miércoles, 14 de febrero de 2024

Mientras todo se derrumba

Ninguna enseñanza ni ningún pensar, nos devuelve lo perdido.[...] la única pasarela a lo infinito es el salto. Arrojarse( levitar) hacia arriba. 

Peor todavía que el hecho de que nos expolian es lo que nos traen.[...]

El ruido de los comerciantes:
déjalos que hablen
Martin Heidegger, Anotaciones I- IV

En el comienzo está el asombro
Y el hambre.
Pensar, devorar.
Asombrarse (de la existencia del mundo).
Tener hambre (del otro).
Aporías, canibalismo, erotismo, relatos.
Cita a ciegas: ninguno de los dos protagonistas conoce la identidad del otro. Alguien organizó la cita. El tiempo, la ocasión, el lugar harán el resto.
¿Quién imaginó el encuentro? ¿A quién beneficia la escena? ¿Quién es el instigador de este encuentro? Nadie, por supuesto: no hay testigo, ni tercero a quien interrogar, aquí sólo intervienen disciplinas. Sexo, filosofía y sus derivaciones más o menos legítimas: metafísica, biología de las pasiones, retórica, lógica, mecánica del deseo, ontolo- gía, química de la atracción de los cuerpos, ejercicios espirituales, físi- ca de los cuerpos, fenomenología de la percepción, epistemología, eros, logos... De modo que no podremos identificar a ese testigo, ni entender su motivación. Se dirá que es el tiempo mismo, o que el principio de organización de la cita a ciegas está relacionado, desde hace tres mil años, con lo que llamamos nebulosamente la técnica", ahí donde la ciencia rivaliza con la vida para inventar inteligencia, ya que nada de lo que nos fascina hoy es ajeno al bios, a la mecánica de lo viviente. El sexo y la filosofia se evitan deliberadamente desde siempre. Quién sabe, tal vez porque son de la misma naturaleza... Ambos buscan la realización de la esencia ya sea del deseo o de la contemplación, ambos son considerados productos de manejo peligroso,  inflamables, corruptores y socialmente subversivos. Ambos son desviados para otros fines: consumo, venta, intercambios, poder, y ambos siempre escapan a todo eso.
¿Y si la cita a ciegas fuera precisamente la forma en que el sexo y la filosofía se han relacionado desde siempre? No es necesario que un amigo organice la reunión, ni que un testigo observe su desarrollo. El acontecimiento tendrá lugar, ha tenido lugar, aquí, ahora, mañana.
Anne Dufourmantelle, Cita a ciegas. Paradiso editores.

No início, há espanto.
E fome.
Pensar, devorar.
Espantar-se (com a existência do mundo).
Ter fome (do outro).
Aporias, canibalismo, erotismo, histórias.
Encontro às cegas: nenhum dos dois protagonistas conhece a identidade do outro. Alguém marcou o encontro. A hora, a ocasião, o local farão o resto.
Quem imaginou o encontro, quem beneficia da cena, quem é o instigador deste encontro? Ninguém, evidentemente: não há nenhuma testemunha, nenhum terceiro a interrogar, só as disciplinas intervêm aqui. O sexo, a filosofia e as suas derivações mais ou menos legítimas: metafísica, biologia das paixões, retórica, lógica, mecânica do desejo, ontologia, química da atração dos corpos, exercícios espirituais, física dos corpos, fenomenologia da perceção, epistemologia, eros, logos? Assim, não poderemos identificar esta testemunha, nem compreender a sua motivação. Dir-se-á que é o próprio tempo, ou que o princípio organizador do encontro as cegas está relacionado, desde há três mil anos, com aquilo a que chamamos nebulosamente "técnica", onde a ciência compete com a vida para inventar a inteligência, pois nada do que hoje nos fascina é alheio ao bios, à mecânica do viver. 
O sexo e a filosofia foram sempre deliberadamente evitados. Quem sabe, talvez por serem da mesma natureza? Ambos procuram a realização da essência - seja do desejo ou da contemplação, ambos são considerados inflamáveis, corruptores e perigosos, subversivos. Ambos são desejados para outros fins: consumo, venda, trocas, poder, e ambos escapam sempre a tudo isso.
E se esse encontro às cegas for precisamente a forma como o sexo e a filosofia sempre se relacionaram? Não é preciso um amigo para organizar o encontro, não é preciso uma testemunha para o ver desenrolar-se. O acontecimento terá lugar, já teve lugar, aqui, agora, amanhã.

Traducción, R.Ferreira 

Let's be careful out there 



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