba la aflicción, la zozobra capaz de adelantar la decadencia y el olvido, ahí se hallaba la bocana del metrónomo fugaz de la vida que lo fijaba a  un pasado inmarcesible al que volvía en busca de amparo y refugio.
 Tomamos sus constantes vitales y le hicimos un electrocardiograma. Todo normal salvo el ligero temblor de sus manos delatando  la silenciosa sombra del Alzheimer extendiéndose sobre su memoria,  como las alas de la enorme águila tatuada en su espalda.
Se habían conocido  en La Habana -nos dijo- el verano anterior a la caída de Batista. Habían reído y llorado mucho, se habían disfrutado: el viaje a Anatolia en busca de la ciudad de Príamo, la huida accidentada de un mundo pleno de goce cuando los Barbudos bajaron de la Sierra,  el trajín de Nueva York a Néjar. Habían comerciado con ánforas, cráteras, cálices, esculturas,vasijas de pinturas negras, con el deseo de los hombres. Habían arriesgado su vida para sacar de la Isla a familiares y amigos, se habían enriquecido y arruinado varias veces. De toda aquella tormenta que había sido su vida , conservaba el sabor de la langosta, la  carne fina, compacta, blanca y delicada dentro de su boca, el estallido rosa de la luz en el crepúsculo de Cayo Jutías,la blanca arena de su playa inabarcable, las gotas de perlado sudor salidas del infinito turquesa del mar resbalando por su pecho, y los grabados de su primera etapa-colgados en el cuarto - que lo habían encumbrado y de los cuales conservaba las planchas en la caja fuerte.
Al lado de una taza de café ,encima del escritorio del salón, dentro de un álbum desplegado ,había un recorte de prensa de un artículo firmado por Leila Guerriero del que destacaba subrayado este poema de Gonzalo Milàn:
"No sé si viajo fuera o dentro de mí mismo ./ Ya no sé si busco el centro o la salida./ Ya no se detrás de quién avanzo / como un paralizado peregrino."
De común acuerdo, dispusimos su traslado al hospital para una consulta con Psiquiatría.
Tempus Fugit. Miles Davis.


sábado, 15 de febrero de 2020

Mnemosyne

Naturaleza muerta con Palimpsesto.

Ningún de vós se achegarà a ningunha  persoa consanguínea para lle descubri-la súa nudez
Levítico  18, 6.






Una mesa puede ser una invitación,un  ágape que lentamente se dilata en el regocijo del encuentro, un topos de memoria cultural,una naturaleza muerta plena de evocaciones. Todo esto es Ada ou cómo contar Unha novela ,performance que firman María Roja y María Chiginskaya y que tuvo lugar el jueves día 13, na Casa do Saber lucense, dentro del ciclo “ Xoves de Moda” del Lubicán.
En torno a una mesa transcurre esta magnífica pieza teatral: experimento dramático sobre la memoria y sus laberintos surgido durante  el lento proceso de restablecimiento de una enfermedad, e inspirado en el novela de Nabokov Ada o el Ardor. Para que el mecanismo dramàtico funcione resulta necesario  que el espectador selle un pacto con los silencios del discurso  asumiendo las inferencias esparcidas a lo largo de la obra en múltiples intersecciones, y se imbuya de todo lo que se muestra. 
Ya en  el inicio, María Roja, cual Virgilio, nos guía desde el Vestíbulo a  la planta subterránea de la Domus Do Mitreo, donde se nos explica brevemente la historia de  diferentes elementos de la época romana que salieron a la luz tras la excavación, recurso dramático para llevarnos al Averno de nuestra memoria. 
Siguiendo  la huella  lorquiana de "comedia sin título"  con la irrupción en escena del" espectador", dejada a modo de indicio  ( sutil resorte dramàtico ) en la arena romana, remontamos las escaleras amarillas que conducen  a la Antitierra. Traspasado el umbral, enfrentamos una mesa repleta de objetos sometidos a presiones culturales poderosas. Cuencos con frutas del bosque, una tetera, dos pocillos, una hogaza de pan y  un  par de libros,  dialogan  con dos mujeres impregnandose con ellas.
A medida que el tiempo humano fluye en torno a ellos, puliéndolos y manejándolos  a través de actos concretos de atención y de siglos en los que toda una coyuntura  ha ido segregando su familiaridad, somos partícipes del caos generoso del que las dos protagonistas  rescatan sus recuerdos.
Son objetos conocidos, primordiales , pertenecen al “aevum “, ese tiempo que tiene un principio pero no un final. 
El montaje, a modo de trompe l’oeil,  favorece el engaño , pues nuestra  visión no se encuentra con los objetos esperando, sino que tropieza con ellos de modo accidental. Lo que está hecho en el momento presente “sopla en la cumbre del pasado”. No pude evitar “ El Espejo” de Andrei Tarkovsky, un film extraordinario, magia visual de evocaciones continuas  de sentimientos y recuerdos.

