lunes, 23 de diciembre de 2019

Una nueva Navidad

Por aquellos días Augusto César decretó que se levantara un censo en todo el Imperio romano. (Este primer censo se efectuó cuando Cirenio gobernaba en Siria). Así que iban todos a inscribirse, cada cual a su propio pueblo.
Adoraciòn de los pastores. El Greco.Museo del Prado
También José, que era descendiente del rey David, subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea. Fue a Belén, la Ciudad de David, para inscribirse junto con María su esposa. Ella se encontraba encinta y, mientras estaban allí, se le cumplió el tiempo. Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.
Lucas 2,1-7.

Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente.
¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? —preguntaron—. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.
Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él. Así que convocó de entre el pueblo a todos los jefes de los sacerdotes y maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
—En Belén de Judea —le respondieron—, porque esto es lo que ha escrito el profeta:
»“Pero tú, Belén, en la tierra de Judá,
de ninguna manera eres la menor entre los principales de Judá;
porque de ti saldrá un príncipe
que será el pastor de mi pueblo Israel”».
Luego Herodes llamó en secreto a los sabios y se enteró por ellos del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Los envió a Belén y les dijo:
—Vayan e infórmense bien de ese niño y, tan pronto como lo encuentren, avísenme para que yo también vaya y lo adore.
Después de oír al rey, siguieron su camino, y sucedió que la estrella que habían visto levantarse iba delante de ellos hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de alegría. Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra. Entonces, advertidos en sueños de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
Mateo 2,1-6.


Jauchzet, Frohlocket.
(Regocijaos, alegraos).

La parodia a la que diariamente asistimos en la política española se asemeja cada vez más a la acumulativa escenificación de cuadros costumbristas, que a modo de retablo grotesco,despliega rufianes, lastras, buhoneros, tahúres, y todo tipo de parásitos y rémoras . Somos cualquier cosa menos una democracia moderna donde imperan la ley, el orden y el respeto a la libertad individual y a la propiedad privada .Por otro lado, ya  se sabe que todo este compendio de arcanos del vicio descreen de todo tipo de dominios, salvo que esos dominios sean suyos of course. Somos testigos de una feria de vanidades que sufragamos con nuestros impuestos mientras nos sometemos a  modernas ceremonias que amparan el caòtico  despliegue de diversos tipos delictivos 

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En la ordenación litúrgica de la Navidad vigente en Leipzig, eran preceptivos otro tipo de cultos, como la interpretación de una cantata en los tres días de Navidad, el día de Año Nuevo y el día de la Epifanía.
Siglos atrás, en 1734,el mayor genio de la música universal, creó una obra maestra con otro tipo de parodias. Estas (parodie en alemán) consistían en echar mano de otras composiciones para crear obras nuevas.
Así, en el Oratorio de navidad ,no nos puede extrañar que la alegría inicial del Coro sea en su origen la felicitación para la mujer del príncipe Federico Augusto de la cantata profana 214, o que los versos iniciales de la cuarta cantata el arrobo ante el Niño Hércules de la 213.Un coro inicial y un coro final que encuadran recitativos y Arias. Así de simple. La parodia es en Bach un auténtico arte con el que sabe extraer lo fundamental de la expresión y modificar lo accidental sin que el resultado final desmerezca: la situación que la cantata BMV 213, 3 plantea es una invitación al adormecimiento y al abandono en el placer, que en el Oratorio se convierte en oración a un Niño, objeto de fe religiosa: "duerme, mi amado...y después vela por la salud de todos".
Pero a la compleja inmortalidad de la música de Bach no se llega por casualidad, precisa un esfuerzo atento para descifrar sus misterios, poner a prueba nuestra capacidad de resistencia, abandonarnos a lo asombroso; requiere la voladura de nuestros perjuicios, el silencio cobijador de entredichos donde construir un nuevo hogar, pero, quién quiere llegar a un lugar como ese?

El Greco, columbró ,en "la adoración de los pastores ",ese lugar con la maestría y el paciente oficio de los que saben discernir. . En ese lienzo dividido en dos partes ,despliega toda la fuerza narrativa contenida en la música del genio de Eisenach.
Todo gira alrededor del único foco de luz que se desprende de la figura del niño. Desde lo alto escuchamos toda la algarabía jubilosa de trompetas y timbales del coro de la primera de las seis cantatas del Oratorio, seguida del bloque de textos de una enorme devoción cuajada de melancólico misticismo , suspirando por el encuentro con Jesús. Todo el lienzo abarca la "sinfonía con la que se abre la segunda cantata y en la que el gran teólogo y conocer de la obra de Bach Albert Schweitzer veía un diálogo musical alternativo de un coro de ángeles y otro de pastores:" el de ángeles vendría representado por la cuerda y las flautas , y el de pastores por las cuatro voces de oboes, dos d'amore y dos da caccia, instrumentos a los que se ha asociado lo pastoril. Y es que tanto a Bach como a el Greco les conviene como a nadie la individuación de los instrumentos propiciada , todo hay que decirlo, por la segunda escuela Vienesa y por Stravinski. Individualidad que les permite toda la expresividad inefable tan cara al barroco y la afectividad que lo caracteriza.
La parte inferior está poseída por la asombrada expresión de los pastores arrodillados, la sorpresa y entrega absoluta del recién llegado, y el rostro sereno de la Virgen, que sostiene en su regazo al niño.( María guardaba estas cosas en su corazón dice el evangelista en la tercera cantata) .
Todo se entreteje en la horizontalidad como la línea del mar sobre el crepúsculo.
Escribe Eugenio Trías: " Si hay un continente musical en el que el concepto de símbolo se impone en toda su peculiaridad etimológica es en las composiciones de Bach. Las filigranas armónicas, rítmicas , melódicas, e instrumentales dejan que resuene, en pura mímesis directa ( y casi de onomatopeya), un simbolismo que se desprende ,generoso, de las más elementales asociaciones físicas o anímicas, pero también de los máximos refinamientos teológicos…" 


El cuadro del cretense y el Oratorio de Navidad construyen un espacio inmortal, un no lugar cuya visita me reconforta, una experiencia que resetea mi corazón hastiado de tanta mediocridad, que sincroniza mi alma con el verdadero latido de la vida buena.




Mi corazòn no es una bella sala de príncipes, sino una somría caverna. Pero tan pronto el rayo de tu gracia penetre en él, resplandecerá plenamente.
Coral 11 de la Cantata nùmero 5 



Señor, cuando los soberbios enemigos se revuelvan, haz que anhelemos, llenos de fe, fuerza y ayuda en ti.Solo confiamos en ti para poder  eludir incólumes los zarpazos del enemigo.
Coro 1 de la Cantata número 6




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