La violence. Elle n’a pas disparu. On l’a supportée. On l’a encaissée. On l’a absorbée. Tapie dans nos entrailles, elle attend le moment d’en sortir...Ceux qui croient qu’elle est derrière nous n’ont pas compris qu’elle estmaintenant à l’intérieur de nous.
La violencia no ha desaparecido. La hemos soportado. La hemos padecido. La hemos absorbido. Agazapada en nuestras entrañas, espera una ocasión para brotar de ahí adentro... Los que piensan que la hemos dejado atrás no han comprendido que ahora está dentro de nosotros.
Riss, Une minute quarante- neuf secondes
Hace años que decidí no ver más la televisión, nada traumático: pulsé el off del mando a distancia... y hasta hoy. Me desprendí de ella y me liberé...a tiempo. Con todo, resulta casi imposible abstraerse de noticias que como es el caso, provocan en mí un verdadero asco y no tengo más remedio que ver para creer, y comprobar que el aborrecimiento incial no era desmesurado.
El tiñalpa tiene aspecto de linier de Negreira siempre con el banderín listo, aunque también, por las hechuras , podría pasar por el lider de un grupo de rumba catalana, pero Toni Soler ni es árbitro auxiliar ni cantante: Toni, es simplemente un valentón. Un bravucón que presenta un programa en el nauseabundo erial de tevetrés, uno de los muladares autonómicos que pululan en todas las autonomías para asiento de inútiles y entretenimiento chabacano de la masas , (llenando de contenido lo insignificante, lo anecdótico y lo accidental), que habrían chapado hace años por insostenibles e inútiles de no seguir recibiendo las torrenciales cantidades de lluvia dorada, convertida en millones de euros a costa del sableo indecente del lacayuno contribuyente.
Vale, el programa del Toni es un engendro humorístico ajustado a las estructuras mentales de quien lo ve; no es de extrañar por tanto que en él se regodeen en la mofa de ciertos personajes, ideologías y religiones, y se abstengan de ultrajar a otros. Aunque el asunto, en el fondo no vaya sólo de afinidades electivas sino de propaganda y control.
Tanto el fachendoso presentador como en su defecto quien lo dirije y mantiene, resultan extemadamente pulcros en la elección de temas y protagonistas de tal modo que no tienen reparos en zaherir a la Virgen del Rocío o a Ratzinger, pero se abstienen, un decir, de la caricatura( así la denominan ) de Mahoma, o de un negro trans. En este sentido, esgrimen el aumento de la audiencia como justificación, lo cual demuestra poca amplitud de miras para los negocios, ya que de ser así, ( es sólo una idea) qué mejor cosa para dilatar el ano de los espectadores teniendo en cuenta el millón de musulmanes que viven en Cataluña, que aprovechar el tiron que tendría un sketch del profeta enculando a Puigdemont o viceversa : la hostia y el cáliz de todas las audiencias...pero, ay amigo, el miedo es libre y el pendenciero Toni sabe lo que le pasó al caballo de Jack Wolzt, (otro bravucón) en "El Padrino" por meterse con quien no debía rechazando los sabios consejos de Tom Hagen. Además, no es cuestión de jugarse el cuello y las butifarras por cosa de risa plural.
Dicho lo cual, defiendo la absoluta necesidad del placer de reir. Desde Esopo hay una serie de reidores de profesión que se toman el trabajo de divertir a sus contemporáneos, profesionales que hacen de la caricatura una obra de arte, que procuran divertir a los demás por un impulso de alegría y buen humor y que " tienen su merito en muchas partes". En cualquier caso nada que ver con la cochambre obstinada e inmunda de las propuestas cómicas del tal Soler y sus mariachis indepes cuyo cometido no es hacer reír, sino la ofensa por la ofensa, el escarnio gratuito de unos usos y costumbres que les disgustan. Gentuza como ellos es utilizada a diario como los tontos útiles de un proceso separatista amparado y cubierto por el toldo de una monarquia parlamentaria en pleno desguace que protege y promociona el latrocinio institucional a costa de la libertad y el empobrecimiento de sus súbditos.
Mientras tanto, de espaldas al derrumbre, negro sobre gris, cada pájaro en su nido ajenos al clamor de un cielo que se va plagando de alimoches.
Let's be careful out there
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