martes, 28 de marzo de 2023

Miseria moral, control socialista

La tragedia ha de llegar inevitablemente. A nuestro alrededor se multiplican los síntomas [...] Hombres animados por un fervor sombrío llevan a todos los sitios el germen de las ideas corrosivas, encienden en cada alma la luz, pequeña y pálida, del odio y colocan en cada corazón un barril de pólvora.
Wenceslao  Fernández Flórez,  El terror rojo.

No es sólo ese oráculo infalible de la verdad que es el Psoe sino también todas las ramas del cisma desgajadas de su taimado proceder que en  espectral cohorte lo acompañan en su acción de gobierno, quienes ahondan a diario, cual incansables forzados, en el bárbaro retroceso que nos devuelve a la Edad Media. Así, pese a que nadie en su sano juicio pensaría que el rumor, otrora antesala de la noticia, volvería a ser de nuevo la desgastada forma de dominio empleada por la  inquisición tanto para crear un ambiente social irrespirable propicio al encallamiento moral como para el  empleo del miedo como disolvente de los goznes éticos sobre los que gira una convivencia estable, en realidad nos guste o no, la rumorología con sus multiples variedades del chismorreo, la insidia y la patraña, ha regresado con fuerza; y no sólo como mecanismo de control social, sino como una estrategia más del asalto al cargo público y a  los privilegios de la casta.
En este sentido, la eficacia  de los métodos de manipulación y control socialistas a lo largo del tiempo es bien conocida, pero ninguno tan  burdo e irrisorio como la penúltima ocurrencia de la concejala de Cohesión social del Ayuntamiento de Getxo, Carmen Diaz, al sacar a concurso público el "servicio de gestión integral de estrategia antirrumores 2023- 2025". 
De resultas de ello, y con una dotación inicial de 36.000 € nace el orwelliano proyecto de"transformación social para combatir los prejuicios y habladurías de la vieja del visillo", con la creación ad hoc de la grotesca figura del "Agente AntiRumor", entiéndase un chivato, que con la excusa de defender la diversidad tiene como misión la delación de sus vecinos de forma similar al papel jugado por los porteros durante las primeras épocas del franquismo.
Pero el neolenguaje no oculta que estamos ante la puesta en marcha de  una agencia de soplones en toda regla al servicio de la denuncia anónima de supuestas "desviaciones" de las normas impuestas por el poder, propicia a la venganza personal, al resentimiento, y el ajuste de cuentas sin ningun fundamento en la mayoria de los casos, muy propio de sociedades totalitarias o, ironicamente, aisladas.
 Habrá pues que andarse con ojo pues para estos avanzados de la postmodernidad, cualquier gesto puede ser un indicio y cualquier indicio transformado en prueba .
Para justificar semejante esperpento, la sectaria socialista afirma sin sonrojo alguno "que una convivencia inclusiva es un horizonte de oportunidad y apuesta por una ciudad tolerante y diversa" , y para garantizar el éxito de su despreciable misión, los singulares confidentes "recibirán una formación básica y se implicarán en influir en los ámbitos de su vida cotidiana (laboral, familiar, amistades..) tratando de desactivar los estereotipos negativos y falsos rumores": "habrá encuentros, formaciones y seminarios para chivatos donde "se profundizará e informará sobre la estrategia con personas referentes".
 Quizá por atisbar la respuesta, resulta desesperanzador preguntarse porqué  extravagantes azares o volitiva inacción hemos caído en manos de una chusma inmunda que considera el expolio como una forma de gobierno y denomina progresismo al vertedero que han creado.
Visto lo visto y fresco el  recuerdo del humillante encierro coronavírico ante el que nos doblegamos como ovejas, sería muy conveniente el tener a mano un bate de béisbol por si una mañana cualquiera llaman a la puerta de nuestra casa con una cita para comparecer en cierta habitación, y una vez allí , acabar siendo persuadidos de que somos culpables de toda culpabilidad.

Let's be careful out there 


 

sábado, 25 de marzo de 2023

Harebelke: preludio en do mayor.

