viernes, 6 de marzo de 2020

la Doma social

Di quella pira l'orrendo foco
Tutte le fibre m'arse avvampò!...
Empi spegnetela, o ch'io tra poco
Col sangue vostro la spegnerò...
Era già figlio prima d'amarti
Non può frenarmi il tuo martir.
Madre infelice, corro a salvarti,
O teco almeno corro a morir!


Il Trovatore. Giuseppe Verdi

 La falacia de Eludir la carga de la prueba consiste en no aportar razones que fundamenten la conclusión de un razonamiento o juicio, en pretender, si acaso, que las aporte el oponente o el acusado, y en sostener algo sin probarlo. Con ella  construimos  el alpendre en el que acumulamos  la leña seca de la infamia en  espera de la hoguera, de la barahúnda en donde arden los señalados con el dedo.
Uno de los últimos  señalados es el tenor español Plácido Domingo. 
Desconozco si Plácido Domingo es un acosador o un depredador sexual , si se ha valido de  su prestigio, o empleado su poder para extorsionar a mujeres. No dudo de que  las denuncias y los testimonios, como los aportados por Patricia Wulf, sean veraces; aliento la investigación de los hechos denunciados, apruebo la acción de la justicia sin dilaciones y la condena , si procede . 



Lo que no puedo admitir, es que lo hayamos  quemado en la pira del oprobio, difamado, y desprestigiado, sin haber sido declarado culpable por ningún Tribunal competente, y contemplemos  con regocijado éxtasis las pavesas desprendidas de las flamígeras torres da la opinión pública, almenas del poder desde las que nos pretenden convencer de que Todos sabemos a ciencia cierta, Todos sabemos a grandes rasgos, al dedillo, al detalle, al milímetro, Todos sabemos con certeza, de buena tinta, fehacientemente, profunda y sobradamente, Todos conocemos detalladamente, en líneas generales y punto por punto. Donde Todos, tragamos montañas de mierda hasta la saciedad.
Vivimos en una colectividad pastueña,  agradecida y arrogante, en un sistema que teme al disidente, que recela del desafecto,  que rehuye al instruido; vegetamos  en una  democracia impostada que aísla al oponente y lo deporta al silencio esclavo del Gulag.
Exigimos garantías jurídicas plenas, en función de quién  sea el supuesto delincuente, a qué actividad se dedique, o qué cargo político ocupe. ¿ Quién tiene el derecho a ser inocente mientras no se demuestre lo contrario?
En los frontispicios de los Tribunales de la democracia de hombres y mujeres libres e iguales en la que aspiro a vivir,  esculpo a sangre y fuego, cincel  en mano, el  viejo e irrenunciable brocardo :
PROBAT QUI DICIT NON QUI NEGAT, 
Dicho de otro modo:
Quien sostiene algo debe probarlo más  allá de toda duda razonable.






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