viernes, 29 de diciembre de 2023

Prosa cortada a laser


Todo puede ser escrito, todas las ideas, no importa lo insólitas que sean, están disponibles para un fuego en el que se consumen y renacen.

Franz Kafka, Diarios, 12 de septiembre de 1912.

Wunsch Indianer zu werden ( O desexo de ser indio)

Se un fose un indio, sempre alerta, e galopando sobre o cabalo mentres corta o aire, sempre sacudido sobre o chan tremente, ata que caen as esporas, porque non hai esporas, ata que caen as rendas, porque non hai rendas, e un ve a terra por diante como unha lisa praderíaacabada de seiturar, xa sen a cabeza, xa sen pescozo do cabalo.
Traducción de Luís Fernández, Ed, Galaxia.

Wenn man doch ein Indianer wäre, gleich bereit, und auf dem rennenden Pferde, schief in der Luft, immer wieder kurz erzitterte über dem zitternden Boden, bis man die Sporen ließ, denn es gab keine Sporen, bis man die Zügel wegwarf, denn es gab keine Zügel, und kaum das Land vor sich als glattgemähte Heide sah, schon ohne Pferdehals und Pferdekopf.

Si uno fuera un indio, listo de inmediato, y en el caballo corriendo, encorvado en el aire, temblando brevemente sobre el suelo tembloroso una y otra vez, hasta soltar las espuelas, porque no había espuelas, hasta tirar Quitó las riendas, porque no había riendas, y tan pronto como vio la tierra frente a él como un brezo suavemente segado, no había cuello ni cabeza de caballo ".

Ésta es la primera frase del primer libro de Kafka y, bajo el título “Deseo de ser indio”, también su primer texto en prosa. Lo que crea es una escena cinematográfica de aventuras con movimientos rápidos y cortes rápidos: una mirada anhelante al mundo de los héroes solitarios, los exploradores y los pioneros, "listos de inmediato". Sin embargo, un deseo no podía quedar defraudado. No basta con que "uno" (porque el deseo ni siquiera llega al "yo") no sea un indio a caballo: no hay ningún caballo, ni arneses para montar y "apenas" el campo abierto. Porque esta película va al revés. El “deseo de convertirse en indio” (no simplemente “ser”) comienza con su cumplimiento imaginario y luego regresa a la ausencia decepcionante de la que surgió el deseo. Las primeras palabras apuntan a un signo de exclamación; La frase termina casi dócilmente con un comentario lacónico. Primero el optativo, luego el indicativo: lo único cierto en este mundo es lo negado. Sin espuelas, sin riendas, sin caballo: sólo el deseo que gobierna la frase desde la primera palabra y sigue viviendo incumplido con su repentino final.
La frase de Kafka traslada la economía del deseo al material lingüístico. Escribe “hasta” como si se tratara de una mera secuencia temporal y no de una revocación gradual de las presuposiciones. Hay un “porque” dos veces donde un “pero” habría sido, en el mejor de los casos, más verosímil: como si “uno” hubiera dejado las espuelas y tirado las riendas porque no existían, como si la decepción de lo soñado de haber resultado una quimera se ve compensado por la idea de que al menos esto sería el resultado de las propias acciones. De este modo, el relato más breve de Kafka traslada los sueños infantiles y cinematográficos a la lógica calculadamente confusa de una gramática oblicua. Su primer libro comienza con esta frase. Donde falla el deseo, comienza la narración. 


Kleider ( vestidos)
A miúdo, cando contemplo vestidos cheos de pregas, volantes e tamén colgantes que quedan fermosos sobre fermosos corpos, penso que non seguirán así durante moito tempo, senón que farán engurras  que non será posible alisar, que se encherán nas guarnicións dun po tan espeso que non será posible arrincar e que ninguén quere entristecerse nin facer o ridículo poñendo decote pola mañá un vestido tan precioso coma este e quitándoo pola noite.
Non obstante, vexo rapazas que son moi fermosas  e que exhiben variados e encantadores músculos e pequeniños artellos e unha pel tirante e grandes crechas de finos cabelos; e, con todo, aparecen diariamente  con este disfrace natural, pousando sempre a mesma cara na mesma palma da man e deixando que se reflicta no seu espello.
Só de vez en cando, pola noite, cando chegan tarde dunha festa, se lles aparece aquel disfrace usado, inchado,empoeirado, abondo visto por todos e apenas xa soportable.

Traducción de Luís  Fernández, Ed Galaxia. 

 Oft wenn ich Kleider mit vielfachen Falten, Rüschen und Behängen sehe, die über schönen Körper schön sich legen, dann denke ich, daß sie nicht lange so erhalten bleiben, sondern Falten bekommen, nicht mehr geradezuglätten, Staub bekommen, der, dick in der Verzierung. , nicht mehr zu entfernen ist, und daß niemand so traurig und lächerlich sich wird machen wollen, täglich das gleiche kostbare Kleid früh anzulegen und abends auszuziehn.
Doch sehe ich Mädchen, die wohl schön sind und vielfach reizen Muskeln und Knöchelchen und gespannte Haut und Massen dünner Haare zeigen, und doch tagtäglich in diesem einen natürlichen Maskenanzug erscheinen, immer das gleiche Gesicht in die gleichen Handflächen legen und von ihrem Spiegel Widescheinen lassen.
Nur manchmal am Abend, wenn sie spät von einem Feste kommen, scheint es ihnen im Spiegel abgenützt, gedunsen, verstaubt, von allen schon gesehn und kaum mehr tragbar.

Franz Kafka.

Ni que decir tiene que la prosa kafkiana, al menos la condensada en la brevedad de sus narraciones, se degusta mucho mejor en gallego.
Let's be careful out there. 

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