Es sabido que las  asociaciones sinestésicas favorecen la memorización de conceptos abstractos al vincularlos con realidades sensibles. Así sucede  con el pan de  pasas convertido en Victoria ( Masha huele literalmente la victoria), con  la agria melancolía del yogurt ácido endulzado con fresas y arándanos, con todos  los recuerdos incrustados en su memoria, en el orgullo del alma rusa.
 La yuxtaposición de voces con dos discursos narrativos en paralelo ,brillante desdoblamiento, la práctica de un ejercicio de partitura gestural ( pura tarea actoral) en la escena de la memorización de un poema, el trabajo mímico en la reproducción de  gestos sobre un fondo documental, nos remiten a la alargada sombra  especular de nuestra verdad personal, nos invitan a restaurar nuestro pasado recobrado en detalles devolviéndolo al presente. 
Decía Bernard Shaw, que el “teatro es un factor de pensamiento, un incitador de la conciencia, un esclarecedor de la conducta social, una armadura contra el desespero y la oscuridad, y un templo de la elevación del hombre”. María Roja y María Chiginskaya asumen esta función clásica del teatro manteniendo  la fuerza de su espíritu creador.  
Lo único que no me ha gustado es el final. Hubiera bastado con respetar el pacto establecido al principio de la representación. El lenguaje corporal había sido convincente; lo orgánico poderoso. El mecanismo encajaba, estaba dotado de sentido. Como espectador, había comprendido  todas las inferencias mostradas durante la función, todo el universo de referentes sobreentendidos había sido aceptado. No eran necesarias las injerencias.
 Aplacen el té que aguarda reposando  en el  samovar  y vayan  a verla.
Alexander Scriabin. Preludios Op 11.

miércoles, 12 de febrero de 2020

Mirar con los oídos



Gozoso Asombro



“La liberación interior del deseo práctico/ la liberación de la acción y el sufrimiento/ liberación de la compulsión exterior e interior/ aún así rodeada por la gracia del sentido/ una blanca luz quieta moviéndose inmóvil Erhebung/ concentración sin eliminación/ evidentes tanto el nuevo como el viejo mundo/ entendidos en el cumplimiento de su éxtasis parcial,/ en la resolución de horror parcial (…)/ Sólo a través del tiempo el tiempo es conquistado.”
(Burnt Norton, II, vv,. 24 a 32).
T.S. Elliot. Cuatro cuartetos.

El  sentido del oído. Brueghel y  Rubens. Detalle


D’Artagnan, un joven gascón de familia noble venida a menos, parte a París para cumplir su sueño de convertirse en Mosquetero. Allí entabla una fuerte amistad con tres de ellos: Athos, Porthos y Aramis. Su lema, todos para uno y uno para todos es la clave de bóveda que sustenta su amistad, su compromiso y, es también para mí, la filosofía que sostiene e inspira ese portento de la arquitectura musical que es el cuarteto de cuerda. No soy músico, ni teórico musical; hablo desde la emoción y mi amor profundo por la música sin la que el mundo sería un pozo abisal de incomunicación, un pesado lodazal irrespirable.

