martes, 8 de septiembre de 2020

Un cielo nuevo y una tierra nueva.


El PP es un partido de girasoles mentales. Están ahí plantados, si hay sol qué bien y si no, a esperar. El mindundi político de Casado aconsejado por augures y confidentes que en su momento lo apuñalarán, asume un papel secundario de tonto útil. Es baldío para España e inutil para su propio partido. Prescindir de Cayetana Álvarez de Toledo es una muestra de infantilidad de púber que vive en el eterno presente, plausible, respetable como forma de vivir, pero de pacata zancada corta como estrategia política, cuando no cobarde. Un argumento: el de la moderación versus la crispación y una intención: la de remodelar ( qué de moda ) sirven de excusa, de motor, a una derecha cada vez más raquítica en su armadura de fantasma. Álvarez de Toledo es la Quinta sinfonía de Mahler en manos de los cinco músicos de Bremen. Casado asume el discurso y todos los sofismas de la izquierda creyendo que de ese modo la Psoe y sus medios afines dejarán de ningunearlos: craso error. El PP de Casado es un criadero de jamelgos, de vulgares trotones cabalgados por jinetes incapaces, desmemoriados, y caducos que han perdido de vista la meta porque no tienen ninguna. Dolientes centinelas en el desierto de los tártaros, su destino es un andén de espera. Estabulados en su reciente Historia de intrigas, corruptelas y puñaladas, rumian pacientes su dosis de alfalfa al amparo de un sistema que consiente y tolera cualquier cosa: El Pp es una sombra que ha olvidado sus raíces conservadoras, liberales y cristianas, una aparición extendida en la luz mortecina de un catolicismo rancio de brasa de mesacamilla y calzoncillos con huella, una mancha que huele a semen acumulado de días. No quiere ganar, espera a que los demás pierdan, por eso se ha desprendido de su mejor pura sangre. No leo en el hígado de las ocas, ni tengo a mano oráculos a quienes consultar, pero quién los necesita para atisbar que perderá las próximas elecciones, y las siguientes, para vaticinar que España seguirá estrangulada, y que, además, no importa, pues aunque, imprevisiblemente, las ganara, esa victoria, apenas sería un entreacto, el lapsus necesario para cambiar de actores y escenario pero el mismo guión, pues el papel está pautado. Mientras tanto, los 120 cobardes socialistas llamados por patriotismo y responsabilidad, a cortar el nudo gordiano que nos ata con Sánchez, Iglesias et al, a un destino de rueda, siguen y seguirán mudos, y ciegos como girasoles. Ellos también necesitan del sol. Se limitan ,cuando sale, a aplaudir.l090768oo02 
 "Votad sentimiento", pidió Hitler a los alemanes, el mismo eslogan fue repetido por la ERC de Carod Rovira. En esas estamos, en la nueva normalidad de la que tan fuertes hemos salido hacia una nueva verdad, un nuevo amor, paz perpetua y abundancia: un cielo y una una nueva tierra socialista.
Let's be careful out there.

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