...Intenté recordar la partida de Capablanca con Tarrasch, San Petersburgo, 1914, con una apertura de los cuatro caballos y una terrible celada. Pero ¿cuál era?...
Rubem Fonseca, Mandraka
Murió en Botafogo,su barrio, del mismo modo que te golpea su literatura. Murió a los 94 años, de un infarto fulminante, como sus frases.
Su escritura posee la distinción de la esgrima de Muhammad Ali: párrafos rápidos, elegantes, vertiginosos. Te das cuenta de su eficacia cuando su prosa, como un directo del campeonisimo, entra en tu cerebro seca, con limpieza, meteórica.
Parafraseando a Pynchon, es "una llamada en mitad de la madrugada que te dice: “no vas a creer lo que está pasando”. Es mucho más que la semilla de una corriente literaria denominada Brutalismo. Rubem Zeca Fonseca es pura literatura.
Mi primer asombro no sólo fue producto de la pavorosa anécdota contada en "Paseo Nocturno" sino de la manera meticulosa con que el autor puso sobre el papel una serie de imágenes encadenadas que describian cómo un hombre lanzaba su coche contra una mujer elegida al azar y luego dejaba su cuerpo “colorido de sangre” encima de un andén y se iba a dormir.
Sus cuentos y novelas permiten lecturas en diferentes registros. Es un escritor perfeccionista, de estilo directo, cinematográfico.
Sus escenas están descritas con meticulosidad, con sutileza. Posee el Don de hilvanar tramas y subtramas con escrúpulo de filigrana, pero más allá de la anécdota, domina el arte mayor del novelista: sabe distribuir de manera equitativa lo contado y la forma en cómo hacerlo con una imaginación prodigiosa.
Vivimos en una sociedad que es a la vez sofisticada y bárbara. En un sistema caracterizado por la interacción de insinuaciones y tensiones, por el uso de apariencias y el juego de máscaras. Por el conjunto de actos repetidos en el interior de una estructura resquebrajada y rígida que cristaliza en el tiempo para producir una clasificación natural: pillos, prostitutas, torturadores, estafadores, abogados…
Pues bien, todo ese mundo ( similar al nuestro ) poblado por personajes siniestros, extraídos de la realidad más sórdida y de la burguesía más acomodada (amalgama de Pedros, Pablos, Adrianas Santiagos y Echeniques), toda una tipología, se extiende delante de nuestros ojos, con precisión , en la obra inmensa del maestro de Minas Gerais.
Poseedor de una prosa proteica, "...la axila de una mujer es una obra maestra, especialmente si la mujer es delgada y musculosa…" combina de manera extraordinaria todo un caleidoscopio de alusiones y paráfrasis ( fruto de su inagotable cultura libresca) sin que el lector pierda interés por la peripecia, cuyo personaje central ( en todas sus obras) es el Destino. Sabe de qué está hablando, se nota, y utilizando un lenguaje claro, obsceno, rico en matices, a veces rozando lo disonante, es capaz de transmitirlo.
Ha bebido en las fuentes del neorrealismo de Capote, en lo policial de Hammett, en las estructuras de Faulkner, en el surrealismo y el hiperrealismo, en el regionalismo carioca. Su prosa fresca es deudora de Flaubert, de Juan Rulfo, del reportaje y la crónica de la mejor tradición norteamericana. De su estilo renovador es otro el culpable, su talento.
Rubén Fonseca no acepta las convenciones. Requiere un lector Zahorí que disfrute de la búsqueda del secreto manantial de las fuentes de la vida.
La prensa lo requería, sin embargo, no era partidario de las entrevistas.
A ningún escritor le gusta escribir. Me gusta hacer el amor y beber vino. No pierdo el tiempo con cualquier cosa pero no puedo dejar de escribir. Es una enfermedad, dijo una vez.
Le debo muchas noches de placer. Sirva de ejemplo este diálogo de su obra maestra " A grande Arte": ...estás prosperando en la vida , eh Nariz? le dijo entonces Raúl. El otro respondió : Uno tiene que saber cuánta pasta hay que meter en la olla. Cada segundo nace un tonto, como dijo Platón, mi filósofo favorito. Los idiotas nacen en cuna de oro o en la de mierda, no hay discriminación."
Gracias maestro.
Let's be careful out there.
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