El pasado lunes, dentro del ciclo de Lugo Cultural, tuvo lugar en la Casa do Saber el concierto del cuarteto Óscar Esplá de ASISA. Un conjunto camerístico  que desarrolló de manera estimable, un programa dividido en dos partes  integrado por el cuarteto en Re menor menor de Arriaga , la Oración del Torero número 34 de Turina,  y el cuarteto número 10 en Mi bemol mayor Op. 74 de Beethoven. En la primera parte, el grupo se mantuvo compenetrado, coral, destacando la brillantez y claridad tímbrica del primer violín con una ejecución sin florituras, sin adornos gratuitos,  el acierto del segundo violín  en su papel cohesionador , y una  viola y un violonchelo plenos de personalidad. 
Las cuatro millennials transmitieron un Arriaga entero, dotado de texturas, con ese "espíritu vienés" tan caro al modo de hacer del autor. Un Arriaga brillante, convincente ,vibrante.
Si, como escribe Cibrán Sierra: «El cuarteto de cuerda es, de algún modo, la fórmula donde se condensa musicalmente la utopía estética de la modernidad ilustrada», uno de los  más cualificados 
 representantes  de esa utopía, es Joaquín Turina ,quien en la Oración del Torero hilvana con maestría temas de profunda raigambre ibérica como son la religión y la tauromaquia.
La producción musical de Turina se inscribe plenamente en la llamada "generación de maes­tros", que incorporó a España a las corrientes estéticas de las músicas europeas de su época. Turina supo recoger esas técnicas y ese ambiente del París de comienzos de siglo y adaptarlos a su personalidad de andaluz cumplido, sensual y apacible. El músico describe así el origen de esta pieza: "Una tarde de toros en la Plaza de Madrid, vi mi obra. Yo estaba en el patio de caballos. Allí, tras una puerta pequeñita, estaba la capilla, llena de unción, donde venían a rezar los toreros un momento antes de enfrentarse con la muerte. Se me ofreció entonces, en toda su plenitud, aquel contraste subjetivamente musical y expresivo de la algarabía lejana de la plaza, del público que espe­raba la fiesta, con la unción de los que ante aquel altar, pobre y lleno de entrañable poesía, venían a rogar a Dios por su vida, acaso por su alma, por el dolor, por la ilusión y por la esperanza que acaso iban a dejar para siempre dentro de unos instan­tes, en aquel ruedo lleno de risas, de música y de sol".
Oración del torero

 Con esta pieza destacada avanzó la primera parte del concierto, que el grupo  cruzó  sin sobresaltos, admirable en el pasodoble, profundo y compacto en los unísonos con ,' una ejecución al natural " de profundo lirismo, capaz de captar la mezcla de impresionismo,  folclore y, brumosa tragedia que respira la pieza.

Y así llegamos a la segunda parte, verdadero tuétano de la velada. Las puertas vuelven a cerrarse, mientras, la emoción emboscada, espera paciente el despliegue del grandioso  Opus 74 del genio de Bonn.
En marzo de 1931 T. S. Eliot escribió a Stephen Spender: Tengo el Cuarteto en la menor de Beethoven Op. 132 en el gramófono. Lo encuentro inagotable de estudiar: contiene una suerte de alegría celestial o euforia de cosas que puedo imaginar, fruto de reconciliación y alivio, después intenso sufrimiento; quisiera poner algo de esto en un verso antes de morir."
El cuarteto fue terminado en octubre de 1809, tras la época del bombardeo y segunda ocupación de Viena por las tropas de Napoleón. Época penosa para Beethoven, que ve morir a Haydn, pero al mismo tiempo llena de esperanza tras la paz de Wagram.

El grupo acometió la angustiosa  introducción con gran confianza lidiando con solvencia el conocido pasaje de arpegios en pizzicato, pero un tanto descompuesto en la desolada tristeza del segundo movimiento. La coralidad, alma del cuarteto, flaqueó en el fuerte scherzo del tercer movimiento y el grupo acabó un tanto desempastado.

Tous pour un et un pour tous



domingo, 9 de febrero de 2020

Pedal y Grava


El ciclista.Rocío Soto. Acrìlico sobre lienzo. Colección particular.


 El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en las puntas de las lanzas.

El ciego sol, la sed y la fatiga
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
-polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga.
Cerrado está el mesón a piedra y lodo.
Nadie responde... Al pomo de la espada
y al cuento de las picas el postigo
va a ceder ¡Quema el sol, el aire abrasa!
A los terribles golpes
de eco ronco, una voz pura, de plata
y de cristal, responde... Hay una niña
muy débil y muy blanca
en el umbral. Es toda
ojos azules, y en los ojos. lágrimas.
Oro pálido nimba
su carita curiosa y asustada.
"Buen Cid, pasad. El rey nos dará muerte,
arruinará la casa
y sembrará de sal el pobre campo
que mi padre trabaja...
Idos. El cielo os colme de venturas...
¡En nuestro mal, oh Cid, no ganáis nada!"
Calla la niña y llora sin gemido...
Un sollozo infantil cruza la escuadra
de feroces guerreros,
y una voz inflexible grita: "¡En marcha!"
El ciego sol, la sed y la fatiga...
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
-polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga..
Manuel Machado