He¡ ho! Waldhütrr ihr Schlafhüer mitsammen, so watch doch mindest am Morgen.
Eh guardianes del bosque, guardianes más bien del sueño, velad al menos la aurora.
Wagner, Parsifal.

Podrían pertenecer a cualquier colectivo de víctimas del desamor que  pueblan alguno de los vecindarios de serie chorra con vecinita Trans, o  acaso haber quedado al mediodía para comer hamburguesas de coleópteros y ensalada de lechuga con gusanos pero, Wur, Tadej y Mathieu no forman parte de ese friso aburrido de haraganes tallado a golpe de  subvencionado escoplo que viven de  fomentar su victimismo de ocasión, ni comen precocinada basura vegana porque ellos habitan la confrontación, el tesón, y el esfuerzo y se alimentan a base de huevos duros cocidos encima de un sillín: son ciclistas profesionales y de los mejores.
La confrontación pone en juego constantemente y ejercita la tensión hacia el propio crecimiento, y por lo tanto es en sí misma una victoria. La competición es un gran momento de lucha, aparentemente contra los otros, pero en realidad es sobre todo lucha  contra uno mismo que extiende  siempre y cada vez más el confín de los propios límites. Todo ello fue  llevado a su máxima expresión e integridad a "base de estacazos" por tres absolutos superclases del pedal en la E3 Saxo Bank classic  preludio de lo que nos espera en Flandes.
 Carreras como la de ayer representan el verdadero significado de lo que los griegos denominan Filoponìa, esto es, la actitud mental y conductual de amor por el esfuerzo per se que encuentra su recompensa en sí mismo. El ciclismo nos volvió a demostrar una vez más que la verdadera victoria es la obtenida contra uno mismo; los otros no son sólo enemigos a derrotar, no son sólo rivales sino testigos y participantes, amigos por tanto, porque nos permiten calificar y cuantificar nuestro esfuerzo; así es como  alimentamos el gusto por la victoria (filonikìa). 
Esta vez ganó Wurt Van Aert en un sprint tan afilado que los hombros se abrieron como  navajas en las manos de Luis Candelas

Let's be careful out there. 

viernes, 24 de marzo de 2023

Fiesta de los maniquíes.

«¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Qué habré hecho yo para merecer esto? Habría sido preferible quedarme sin un brazo, o sin una pierna; o, incluso, podría pasármela sin orejas. Pero ¿qué diablos es un hombre sin nariz? Nada. Ni un pájaro ni un ciudadano. Es nada, una cosa que puede, simplemente, arrojarse por la ventana. Si el percance hubiera ocurrido en la guerra o en un duelo o por culpa mía. Pero ¡ha desaparecido sin más ni más, a lo tonto!… Aunque… no, no puede ser —añadió después de pensarlo un poco—. Es inconcebible que desaparezca una nariz. Completamente inconcebible».
 La nariz. Nikolái Gogol

