lunes, 27 de abril de 2020

Los falsarios

   El reverso de la verdad tiene cien mil caras, y un campo infinito.


Círculo VIII del Infierno
Mientras Dante y Virgilio se acercan a la última bolsa del penúltimo círculo del infierno el primero se tapa los oídos para no compadecerse de los insoportables lamentos de los que allí se hallaban, pero ve y huele una gran extensión de cuerpos lacerados. Son los falsarios, que dan más pena y más asco que los apestados de la isla de Egina.

Sin embargo, para conocer la fraudulencia no es necesario adentrarse en la décima bolsa del octavo círculo del infierno. Basta con encender la televisión y asistir a cualquiera de las comparecencias de Pedro Sánchez. Llegado el momento, en caso de encontrarse indispuesto, se puede echar mano, al azar, de las muchas declaraciones públicas de alguno de sus ministros, o de la multitud de comparecencias,de ciertos representantes de los variados e inútiles, por su ineficacia, comités técnicos. Al caso es lo mismo; todo atisbo de realidad está adulterada  para que creamos en la imagen que el gobierno tiene de las cosas, sin dudarlo. Toda su retórica  está hinchada de contenido simbólico para ocultar lo que no son más que meras soflamas. 
Pretenden implicarnos en su derrota, nos tratan como si fuésemos tiernos infantes necesitados de consejo, intentan confundirnos con un lenguaje de insufribles martingalas, para que hastiados, acabemos por tragarnos toda su execrable lista de mentiras. Baste, como muestra de una larga retahíla, el empleo de las siguientes vacuidades: desescalar, reconstruir, aplanar la curva, el inicio de una nueva normalidad… El reverso de la verdad tiene cien mil caras, y un campo infinito, que decía Montaigne La idea central es mezclar con pocas verdades a medias no pocos errores y aun mentiras a fin de que creamos que el gobierno trabaja, con denuedo e impasible el ademán, en busca de soluciones eficaces . Ahora bien, todo su artificio se desvanece en cuanto  el primer plano reduce el barniz y desvela debajo de su rostro el embudo.
Escribe Voltaire que “ en cierta ocasión hubo que escoger rey entre los árboles. El olivo no quiso abandonar el cuidado de su aceite, ni la higuera el de sus higos […] ; el cardo, que no servía para nada se convirtió en rey, porque tenía espinas y podía hacer daño. Quizá, al escribirlo, tuviera en su cabeza a Pedro Sánchez.
La mayoría de las decisiones que adoptan  son fruto de la improvisación y el desafuero. Van siempre a remolque, siguen el ritmo que les impone el desarrollo natural de la pandemia y, además, lo hacen a beneficio de inventario. Así, nos castigan en un confinamiento infamante al límite de la legalidad, nos condicionan con un orden social para pollos, nos someten al pensamiento único utilizando unos medios de comunicación comprados o amordazados, eso sí,  por nuestro bien,y si todo esto fracasa, siempre queda el aparato represivo.
En qué estercolero han dejado la transparencia, dónde el vilipendio de la ley mordaza, para cuándo la ley Valtonic.
El ministro Marlasca firmó, cuando presidía la sala de lo penal de la  Audiencia Nacional, sentencias favorables a la libertad de expresión en aras del bienestar y la limpieza  mínimos exigibles en cualquier democracia que se tenga por tal. La política en democracia significa un cuestionamiento permanente de la legitimidad de ejercicio de los poderes instituidos , sostuvo. Ahora apuesta por la geolocalización de los españoles sin garantías judiciales, y reconoce estar monitorizando las redes sociales, poniendo a la ciudadanía en la picota. Vamos, la envidia de la Dina Pinochetista.
Ahora bien, ya sabemos que  El poder y el dinero nos fascinan, que  son un tapabocas de primera . En todas partes se adora al becerro de oro. Así las cosas, no somos nosotros quienes construimos los significados sino que son ellos quienes nos construyen, conque, seamos prudentes y no nos dejemos seducir por quienes con sus actos desmienten a  sus palabras.
En verdad, el mentir es un vicio que no debemos consentir en quien nos gobierna. Estamos en un estado de alarma dirigidos por políticos de fortuna. No es momento,  nunca lo es , de dejarse carbonizar sin resistencia. 
Pluguiera a Dios no nos pase como en la peste de Egina que, en el libro VII de La Metamorfosis, relata Ovidio del siguiente modo: [...] una terrible peste se abatió sobre mi pueblo[ …] Mientras pareció un mal humano y se ocultaba  la nociva causa de tan gran calamidad, se luchó con el arte de la medicina; el desastre superaba nuestros medios, que yacían vencidos.[...]
cuervo ingenuo.javier Krahe

Let´s be careful out there

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