Con el Spinning tolerancia cero.
Aliento y apoyo las campañas sanitarias que abogan por un modo de vida saludable. Para la OMS," la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades". Vale. Lejos de poner en duda los múltiples beneficios del spinning, todo eso de quién mueve las piernas mueve el corazón, creo que las bondades de su práctica son de una evidencia irrefutable; aún así, lo detesto. Detesto el Spinning , el ciclismo indoor, como también lo llaman algunos. No lo soporto por la sencilla razón de que no me entra en la cabeza,porque no puedo entenderlo, porque me resulta completamente ajeno a mi mirada estética, porque desnaturaliza la esencia del verdadero ciclismo.
Circo de Gavarnie
Al parecer, el australiano Johnny Goldberg, aburrido de pasar horas y horas con los huevos machacados encima de un rodillo, tras largas sesiones de infructuoso esfuerzo, concibió la idea de una bicicleta estática, acompañada de otra ocurrencia, más descabellada si cabe, la de salpimentar sus entrenamientos con música incidental, acomodando para tal fin, la irrespirable mazmorra en la que daba rienda suelta a  su diario suplicio. Entre la música elegida para amenizar semejante martirio, no estaban, gracias al cielo,  las variaciones goldberg de Bach, bufff, gran alivio.
Sé de la dificultad de convencer a todo el mundo, de ponerlo de acuerdo en aras de una causa noble, pero, invito, instigo, y empujo  a todo aquel que conserve el más mínimo respeto por si mismo,  a firmar un manifiesto en defensa de la prohibición del Spinnig . Lo hago convencido de que està en las antípodas de la más minima interacción agónica con el entorno,( pedalear sobre un rodillo al margen de sus beneficios en la preparación de un ciclista profesional, carece de sentido ) porque, como el chocalate del loro, es un sucedáneo, un circunloquio de la proteica épica contenida en el ciclismo, porque nos clava, porque nos fija al suelo. Por ello, y por tantas otras cosas, y porque nos asfixia. .
Quién no recuerda la emoción inalienable que experimentó al librarse del pesado yugo de los gastados ruedines, quién no sintió la fortaleza, engastada en el carácter de los héroes, cuando por fin se liberó de la fuerza centrífuga, de la atracción de la tierra, de la ley de la gravedad, para volar  irrefrenable, en  equlibrio, encima de dos ruedas.
La clase con un monitor, pura hipóstasis de la saludable modernidad no digo que no sea salutifera, pero, montar en bicicleta es otra cosa, un pulso vital con el que sincronizamos de antemano y a ciegas, que nos abre a la experiencia estética del paisaje, a un estremecimiento pleno en unísono pulso con el mundo, como si completàramos un mosaico.
Cómo encajar el spinning en la cualidad de "marcheta de amigo, cómo asimilarlo a dar pedal, quemar gomas, romper bielas, etc etc etc.
Kurt Vonnegut, padre de la posmodernidad, decía que «La creatividad consiste en estar saltando constantemente desde acantilados y desarrollar alas según caemos», entonces montar en bicicleta, es una experiencia posmoderna. Un tour de force por las entrañas del proceso vital . De cualquier proceso vital.
Sentir , en el tableteo de nuestro cortavientos durante el descenso del Paso de Sete Carballos, ese oculto ritmo de las cosas en el sincopado fluir del tiempo.
La realidad sin más, sin una historia que la dé sentido, no existe.



El ciclista.(detalle.) Rocío Soto.Acrílico sobre lienzo. Colección particular.