El grado de blandura anclado en la falsa seguridad que se adquiere tras haber alcanzado cierto grado de poder se resume en la categoría llamada "tontos con Balcones a la calle". A esta categoría han reducido a Santiago Abascal quienes lo convencieron de la oportunidad de la presentación de una moción de censura y de la idoneidad de la figura de Tamames como candidato a la presidencia  de gobierno, olvidando que de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno. El desatre podría aventurarse desde el momento en el que dias antes se filtró el discurso del reputado economista, que de forma vergozante ha sido puesto a la venta ayer en Amazon por 4.75 €( la pela es la pela aunque seas madrileño), y en lo inadecuado de confundir una lección magistral universitaria con el mecanismo politico de iniciativa parlamentaria en el que consiste la  Mocion de censura. Mecanismo que  tiene como objetivo hacer efectiva la responsabilidad del gobierno con una garantía mínima de éxito, lo cual no fue nunca una opcion real al no contar el candidato con la eventualidad de lograr la mayoría absoluta de los votos.
 Lo que se conoce en el derecho comparado como una moción constructiva se desfiguró en comedia de Arniches con  final grotesco.
Escribe Bulgákov que el asunto central de las sátiras mayores no es el nuevo vicio, sino el vicio de siempre, reapareciendo en sociedades que imaginaban ser nuevas pero que no eran sino la repetición reiterada del mismo engaño. En otras palabras, todo el protagonismo reservado al candidato se lo birló  Sánchez que aprovechó la ocasión para asomarse al balcón sin límite de tiempo y colocar toda una retahíla de propaganda en defensa de su gestión progresista, feminista , ecológica y demás tópicos de la agenda globalista para la que ejerce de útil botones.
  Burócrata vanidoso, arrogante, obsesionado con su aseada apariencia,( siempre con traje perfectamente planchado y afeitado de luxe ), imbuido de sí mismo, palurdo, inmoderadamente fatuo y arribista, a Sánchez no le duele la cara de mentir sino de ser tan guapo.
A mayor abundamiento, un algo flotaba por encima de  las trincheras del hemiciclo, y de ese algo surgió como un troyano la nariz de Yoli. Nadie ignora que La nariz de Yoli no es una nariz cualquiera, que tiene vida propia,  que no se conforma con ser una nariz de vicepresidenta sino que  huele, que  aspira a la Moncloa. Abogada de secano cuyo único trabajo ha  consistido en medrar y vivir de la política Yoli arrimó el ascua a su sardina  para presentar su nuevo proyecto político en medio de un jolgorio propio de reunión asamblearia y con la aprobación de la sonrisa fingida "máis falsa ca unha burra vella" de Sánchez.
Si España fuese, que no lo es, una comunidad política, moderna y articulada, cabría la posibilidad de que los sujetos investidos de poder político temiesen las criticas no sólo de aquellos a los que compete controlarlos institucionamente sino tambien de una sociedad civil madura y crítica que exige responsabilidades a sus gobernantes; de eso que el jurista italiano Ugo Rescigno denominó responsabilidad difusa, que no es más que aquella que puede ser ejercida por partidos, sindicatos, medios de comunicación y grupos sociales organizados, todos ellos por desgracia mudos, complacientes con el poder, comprados o  subvencionados( 400 millones reciben  en publicidad estatal)  cuando no directamente cómplices de sus fechorías. 
Decía Deleuze  que el pensamiento es el conjunto de fuerzas que se resiste a la muerte, ése es su vitalismo. Pensar es resistir, y entonces filosofía, política, y crítica son un mismo movimiento. Es este un funcionamiento donde lo esencial del pensar no está en el pensamiento sino afuera, en lo que fuerza a pensar. Por desgracia con la pueril justificación de que si somos así o asao, esa actitud hace tiempo que se ha marchitado en el ánimo de la mayoría de los españoles. Y así nos va.  ¡Qué envidia de franceses!

Let's be careful out there 

martes, 21 de marzo de 2023

La Séptima y el núm. 8 en Do menor.

O sol está morrendo e sobre a vila treme unha brétema moi lixeira e algo vermella.[...] Principian a se acender as luces, impotentes contra a mesta e bárbara avanzada das sombras. As sombras penetran as rúas coma algo sen corpo e fanse mestas nos ollos dos homes. É o intre do crepúsculo. Agora é cando morre a luz e os perfís das cousas deixan de ser concretos. […] os homes son coma formigas, na vila sen nome.

 Mendez Ferrín. O crepúsculo e as formigas.


