Rubens iglesia de San Pablo. Amberes |
Haendel es el más grande compositor
que haya existido alguna vez... Descubriría mi cabeza y me
arrodillaría en su tumba
L.V. Beethoven.
La forma no es la representación
física (es decir, la proyección o el 'doble') de la cosa, sino la
cosa misma sublimada, incorporada del plano de la experiencia
sensorial al del pensamiento.
Según Sir John Hawkins, en A General
History of the Science and Practice of Music, de 1776, Haendel “era
en persona un hombre con gran porte. Sus andares, que siempre andaba
con prisas, eran poco agraciados, pues tenía un cierto tipo de
movimiento balanceante, que hacía ver que sus piernas estaban
arqueadas. Sus rasgos estaban marcados con finura…”. Esta
definición tan superficial quedaría aclarada con las descripciones
de Charles Burney, el afamado historiador británico, en su libro An
Account of the Musical Performances… in Commemoration of Haendel de
1785. Aquí afirmó Burney que “la figura de Haendel era grande, y
en cierto modo también corpulenta, y difícil de manejar en su
movimiento, pero su carácter, el cual recuerdo como si lo hubiera
visto ayer mismo, estaba lleno de ira y dignidad, e ideas de
superioridad y de genio. Era impetuoso, rudo, y tajante en sus
maneras y conversaciones, pero totalmente desprovisto de malicia.”
Leo en la prensa con agrado los
resultados de las elecciones en Gran Bretaña, y pese a la mayoría
de las opiniones en contra, envidio una vez más la inteligencia y
arrojo de los británicos al dar la victoria a Boris Johnson y elegir
un camino al margen de la depauperada, inoperante, y fallida Unión
Europea.
casa de Handel en Brook Street |
Mi anglofilia es antigua, recuerdo
ver en la televisión la regata Oxford- Cambridge ,las carreras de
caballos en Ascot, los partidos del cinco Naciones de rugby , (la
emocionada y profesional narración de Ramón Trecet, su
respetuoso silencio mientras sonaba “la tierra de mis padres”
himno magnífico de Gales) , pero lo que a mí realmente me
seducía, era el" 15 de la rosa", la grandeza de
Twickenham, la irreverente chulería británica ante la amenaza nazi
y su heroica resistencia que aprendíamos en el colegio. Por algún
motivo desconocido, me atraía la simbología de la pèrfida
Albiòn, como a otros puede atraerles la Muñeira.
Años despuès, tras recorrer sus paisajes,
transitar sus calles,acudir a sus teatros y hablar con sus gentes
,disfrutar de su mùsica y de todo aquel aire de insospechada
libertad que ofrecía londres en los años 90 , mi admiración se
consolidò pese al hecho paradójico de constatar que los ingleses
nos despreciaban y nos desprecian.
Una tarde, en una pequeña iglesia
cercana a Haymarquet escuchè con insospechado placer un oratorio
en el que la congregación participaba en el cántico siguiendo
jubilosa al coro. En ese instante comenzè a advertir què era
Inglaterra : toda su dimensión solemne de colectividad se
personificaba en aquel pequeño coro.
Escribe Wagner en su autobiografía:”
en mi visita a londres llegué a comprender el verdadero espíritu de
la cultura musical inglesa que está relacionado con el espíritu del
protestantismo inglés. Esto se refiere al hecho de que un Oratorio
atrae al público mucho más que una Opera. Otra ventaja se asegura
por el sentimiento de la audiencia de que una tarde pasada escuchando
un oratorio se considera una especie de servicio religioso y es casi
tan aceptable como ir a la iglesia . Todos tiene en sus manos una
partitura de piano de Handel del mismo modo que se tiene en una
iglesia un libro de oraciones ...por ejemplo al comienzo del coro
“aleluya” todos consideran apropiado ponerse en pie …”
El reconocimiento del gran músico de Sajonia , nacionalizado inglés, no tiene parangón con el de ningún
compositor de su época.Este reconocimiento se cimentó sobre todo en
la composición de oratorios y música ceremonial que, con el paso de
los años se ha identificado como un elemento fundamental de la
cultura inglesa.Cuando asistí a la representación del Mesías mi
admiración fue definitiva.
El Oratorio tiene sus orígenes en el
siglo xvi y fue promovido por la congregación del oratorio de San
Felipe Neri hacia 1575 cuando por bula pontifica es aprobado como
casa de reunión para el ejercicio de actividades religiosas.
En inglaterra no es hasta la llegada
de Handel cuando este género comienza a ser aplicado y valorado
incluso por encima de la propia ópera de estilo italiano que
imperaba hasta entonces. A esta rápida aceptación del género
contribuyò el aumento del espíritu nacionalista tras el tratado de
Utrech.
“Sus oratorios –casi la única
faceta apreciada [en Inglaterra] de su producción-, transformados
abiertamente en música religiosa que glorificaba a la nación
británica como pueblo elegido, formaron parte de las tradiciones
–en gran medida, inventadas- con que se reelaboraba el pasado para
forjarse unas señas de identidad propias. Y desde entonces esta
música se consideró tan consustancial a la cultura inglesa como el
God save the King, el té de las cinco o la práctica del críquet y
otros deportes.(Martín Galán, 2004: 12). Por todo ello, Haendel se
convirtió en un compositor rico y ampliamente conocido. La creciente
prosperidad económica y social de las clases medias había llevado a
un auge del nacionalismo y a una defensa de la iglesia anglicana
sobre la católica por parte de unos nuevos espectadores que solo
comprendían su lengua y que estaban dispuestos a sentirse
“edificados” por el mensaje moral de la obra al mismo tiempo que
se sentían deleitados por las pirotecnias vocales, las brillantes
fanfarrias de las trompetas y los timbales y los vibrantes números
de los coros. A todo esto se unía el innato talento para el
espectáculo por parte del compositor de Halle, quien, desde luego,
supo dar espectáculo tanto a la corte como a las masas (Banús,
2009: 9-10). Como vemos, el empleo del inglés fue muy positivo para
la recepción de los oratorios por los ciudadanos de clase media.”En
una era de prosperidad y de expansión de su imperio, era imposible
que los públicos ingleses no sintiesen cierta afinidad con el pueblo
escogido de la antigüedad, cuyos héroes triunfaban con el favor
especial que les otorgaba Jehová (Grout, Palisca, 1999: 544).
Interior museo Handel- Hendrix. London. |
El Mesías fue compuesto en 24 dias y
estrenado en Dublín en un momento de la vida de Handel en el que el
desaliento y el desánimo han hecho mella, y que en un supremo
esfuerzo reacciona contra la adversidad con la la única arma de la
que no había sido desposeído , su talento creador.
Christopher Howgood ha subrayado que el
triunfo sufrido por El Mesías desde su primera representación y
su vigencia no debe esconder el hecho de que, para Haendel, en un
primer momento la obra fuera un proyecto efímero en el que no
esperaba lograr una gran notoriedad: La vigencia actual del ‘Messiah’
hace difícil comprender que para Haendel su composición fue una
empresa ocasional, insegura en sus resultados y probablemente
irrepetible. Es el único oratorio verdaderamente ‘sacro’ que
escribió, fue el único que se interpretó durante toda su vida en
un edificio consagrado, y, sin embargo, fue pensado, según las
palabras de Jennens, como ‘un escogido entretenimiento’. Aunque
quintaesencialmente es obra de un compositor teatral, carece de
acción en sentido teatral; no presenta bandos enfrentados
(israelitas contra filisteos, por ejemplo), no hay un protagonista
concreto, el texto combina la profecía y su realización y el drama
se presenta de modo indirecto , a través de conclusiones y
crónicas, casi nunca de forma narrativa (1988: 155)
Es una obra redonda pensada para ser
escuchada una vez , sin que se produzcan altibajos en la atención
del oyente. Boceto sobre boceto se transforma en una gran
macroestructura equilibrada, en la proporción de recitativos arias y
coros. Handel es un gran arquitecto musical al que preocupan menos
los detalles que el conjunto de la obra, lo cual genera un clima de
ambigüedad de una enorme eficacia dramática.
Charles Jennens autor del libreto
uilizó pasajes de la biblia y del prayer book ( libro de oraciones),
y dividiò la obra en tres partes dedicadas al nacimiento, pasión,
muerte y resurrección de Cristo.
De manera brillante el Mesías se
desarrolló privando al espectador de la fascinación del diálogo,
suprimiendo la presencia de los personajes que la historia ha
consagrado, renunciando a la aportación de un narrador que haga
participes en cierto modo a los espectadores de las acontecimientos..
No es el gran retablo unitario que fluye de modo gradual como en las
pasiones de Bach sino el político, lo que le permite salirse del
tema, y entender el discurso como una verdadera alegoría fuera del
tiempo y de la historia. Es esta visión haendeliana una visión con
un cierto sentido acrítico , transmisora de una concepción
dogmática superpuesta al sentir individual ,y por tanto, edificante
solo en la medida en el que el dogma se identifica con la moral. La
emoción es intensísima y obedece sin duda a una inspiracion mistica
que pone a Cristo en el centro del Universo.
Cada vez me resulta más difícil ir
hacia atrás , buscar en el pasado mis huellas, no desistir en el
infructuoso anhelo de un anclaje; por otro lado estoy convencido de
que, como escribió el gran historiador Burguiere: ”El único
medio de resistir a la evidencia del presente, de descubrir
el absurdo en el corazón de ese impensado que da sentido a
todo lo que creemos pensar y decidir libremente, la única
posibilidad de hacer que nuestra historia sea otra cosa que
un vagabundeo ciego en un laberinto lleno de ruido y de
furor, es recomponer el hilo de Ariadna de las metamorfosis
sucesivas de nuestras categorías mentales para reconstruir su
génesis. “.
Lìo el mágico ovillo dentro del
laberinto de este presente invernal, y escucho con deleite extremo,
este monumento al espíritu humano que es el Mesías de Handel poniendome en pie, como marca la tradiciòn al comenzar el Hallelujah
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