El jazz consistía en crear un sonido
propio, en encontrar la manera de distinguirse de todos los demás,
de no tocar nunca lo mismo dos noches seguidas . El ejército quería
que todo el mundo fuera igual, idéntico, indistinguible,con el
mismo aspecto, la misma mentalidad, que todo fuera igual día tras
día , sin cambios. Todo tenía que firmar ángulos rectos y bordes
definidos. Las sábanas del catre eran tan duras como los ángulos
metálicos de la taquilla. Te afeitaban la cabeza como un carpintero
afila un madero, intentando obtener un cuadrado perfecto . Incluso
los uniformes estaban rediseñados para remodelar el cuerpo, para
fabricar personas cuadradas.
Geoff Dyer .Pero hermoso.
Síncopa:
Contradicción rítmica que consiste en
desplazar el acento natural de un compás produciendo una nota en un
tiempo débil de ese mismo compás o del anterior y prolongàndola
hasta un tiempo fuerte.
Las paredes de la habitación donde
duermo, se estiran y se encogen cada noche como un yo-yo,
sometiendo a la oscuridad de mi sueño a un inconmensurable
desasosiego. Mi trastabillada sombra lucha, sonámbula, entre las
brumas de la Aurora sajando el espacio, indefensa ante su insomne
angustia .
Este amanecer ,sin embargo, un
encuentro inesperado sorprendió mi soledad barbirturica.
Me encontré con ellos , así de
súbito, o quizá fuese esa mi primera impresión, como el poderoso
desarrollo de una síncopa.
encuentro inesperado. |
Podrían formar parte de una
escuadrilla de pilotos de la Royal Air Force, ser los restos de un
destacamento de confederados o simples trasnochadores alegres
salidos de un ditirambo. También los imaginé como miembros de una
compañía teatral de viaje a ninguna parte o como saltimbanquis y
acróbatas barajando la vida sobre un abismo. Podrían ser casi
cualquier cosa excepto figuras extraviadas, pues percibí que eran
la cabeza de puente de un hilo de plata tendido desde algún lugar
de mi infancia .No parecían hechos a obedecer, y sin embargo su
formación no era fruto de un desordenado azar,seguìa una pauta,
aglutinandose en razón a un criterio meticuloso ; no ciertamente un
criterio funcional sino más bien orgánico, somático.
Sus expresivos rostros huían del
fanatismo ciego de los que siguen una causa , eran pura celebración,
algarabía prístina, como la imaginativa emoción que flota en la
mente de un niño.
Mientras los contemplaba extasiado,
las paredes se desperezaban abriéndo un vórtice en mi memoria.
Quise unirme a ellos ,ser de la partida, sumergirme en todo su
derroche. Demasiado tarde pensé. Presté atención, miré con los
oídos intentando aventar alguna imagen. Nada. De pronto, las
figuras se desvanecieron, deshojè las lagañas de la comisura
de mis párpados, y crucé el umbral hacia la cocina.
Mientras preparaba el desayuno, las
volví a ver,sombras crepitantes entre las burbujas del café. Tocaban los
primeros acordes de Blue train.
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