Es bien sabido que el hombre tomado en bruto es un animal gregario, previsible, falto de brillantez. Así, se mueve por pautas asumidas sin apenas rechistar consciente de que le resulta más cómodo seguir el rastrojo de caminos trillados que andar el propio: siempre es más seguro optar por seguir al "abanderado" aunque esté lleno de lamparones que ser un flâneur. Pero el hombre no es todos los hombres y existen individuos como Dimitri Dimítrievich cuya disidencia ejemplar aun en el medio de la peor de las catástrofes como es la guerra, nos devuelve el perdido sentido de lo trascendente , el asombro oculto entre las ruínas y la fe en que no todo está perdido. Otra bien distinta es la  actitud de los criminales de la OTAN y su corifeo de periodistas bienpagás que quieren colgar al presidente ruso de una soga aplicando la conocida ley del embudo.
Acusar a Vladimir Putín de crímenes de guerra por quienes no sólo no  dieron cuenta ante Tribunal Penal Internacional alguno de los crímenes perpetrados en Yugoslavia , Siria, Afganistan, El Líbano y demás "invasiones justas" sino que se niegan   a reconocer la autoridad del esperpéntico Tribunal es de un cinismo a la altura de Antístenes.
Claro que a nadie debiera sorprender  todo el equilibrio inestable sobre el que se asienta el derecho internacional cuando quien alza la balanza de la justicia lo hace echando  en uno de sus fieles una ética de cemento armado y espolvoreando en el otro la desfachatez de un gitano viviendo del cuento mientras sus tentáculos mediáticos vociferan consignas y establecen pautas: más complicado, sin embargo resulta saber ver y escuchar para no olvidar, por dar dos ejemplos, ni  Stalingrado ni Dresde.
Los cañones alemanes estaban a menos de once kilómetros de la Sala Filarmónica en el momento en que la Séptima Sinfonía de Dmitri Dmítrievich Shostakóvich se interpretaba por primera vez en la ciudad a la que había sido dedicada a última hora de la tarde del domingo 9 de agosto de 1942. Leningrado estaba sitiada desde que los alemanes cortaron la última ruta terrestre de salida de la ciudad, el 14 de septiembre de 1941. Shostakóvich había empezado a componer su sinfonía a mediados de julio de 1941, en el momento en que empezaba a estrecharse el cerco alemán. Le sacaron de la ciudad en un avión con rumbo a Moscú, a principios de octubre, en compañía de su esposa, de sus dos hijos pequeños y de los dos primeros movimientos de la sinfonía. Desde allí partieron hacia el este, hasta la localidad de Kúibyshev, a orillas del Volga. Cuando terminó la obra —y la bautizó como la Sinfonía Leningrado— se interpretó con gran éxito en Rusia, Londres y Nueva York. Durante la interpretación en Moscú, la escritora Olga Bergholz vio cómo el compositor, menudo y con un aire todavía infantil, se levantaba para recibir un torrente de aplausos, y hacía una reverencia. «Le miré —decía Bergholz—, un hombre pequeño y frágil con grandes gafas, y pensé: "Este hombre es más poderoso que Hitler".
El  cuarteto número 8 fue escrito por Shostakovich en Dresde durante el verano de 1960 y estrenado en Leningrado el 2 de octubre de ese mismo año. En la primera página anotó: para las victimas del fascismo y de la guerra, pero como declaró mas tarde su hija Glina en el fondo se lo había dedicado a si mismo. La página es como un retrospectiva, como un resumen de los dolorosos y difíciles años pasados, trazada sin titubeos, con una firmeza y una fuerza expresiva fabulosas, con una seguridad inobjetable. Pero dejemos hablar al propio compositor, tan irónico e implacable como su misma música: "He escrito un cuarteto que no tiene ninguna utilidad para nadie y que desde el punto de vista de las ideas es un fracaso. Pensé que, una vez muerto, nadie dedicaría una obra a mi memoria. Así que decidí hacerlo yo mismo (...) Existen referencias a Wagner (El ocaso de los dioses) y a Tchaikovsky (segundo tema del primer movimiento de la Sinfonía núm. 6 "Patética"), sin olvidar mi Sinfonía núm. 10. Se trata por tanto de una mezcolanza. El carácter pseudotrágico de este cuarteto está en que al escribirlo derramé tantas lágrimas como la orina que elimino después de media docena de cervezas".
 Está escrito en cinco movimientos, una vez más sin interrupción. El primero, Largo, se abre con un monograma que se va a repetir como motivo principal de los otros cuatro tiempos. El motivo entra en la transición de una voz a otra y se va transformando hasta alcanzar la faz de la introducción de  su Primera Sinfonía la cual  vuelve a ser citada en el segundo tema del movimiento, antes de alcanzar el paso a un vivísimo scherzo en el segundo tiempo, Allegro molto, uno de los pasajes de mayor garra . El tercer movimiento es otro scherzo, un vals fantasmagórico de fuerte contenido cromático, en el que se cita, hasta en dos ocasiones, el tema inicial del Concierto para violonchelo núm. 1. El cuarto tiempo es un requiem inspirado en un canto revolucionario (Torturado hasta la muerte en la cárcel), cuyo material temático se entremezcla con un aria de  "Lady Macbeth ". Shostakovich cierra la obra de forma brillante y definitiva con 
una gran fuga en el Largo final, basada en el motivo principal y que acaba enlazando con el primer movimiento: música de un tirón y absolutamente cíclica, de una pieza, sin la más mínima fisura, sin la menor concesión:  un Shostakovich personalísimo, enorme,  seguro y único. Pero el recorrido del número 8 no acaba ahí pues será todavía largo:  hay que volver a escuchar, volver a ver la música una y otra vez  para convencernos al fin que tras la auscultación atenta de una obra importante de Shostakovich, hemos llegado a un no lugar:  pero no es así. Cada moviento aguarda una nueva imagen de las cosas lo mismo que sucede la naturaleza, y con cada nueva escucha, nada se repite. Hay que observar y escuchar con atención; todo puede pasar.
Saber ver y escuchar, ver y escuchar y recordar para no olvidar nunca quién no eres, de qué paisaje no formas parte y quienes son los que quieren confundirte para  poder moldear tu alma con un grumo cuyo destino es un horno desde el que  apoyar solidaria y gregariamente su "ayuda humanitara y su napalm". Pero volvamos a Shostakovich y escuchemos detenidamente en silencio esa abisal belleza  oculta en la infinitud  de su ocho. 
Let's be careful out there 

