viernes, 9 de septiembre de 2022

El Mochuelo.

Escolios de un ácrata civilizado.
Seguramente, en la ciudad se pierde mucho el tiempo —pensaba el Mochuelo— y, a fin de cuentas, habrá quien, al cabo de catorce años de estudio, no acierte a distinguir un rendajo de un jilguero o una boñiga de un cagajón. La vida era así de rara, absurda y caprichosa. El caso era trabajar y afanarse en las cosas inútiles o poco prácticas.”
Miguel Delibes, El camino.
Tu Ne Cede Malis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario