martes, 17 de diciembre de 2019

The Wolf.





Traten otros del gobierno
Del mundo y sus monarquías,
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno,
Y las mañanas de invierno
Naranjada y aguardiente,
Y ríase la gente.
Góngora.


 Los poetas pueden aprender de los filósofos el arte de las grandes metáforas, de esas imágenes útiles por su valor didáctico e inmortales por su valor poético. También pueden aprender a conocer los callejones sin salida del pensamiento, para salir -por los tejados-de esos mismos callejones; a ver, con relativa claridad, la natural aporética de nuestra razón, así como a ser tolerantes y respetuosos con quienes la usan del revés. (ANTONIO MACHADO, Juan de Mairena) 


"La retórica nace en la Grecia antigua hacia el año 485 a.C, se conocía como el “art bene dicendi” (arte del buen hablar), es decir la habilidad que se adquiere para expresarse de una manera adecuada y persuadir al receptor tanto en la parte hablada como en la escrita. Este sistema era utilizado en varios campos del saber cómo la literatura, la política, la enseñanza, entre otros…".Así hilvanaba su discurso un docto viejo amigo mientras disfrutábamos con delectación de una tortilla española sin igual: suave aceite de oliva, patatas prietas, huevos frescos camperos, sartén adecuada , y una mano con oficio, ni más ni menos . No se si fue fruto de una intuición fugaz, del sopor de su cháchara , o de la huella endorfiníca dejada en mis neuronas por la tortilla, pero, de repente, lo ví claro . El conflicto político de Cataluña no se solventará con reuniones de nuestra élites negociadoras hasta horas intempestivas, ni con plegarias silenciosas de los monjes de Montserrat, ni con solemnes sermones del Obispo de Solsona, y mucho menos con la puesta en libertad ,por la cara, de estafadores, sediciosos y malversadores o con la grosera invasión de aguerridos terminators. Lejos de ello, será necesaria la intervención de un mediador internacional cuajado, firme, eficaz, hecho a los sumideros y cloacas, que analice con precisión el problema in situ, que practique la templanza, y sea capaz de tomarse un café , mientras baraja la mejor opción, que separe el grano de la paja , que no tiemble a la hora de dar órdenes, que no se encoja. La solución está al alcance del trilero socialista , solo necesita un pequeño gesto, abrir la puerta del Palacio de la Moncloa, y dar la mano a un hombre que  se presnta: Hola soy el Señor lobo, soluciono problemas .


 

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