Keith Jarret. Munich 2016.
Somewhere Over the Rainbow


viernes, 7 de febrero de 2020

Blowin´in the wind

MAÑANA EFÍMERO


La España de charanga y pandereta,
cerrado y sacristía,
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y alma quieta,
ha de tener su mármol y su día,
su infalible mañana y su poeta.
El vano ayer engendrará un mañana

vacío y por ventura pasajero.
Será un joven lechuzo y tarambana,
un sayón con hechuras de bolero,
a la moda de Francia realista
un poco al uso de París pagano
y al estilo de España especialista
en el vicio al alcance de la mano.
Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar la cabeza,
aún tendrá luengo parto de varones
amantes de sagradas tradiciones
y de sagradas formas y maneras;
florecerán las barbas apostólicas,
y otras calvas en otras calaveras
brillarán, venerables y católicas.
El vano ayer engendrará un mañana
Virgil Abloh pour Louis Vuitton. Homme.
vacío y ¡por ventura! pasajero,
la sombra de un lechuzo tarambana,
de un sayón con hechuras de bolero;
el vacuo ayer dará un mañana huero.
Como la náusea de un borracho ahíto
de vino malo, un rojo sol corona
de heces turbias las cumbres de granito;
hay un mañana estomagante escrito
en la tarde pragmática y dulzona.
Mas otra España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea.

Antonio Machado.

Deep fakes, influencers, viral fashion – we live in a world unrecognisable from the one we stood in ten years ago. As a chaotic decade comes to a close, we're speaking to the people who helped shape the last ten years and analysing the cultural shifts that have defined them.

Emma Hope Alwood . Dazed Magazine

Íbamos a comer, cuando nos activaron. Una preocupada voz joven había alertado a los Servicios de Emergencias del extraordinario comportamiento de su compañera de piso. El apartamento era amplio y luminoso. A nuestra llegada, , una joven de aspecto andrógino, con un corte de pelo a lo garçonne,desazonada y ansiosa, se desplazaba con leve oscilación de un lado a otro del salón hablando en círculos ,como el vuelo bajo de un buitre,mientras ametrallaba a una masa imaginaria, displicente, con una arenga desorganizada, invitándola a la desobediencia civil,a la revolución, a la creencia en la posibilidad real de un utópico mundo, de una segunda venida, cuyo comienzo próximo, aventuraba de forma eminente e inexorable. Hablaba con doloroso fervor, con el paroxismo de los fanáticos,con el convencimiento de un heraldo .Recuerdo sus pasos nerviosos,los imaginarios esbozos de abrazos inconclusos perfilados con los gestos de sus manos. Mis noticias son las vuestras, todas las historias son vuestra historia ,parecía decirles, ha llegado el tiempo de apagar el sistema, sueño con eso. Del día y la hora nada sabía pero no parecía importarle.
Le double secret (1927). René Magritte

Al principio nos creímos víctimas de una de las muchas supercherías orquestadas por ciertos jóvenes para llamar la atención. Jóvenes, como ella, que tienen la necesidad
de abarcar su individualidad, de urdir certidumbres singulares, de hacer algo más que sobrevivir, pero carecen del coraje, la oportunidad, o ambas cosas.
Esta vez no era así, lejos de cualquier intención de engaño, la chica se había  desconectado de la realidad que tenía a alrededor. Sin dejar de observarla me dije, cuál es la naturaleza de la experiencia humana de la realidad?" Cuàndo se jodió todo Zavalita?"
Siempre atareados, puro afán, incansables con la obsesiva maldición de los que necesitan que todo encaje en algún lugar, despreciamos a los jóvenes, ignoramos sus demandas, los abandonamos, permitiendo que los confundan con promesas vacuas, con el señuelo de una cornucopia rebosante de promesas de oro, de eterna dicha democrática, y reparto parejo de todo tipo de derechos y libertades. Los llenamos de desafecto, los tratamos como a imbéciles a los que proteger de sí mismos, los acostumbramos a no asumir la responsabilidad de sus actos, les ocultamos el pago del óbolo que exige el barquero .Omitimos decirles que la libertad es una conquista, que nada valioso se regala.
Olvidamos mencionarles el valor del énfasis, esa peculiaridad del aplomo, necesario para enfrentar los problemas en el tiempo preciso y en la distancia exacta.
Desde nuestra opulencia de poltrona y fútbol, hemos convertido nuestras vidas y las suyas en lugares residuales ajenos a la intensidad interior oculta bajo el drama que nos desnuda.
Llegó la policía. Dos hombres fueron suficientes para sujetar sus brazos. No opuso resistencia,  Apenas el midazolán atravesó su torrente sanguíneo cesó la soflama ,y el ímpetu inaugural devino en llanto desmemoriado y somnoliento.
Durante el traslado al hospital recordé" El mañana efímero" en el que denunciaba Machado " La España de Charanga y pandereta,...de tahúr, zaragatera y triste…,una sociedad responsabilidad de todos y que con toda seguridad no mejoraremos, con " un hacha en la mano vengadora", sino con acciones concretas, responsables, perdiendo el miedo a tratar con nuestra sombra.
Mientras la sobremesa, al fondo, contra la pared próxima a la mesa ocupada por una pareja de ancianos que hablaban sin apenas mirarse, chocaba el denso eco del vendaval de palabras proferidas por la joven convertido en marasmo.
Blowin'in the wind.


lunes, 3 de febrero de 2020

La mujer de san Cristobal de Valdueza.




