sábado, 30 de marzo de 2024

Amor infinito

 Es el corazón el que siente a Dios y no la razón. He ahí lo que es la fe. Dios sensible al corazón, no a la razón. Pascal, Pensamientos

José de Arimatea rogó a Pilatos que le dejara retirar el cuerpo de Jesús. Y Pilatos se lo permitió. Vino, pues, y retiró su cuerpo. Nicodemo vino también trayendo una mezcla de mirra y áloe, como de cien libras. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos, con los aromas (Jn 18, 38-40).


La religiosidad de Haydn fue a la vez causa y efecto de su propia música, al encontrar en ella, como muchos otros, el camino que desemboca en el arte. Lejos de la magnificencia de composiciones que evocan la ampulosidad de un credo que se impone a otros, en cuanto a manifestación artística se refiere, Haydn adereza sus composiciones religiosas de un misticismo casi íntimo, despreocupado de alcanzar grandes evocaciones divinas. Buena muestra es la obra concebida como “Las siete palabras de Cristo”.

Las Siete Palabras es una obra ampliamente conocida cuyos orígenes son prácticamente desconocidos para el gran público. Hasta hace no mucho se pensaba que provenían de un encargo realizado por el cabildo de la Catedral de Cádiz, pero esto ha sido completamente descartado por Robert Stevenson y Marcelino Díez quienes, si bien no han podido constatar documentalmente el encargo de dicha obra, sí han demostrado que no provenía de la Catedral. Por contra, su destino fue la capilla baja del Oratorio de la Santa Cueva de dicha ciudad. En esta pequeña capilla subterránea se celebraban cada mañana del viernes santo unas meditaciones sobre las siete últimas palabras de Jesucristo en la cruz. La liturgia consistía en que el sacerdote pronunciaba estas siete frases o palabras, daba un breve sermón tras cada una de ellas y a continuación sonaba una sonata que servía para la meditación de los fieles, los cuales pertenecían a la cofradía de la Madre Antigua, fundada y formada en su inmensa mayoría por comerciantes y burgueses. Las Siete Palabras de Haydn se enmarcaban dentro de un proyecto integral de embellecimiento de las dos capillas que forman el conjunto del oratorio de la Santa Cueva, impulsado por el marqués de Valde-Íñigo. Para la capilla alta, el mejor ornato en estilo neoclásico que incluyó unas soberbias pinturas de Francisco de Goya y en contraste, para la sobria capilla baja la mejor música posible para el citado oficio de Las Siete Palabras. La capilla, de por sí lúgubre, se cubría con telas para impedir la entrada de la luz del sol a excepción de la claraboya que ilumina el grupo escultórico del calvario. No se escatiman recursos para este encargo, siendo la original una obra para la formación orquestal típica del clasicismo vienés: cuerda y las parejas de vientos: 2 flautas, 2 oboes, 2 fagotes, 2 trompas, 2 trompetas y timbales. Esta primera versión  se publica en 1787 y se estrenó en Viena el 27 de marzo de 1787, estrenándose el mismo año acaso el  anterior en Cádiz. La enorme popularidad de Las Siete Palabras queda demostrada a través de su prolífica “descendencia”: un gran número y variedad de arreglos que circularon desde fechas muy próximas a su primera publicación. Esta proliferación es especialmente intensa tras la publicación en 1801 de la versión de oratorio convirtiéndose muy pronto en una obra tanto religiosa como de concierto. Por tanto, se producen en fechas muy tempranas toda una serie de arreglos para adaptarlos a esta infinidad de situaciones que sobrepasan al original litúrgico. El primero, para cuarteto de cuerda fue realizado por el propio Haydn, siguiéndole uno para clavicémbalo o piano, ambos de 1787.

Silencio y expectación ante el rostro desfigurado de Cristo y la aparente victoria de la muerte. Ante el abismo, el terror y el temblor, se socavan con las palabras llenas de promesas que María y Juan, que acompañan al Señor en la cruz, reciben de él , y que apuntan a que no todo está acabado: "Mujer, ahí tienes a tu hijo; ahí tienes a tu madre".


Pater, dimite illis, non enim sciunt, quid faciunt

1.Lc 23,33: “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen.”

Amen dico tibi: hodie mecum eris in paradiso.

2. Lc 23, 43: “En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso.”

Mullier, ecce filius tuus et tu, ecce mater tua

3. Jn 19,26-27: “ Jesús, viendo a su madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, le dijo a su madre:  – Mujer, aquí tienes a tu hijo. Después le dice al discípulo: – Aquí tienes a tu madre.”

Eli, Eli lama asabthani

4. Mt 27,46: “Hacia la hora nona Jesús clamó con fuerte voz: – Elí, Elí, ¿lemá sabacthaní? – es decir, Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”

Sitio

5. Jn 19,28: “Tengo sed”.

Consumatum est

6. Jn 19,30: “Todo está consumado.”

Pater in manus tuas comendo spiritum meum

7. Lc 23,46. “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.

las últimas 7 palabrras de Cristo. Hayden, Yago Mahudo

Las 7 últimas palabras de Jesucristo en la cruz, Hayden, Jordi Savall


Let's be careful out there 










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