Jetz und hier.
La personalidad es el esqueje infecto que trata de podar el sistema educativo español.
De manera inmejorable lo explica Camba en La ciudad automática: «Lo probable es que salga usted de la escuela con el cerebro tan atrofiado como si lo hubiese tenido en la propia prensa de los incas; pero si la escuela no ha conseguido idiotizarle a usted del todo, la Universidad se encargará del resto. Luego vendrán los periódicos, las conferencias y los clubes de lectura, y a los veinticuatro o veinticinco años no tan sólo estará usted incapacitado para pensar de un modo distinto al de los demás, sino que hasta su misma cabeza, al adaptarse a las tres o cuatro ideas generales que el Estado metió dentro de ella, habrá tomado la forma y el aspecto de todas las otras». Camba escribió esto en 1932, y la cosa no ha hecho sino empeorar.
De ahí que para paliar en parte el destrozo y hacer de la poda una oportunidad y no un saldo, nada mejor que viajar para ver con tus propios ojos que la idiotez anida siempre y todo lugar aunque en ocasiones nos encontremos con agradables sorpresas.
Es el caso de los dibujos y grabados gráficos de Félicien Rops, que se exponen en la Hamburger Kunsthalle en una exquisita retrospectiva titulada "Paris ist meine Bibliothek".
Nacido en Namur, Bélgica, Félicien Rops es probablemente el grabador más importante e influyente de la segunda mitad del siglo XIX. Sus grabados influyeron en varias generaciones de artistas hasta después de 1900, incluidos Max Klinger, Alfred Kubin, y Otto Dix.
Rops creó litografías satíricas cuando era joven, pero fue a partir de la década de 1860 cuando comenzó a dedicar su obra a la ciudad de París, a su población diversa, a sus excesos y abismos. Su estilo de vida relajado, criticado por la burguesía francesa y belga con su doble rasero de medir, y sus estrechos contactos con el mundo literario bohemio parisino , Baudelaire, entre otros, lo hizo tan famoso como notorio. Rops tuvo un éxito particular como ilustrador y diseñador de importantes frontispicios y portadas de literatura simbolista. Los grabados ( que recuerdan mucho al Goya de los caprichos), a menudo denominados pornografía, hicieron el resto para solidificar la reputación excéntrica de Rops en Europa como filosófico dibujante y moralista.
Cuerpos femeninos desnudos, representados en escenas provocativamente explícitas, impactantes rituales satánicos, escenas imaginativamente opulentas, confrontan a la sociedad burguesa con su propia hipocresía poniendo delante de sus ojos todos los agravios por ella sileciados y ocultos. Por otro lado, detrás de sus representaciones superficialmente frívolas y obscenas hay bromas agudas, críticas a la religión, y a la sociedad y una enorme cantidad de sátira política.
La exposición » París es mi biblioteca«, muestra por primera vez, casi 100 hojas de la extensa cartera de grabados y dibujos del artista. La atención se centra no solo en las representaciones sexualmente explícitas por las que Rops fue conocido y notorio en toda Europa durante su vida, sino también en sus diseños políticamente críticos y satíricos, obras relacionadas con la literatura simbolista y obras que muestran su tierra natal, Flandes, entre otras.
En suma, una mirada cuyo fondo habita la soledad y la angustia, la mirada de un artista que ama apasionadamente la vida, que seduce y asombra al visitante por igual en el frenesí riente de lo desmesurado, dejándole a la vez un regusto amargo, turbador y un poco melancólico.
Let's be careful out there
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