WOOL AND CASHMERE

 


Una mañana, al despertar de sueños intranquilos, Gregor Samsa se encontró en su cama convertido en un monstruoso bicho. Estaba boca arriba, sobre la dura coraza de su caparazón, y, si levantaba un poco la cabeza, podía ver su abovedado vientre, marrón y dividido por surcos arqueados... Sus muchas patas, patéticas en comparación a lo que habían sido sus piernas, se agitaban con impotencia ante sus ojos .
Franz Kafka. 


Un hombre de 54 años llamó al servicio de emergencias médicas tras sufrir a lo largo del día varios episodios de dolor abdominal y presión en el pecho. La excesiva demora en solicitar ayuda complicó su situación clínica, y despuès de  someterse a diversas pruebas radiológicas, el hallazgo no admitía vuelta de hoja: una disección de aorta comprometía su vida, la intervención quirúrgica tenía que ser inmediata. Embrollado en la niebla surgida de los narcóticos, se fue adentrando en una clarividencia brumosa y en el tiempo que duró su bajada a los quirófanos recordó el consejo que a uno de sus antihéroes novelescos, Juan de Pardillàn , le había dado su padre:"Desconfía de los hombres, desconfía de las mujeres y sobre todo desconfía de ti mismo»."Acometer cualquier empresa con la espontánea motivación del que disfruta con plena libertad de acción, fluir sin diluirnos en ella, atesorar dudas, sembrar certezas,intentar arrojar luz sobre los crudos hechos sin que esa luz nos ciegue". Con esos pensamientos su conciencia se desvaneció.
Mientras los cirujanos vasculares reparaban su femoral derecha con la precisión de un relojero suizo, su mente lo acercó al umbral de aquella mańana de febrero,ocho años atrás, cuando víctima de un exceso de arrojo, acometió de forma decidida, y sin embargo precipitada ( lo supo mas tarde),  la ascensión en solitario del puerto de montaña del Morredero.
No hacía mucho tiempo desde que tomara la decisión firme de salir de una vez por todas del albañal en que había convertido su vida. Cada mañana reiteraba acciones inequívocas que mostraban la inconsistencia de su resolución; sus días ondulaban a la deriva, mientras su voluntad , mecida en la calma chicha de horas sin sustancia se consumía en atrapar  prospectivas en un caótico desdén. Todo fluía ahora a través de cámaras subterráneas, de rutas que el alma recorría en sus metamorfosis: grandes salas , canales laberínticos, como si hubieran enterrado su memoria en la pirámide de Kefrem.
Aquella pregunta rutinaria en la comisaría de policía lo había fijado a la crudeza de su realidad miserable con la fuerza del directo de derecha con el que Sonny Liston en aquella memorable noche de Nevada, clavara en la lona a Floyd Patterson. ¿ Cómo se llama tu madre?, le había espetado el policía. La pregunta se fundió con los rescoldos del alcohol  adherida  a su inanidad   dibujando una puerta cuyo umbral atravesó.
Era un mes de febrero. Salió de Ponferrada alrededor del mediodía. Bajo una luz difusa que apenas perfilaba la comarca de La Cabrera, cruzó el Boezas , y enfiló la carretera hacia la Valdueza. Encajonado entre prados de fresca escarcha, experimentó una vez más la libertad a la que está indisolublemente ligada la bicicleta. A lomos de su Cannondale  se sentía poderoso como un Condotiero. Iba a medirse con el relieve del espacio, a proyectarse en él, a perderse por unas horas para el resto del mundo.
Los primeros cinco kilómetros sirvieron para afinar sus piernas, para empaparse de la luz, del silencio del invierno leonés y de la pintoresca belleza de las casas blasonadas de Salas de los Barrios , signo de la riqueza que el vino proporciona a sus familias hidalgas. Pero, después de la iglesia parroquial de Santa Colomba, aguardaba paciente , un infierno contumaz de 3 km, que, tras una corta orografía de meseta, lo envolvió en una durísima rampa del 13% a las puertas de San Cristóbal . Dejó atrás el pueblo, la fuente de agua fresca que se filtraba desde la torrentera que moría en la vaguada, , la vieja estación de esquí del Morredero, apenas un hangar de madera y hierros, estampa del tiempo a merced de las ruinas, y superó los 10 km restantes, traspasado por el sudor y el frío , exhausto por el esfuerzo continuo. Superando porcentajes exigentes ,encogido sobre el manillar de su bicicleta, encima de un firme irregular bajo un cielo de inexistentes sombras, respiró la tierra escarchada, y atrapado por la luz llegó al Paso de Portinillos. Las vistas al Puerto del Palo eran fastuosas, el Monte Teleno ,al fondo, se mostraba descomunal como la aleta de un cetáceo. Entonces sintió frío, un frío inmenso. Con las manos ateridas peló un plátano, lo masticó entre los primeros síntomas de hipotermia, y sin demora, se precipitó vertiginoso hacia el descenso . A medida que descendía, paulatinamente sintió que su vista se nublaba. Su corazón enloquecía. El aumento del estrés catecolamínico, de cortisol y tiroxina encendieron las alarmas . Con cierta ansiedad pasó el Morredero, y en la gélida vaguada dejó de sentir el tacto de sus manos sobre las manetas de los frenos. No podía demorarse,lum dun, lum dun . La hipertonía y los escalofríos le enviaban un mensaje claro: debìa llegar a San Cristóbal, y tenía que hacerlo cuanto antes. 
 