domingo, 19 de marzo de 2023

Classicissima 023

Soy una fuerza del Pasado. Solo en la tradición está mi amor. 
Pier Paolo Pasolini.

Ayer, sesenta y dos años después de que lo hiciera su abuelo Poulidor , Van Der Poel atravesó primero la meta de San Remo. Tratándose de tiempo, 62 años no parece mucho y sin embargo para nosotros pobres mortales es una vida entera.
Del ir y venir a través de tanta mugre y mediocridad sulfurosas, pocas actividades quedan ya propicias ni para la épica ni para el entusiasmo, y  entre esas pocas  se encuentra el ciclismo. En su versión" clásicas de un día" y más en cualquiera de los 5 monumentos  el ciclismo es capaz de  convocar toda la extraordinaria incertidumbre y el esfuerzo agónico del aquí y el ahora  propios de lo homérico. Ayer, gracias al viento de cola que sopló a la largo de la costa de Liguria la carrera fue desde el principio meteórica. Desde la salida en Abbiategrasso todo fue fue previsible, incluso la subida en grupo de la Cipresa, todo, hasta que llegó el  Poggio. Allí, todo se desmoronó y comenzó la selección. 
Sé que en tiempos trémulos como los que vivimos lo de seleccionar suena mal, incluso no está bien visto y puede ser tildado de fascista y heteropatriarcal, pero el ciclismo profesional a diferencia de las pruebas de selectividad que proponen  relacionar contenidos subjetivando conocimientos e idiotizando al máximo a los alumnos, criba, separa, y selecciona a los más fuertes. En esta ocasión, se encargaron de ello los 3, 7 km de ascensión al Poggio cuyas rampas  fijaron como la pez a su gris  asfalto a un ramillete de excepcionales ciclistas en plenitud de forma hasta que en el  último de ellos, el  neerlandés se despegó.
 Atrás quedaron pulverizados en el fondo del olvido  288 km de sudor y hierro subyugados por  lo excepcional. Primero fue Pogacar quién arrastró en su estela de watios infernales a Van Aert, Van Der Pool y Ganna. Luego, el propio Ganna quiso jugarse, como si  no fuere con él la cosa, su suerte a espadas mientras Van Aert quería pero no podía. Faltando 400 metros  Mathieu abandonó la apocalíptica disciplina de la hueste y, con dos segundos de ventaja coronó el Poggio. Dos segundos y la indecisión o el miedo que se apoderó de Pogacar al  doblar la última curva previa al  descenso vertigionoso a San Remo, fueron suficientes para la gesta. 
Van Der Pool voló hacia la meta sin mirar atrás y,  un mes y medio después  de coronarse como campeón del mundo de ciclocross, alzó los brazos en solitario en el paseo de San Remo. 

Let's be careful out there .