Tenía las piernas en alto, encima del grueso muro de sillería, cuando entre el sopor neblinoso de la bradipnea,  la sombra de una mujer inundó su blanco abismo.
Apoyándose en ella, entró en una pequeña estancia con cocina central encima de la cual , dos ollas sometidas a un fuego lento desprendían un intenso olor a sopa. A un lado, en el interior de una chimenea crepitaba un fuego. Se quitó el maillot, los húmedos calcetines y poco a poco al amparo de la lumbre, se sintió revivido . De súbito, salida de la nada la mujer extendió fulgurante una manta sobre su espalda. Eso lo estremeció. En el calor de la cocina sintió de nuevo la fuerza que creía perdida, y consoló su alma con una taza colmada de sopa.Rechazó sobrepasado, una cama y una bolsa de agua hirviendo, pero no pudo negarse al ofrecimiento  de un abrigo de lana y cachmere, propiedad de su difunto marido, no lo dejaría irse sin él. Era imprescindible que lo llevara puesto hasta Ponferrada le advirtió. En sus ojos azules, supo  que no era negociable.
No miró la hora , pero 10 km más tarde entró en Ponferrada a lomos de su bicicleta sano y salvo. Habia pedaleado con el abrigo puesto.
El crepúsculo asomaba cuando encendiendo el motor del coche emprendió el regreso a casa.  En el ocaso, recortando su silueta, se dibujaba la enorme masa del monte Teleno . Cada detalle del horizonte quedaba al descubierto. Entre el aura inmutable de los montes de León nadie en la prístina aurora se acordaría de él. Nadie, salvo quizá, la mujer que le salvó la vida.
 En algún momento lo había mencionado, pero no lo recordaba.No recordaba, su nombre. Lo cierto es que cuando alguna tarde como la de hoy rememoraba aquellos acontecimientos, sólo encontraba la palabra gratitud.



sábado, 1 de febrero de 2020

Poeta en Nova York



A veces, cuando veo lo que pasa en el mundo, me pregunto: «¿Para qué escribo?». Pero hay que trabajar, trabajar. Trabajar y ayudar al que lo merece. Trabajar aunque piense uno que realiza un esfuerzo inútil. Trabajar como una forma de protesta. Porque el impulso de uno sería gritar todos los días al despertar en un mundo lleno de injusticias y miserias de todo orden: ¡Protesto! ¡Protesto! ¡Protesto!

Federico García Lorca .1935

Poeta en Nova York


Kadish por la pena y el desamor. 

 

 


Valiente y novedosa, la propuesta escénica de Paloma Lugilde es
un artefacto teatral provocativo y resbaladizo que trajina al espectador sobre arenas movedizas y lo invita a adentrarse en un poema repleto de ecos y reverberancias subterráneas. La alquimia de los textos de muy difícil encaje dramático se pone al servicio de la acción escénica que no es más, ni menos, que el despliegue de la Trinidad surgida del interior del poeta, en la que  vierte todo su desamparo ante el amor perdido, ante la infancia desaparecida ,ante el anhelo de un hijo imposible; argamasa que une el paisaje de desesperación, dolor, ruina e intemperie que es la ciudad de Nueva York y el alma de García Lorca.
El expresivo mecanismo
escenográfico, dirige al espectador no sòlo hacia la intuición profunda de la esencia de la vida moderna, sino que también lo conduce a la intelección de la redención amorosa del hombre en el universo. Propuesta afín a las manifestaciones del surrealismo: eliminación del control lógico, ansia de comunicación, evasión de la realidad puramente sensorial, describe una realidad casi desaparecida en la que prima lo innombrable. La realidad exterior mana destilada en cada cuadro, alambicada en capas simbólicas que transpiran una realidad espiritual subconsciente, distinta.
Es una experiencia teatral exigente, aristocrática, confiada a la capacidad del espectador en propagar por contagio todo el desamor, la soledad, la angustia y la desesperanza, anidadas  en la chistera de un prestidigitador
La labor actoral es sobresaliente. La polivalencia de Sergio Zearreta ( Traje), la poderosa presencia escénica de María Roja ( Forma) y la delicadeza gestual y clara dicción de Sabela Eiriz ( Ceniza) crean un conjunto verosímil de personajes exhaustos, llenos de miedo y afectos rotos, reflejo oscuro de lo que no se dice,del hueco creado en la mente del poeta.
La imagen es el elemento dramático principal. En ocasiones, la velocidad modulada de la acción, se resiente de cierta arbitrariedad y barroquismo en los gestos dramaticos . Algunos cuadros ( abuso del tiempo en escena de la canción, cierto manierismo en los gestos ) cortan la fluidez y estancan un tanto el ritmo,  que, a pesar de ello, en líneas generales huye del automatismo psíquico y respira con el texto, abismando al público al mundo interior del poeta , desbordante de asociaciones subconscientes, y recuerdos de la infancia, donde lo onírico tropieza con la realidad. La ergástula escènica  lo domina todo. La abundancia de las visiones, hasta el punto de que es posible considerar al libro entero como un enorme ensueño, nos muestra una de las características fundamentales de la representación surrealista, y del ethos de la directora : la inexistencia de un plano real al que referir la imagen. Las imágenes no mencionan explícitamente en el poema a qué realidad se están refiriendo. Reflejan una verdad de índole espiritual, de contornos vagos no definidos. Son características de la visión surrealista la violación de las leyes de la materia y de la lógica, y, ambas, reverberan en la dramaturgia de Paloma Lugilde de forma  notoria. El enorme escollo que supone transferir a un  lenguaje teatral el logos poético lorquiano, se salva de manera acertada con la apuesta por un montaje en cuadros que reclama el escrutinio atento del espectador.
Las leyes del espacio y del tiempo se encuentran ineluctablemente violentadas, como también sucede con las leyes de la materia. El poemario se traduce en una 'mise en scène' anti-aristotélica, híbrida, binaria: racional e irracional, lógica y arbitraria. Un arrojado trabajo con escoplo  del que saltan esquirlas de verdadero teatro. Sobre las tablas del Gustavo Freire se delimita un espacio appiano, de geometría cuadrada, acotado por cuatro hiladas de tablones de madera sobre estructuras metálicas y dentro de él, con doble altura, otra estructura similar a las anteriores, lugar central del sacrificio y tuétano del rito: Erotismo gélido, fuego y agua,  danza pristina,  negritud, sacrificio animal,  pesadilla, disolución de la razón, desdoblamiento, discursos solapados.
Retengo la escena del cuerpo desnudo de Forma tendido e iluminado por un tenue albayalde zurbaranesco ( excelso trabajo de luces firma de la casa de Alfredo Sarille y David Regueiro) instantes antes de que el agua jabonosa y las manos de Traje y Ceniza lo fundan en la nada.
Un Lorca que nos aborda ,nos calibra, y nos refleja. Federico, siempre Federico ,renovado impulso para nuestro asombro. Inagotable.